“No podemos seguir esperando un cambio de gobierno para responder a necesidades que son urgentes”
A través de una declaración pública, la coordinación regional de la Federación de Profesionales de los Servicios de Salud (Fenpruss) Magallanes reaccionó con preocupación a la decisión del gobernador regional, Jorge Flies, de retirar la Adenda al Convenio de Programación con el Ministerio de Salud (Minsal), hecho revelado este jueves por La Prensa Austral.
El gremio calificó el escenario actual como de “gran inquietud” y enfatizó que “Magallanes necesita certezas en salud, no más indefiniciones”. En esa línea, Fenpruss recordó que el convenio original contempla una inversión de $175 mil millones y 31 iniciativas, mientras que la Adenda -que elevaba el monto a $319 mil millones y extendía su vigencia hasta el 2030- “permanece sin ejecución ni claridad respecto de su continuidad”.
La declaración de los funcionarios hace hincapié en el costo humano detrás de la paralización de los proyectos. “Detrás de cada proyecto detenido hay personas reales: usuarias y usuarios que esperan atención oportuna, pacientes con tratamientos postergados y una comunidad que merece servicios de salud dignos sin importar su distancia o condición social”, se lee en el documento.
Esta postura se alinea con las críticas expresadas por el consejero regional Arturo Díaz Valderrama, quien calificó el retiro de la Adenda como un hecho “no positivo para la región” y lo vinculó a las “tensiones de los últimos días” entre el Servicio de Salud y el gobierno regional.
Frente a la justficación del gobernador Flies -que argumentó dificultades en la gestión del gasto y un complejo clima de discusión-, quien proyectó retomar las conversaciones con el próximo gobierno, Fenpruss Magallanes fue contundente: “No podemos seguir esperando un cambio de gobierno para responder a necesidades que son urgentes y permanentes”.
El llamado final del gremio es a las “autoridades nacionales y regionales a reestablecer la coordinación y el compromiso con los proyectos comprometidos, garantizando la continuidad de las inversiones y un cronograma claro de ejecución”.
Con esto, el debate por el futuro de la salud pública en Magallanes queda instalado, tensionado entre la estrategia política de postergación de las autoridades regionales y la demanda de urgencia y certidumbre por parte de los trabajadores del sector.




