Hospital Clínico evalúa volver a modificar organigrama en Oncología: “Nada está escrito en piedra”

El Hospital Clínico de Magallanes (HCM) se encuentra en medio de un debate estructural sobre la gestión de su área oncológica, luego de que agrupaciones de pacientes presentaran un recurso de protección ante la Corte de Apelaciones de Punta Arenas. Dicho recurso exige, entre otras medidas, “volver a modificar el organigrama para reestablecer las estructuras de organización de los servicios, de tal forma que Oncología vuelva a tener la autonomía que antes de enero del año 2024 tenía”.

Ante esta solicitud, el hospital ha defendido la legalidad de la modificación administrativa de febrero de 2024, pero reafirma su postura de que “ninguna parte del organigrama está escrita en piedra”.

La Agrupación de Pacientes Oncológicos de Magallanes (representada por Vilma Valenzuela) fundamentó su acción legal, en parte, en la eliminación del Centro de Responsabilidad (CR) de Oncología Adulto.

La decisión de modificar el organigrama, dispuesta por Resolución Exenta Nº1.754 de fecha 26 de febrero de 2024, es señalada por la agrupación como un acto que generó la pérdida de relevancia de un polo de desarrollo que había alcanzado “importantes niveles de capacidad resolutiva y de complejidad”.

La agrupación recurrente sostiene que, con el cambio, Oncología “permanece disgregada, con personas a cargo que toman determinaciones en dicho servicio sin ser oncólogos, dependiendo actualmente de Medicina Interna para la toma de decisiones”. Por ello, solicitan expresamente a la Corte “ordenar restablecer el organigrama para que Oncología vuelva a ser un CR (Centro de Responsabilidad)”.

Adecuación por
sobrecarga laboral

El hospital, en su informe evacuado a la Corte de Apelaciones, explicó que la modificación del organigrama en febrero de 2024 no fue arbitraria, sino una medida administrativa técnica y necesaria, activada por razones de salud laboral.

El cambio se dio en el contexto de que la anterior jefa del CR de Oncología, la doctora Edith Jofré, presentó una licencia médica calificada por la Mutual de Seguridad, describiendo como agente de riesgo la “sobrecarga”.

Para dar cumplimiento inmediato a las instrucciones de la Mutual de Seguridad de “readecuar el puesto de trabajo”, el hospital optó por dividir el antiguo CR Oncología (que incluía Oncología Adulto, Radioterapia, y Alivio del Dolor y Cuidados Paliativos) en dos áreas: el Servicio de Oncología y la Unidad de Radioterapia.

Ambas áreas quedaron “bajo el alero del C.R. Médico” (Medicina Interna), con el fin de “disminuir la carga de responsabilidad de la Dra. Jofré” y “contar con mayor apoyo de las labores de gestión”.

El centro hospitalario argumenta que, en lugar de una pérdida de relevancia, la medida “no implica o ha implicado una pérdida del potenciamiento del área oncológica”. Por el contrario, se potenció al permitir que la especialista médica se dedicara “plenamente al ejercicio de actividad clínica”, mientras una nueva jefatura (la Dra. Evelyn San Martín, seleccionada en un concurso en julio de 2025) asumiera la gestión y coordinación.

“La medida adoptada compatibilizaba las necesidades de adecuación del servicio y las recomendaciones recibidas desde la Mutual de Seguridad, de readecuación del puesto de trabajo de la funcionaria”, plantean en el informe.

Estructura “no es
escrita en piedra”

A pesar de la defensa técnica y legal de su autonomía para la organización interna, la dirección del hospital reconoce la naturaleza cambiante de la atención oncológica y la posibilidad de nuevos ajustes.

El HCM ha evolucionado históricamente, pasando de una unidad de apoyo (2015), a un Centro de Responsabilidad (2016), y ahora a un servicio clínico.

En entrevista con la directiva del Hospital Clínico de Magallanes, confirman la flexibilidad respecto de evaluar nuevamente esta decisión de modificar el organigrama, sosteniendo que “la estructura organizacional es muy dinámica”.

En esa línea, el hospital tiene un plan formal de revisión estructural profunda programada para 2026, asociado a un “convenio de alta dirección pública”, que tiene relación con levantar un diagnóstico general de la estructura organizacional y el funcionamiento desde la subdirección médica. “Ahí identificar si hay espacios de mejora o modificaciones que pudiéramos implementar para respuesta a los requerimientos siempre cambiantes del hospital y de nuestros equipos”, señaló la subdirectora médica, Francisca Sanfuentes.