Ganaderos magallánicos se unen en consorcio para vender toda su lana a un solo comprador
El mundo ganadero en Magallanes enfrenta hoy múltiples desafíos que ponen a prueba la sustentabilidad y el futuro del sector. Los bajos precios de la lana, la reducción de las cabezas de ovinos, el impacto de los perros asilvestrados y la competencia desleal de otros mercados internacionales han generado un escenario complejo para los productores locales.
Frente a estas dificultades, muchos ganaderos han visto cómo sus esfuerzos y producciones individuales no alcanzaban a competir, existiendo grandes compradores que demandan volúmenes considerables, dejando a pequeños y medianos productores en una posición vulnerable.
Para hacer frente a esto, los productores locales decidieron unir fuerzas y buscar un camino que les permita enfrentar los desafíos del mercado de manera colectiva. Así nació la iniciativa de Asogama, que anunció la creación de un consorcio lanero a través del cual se reunirán las producciones de varias estancias para ofrecer toda su lana a un solo comprador mediante un sistema de licitación. Esta estrategia busca mejorar los precios, condiciones de venta y dar certeza a un sector que históricamente ha negociado de manera fragmentada y con escaso poder de mercado.
Gerardo Otzen, presidente de Asogama, explica que el proyecto comenzará uniendo la lana de entre 50 y 60 socios, incorporando diferentes categorías y finuras, para presentarla como un paquete único a compradores locales e internacionales, incluyendo contactos con empresas chinas.
Según Otzen, este sistema no tiene fines de lucro, sino que busca prestar un servicio a los ganaderos, asegurando que el volumen consolidado les permita competir de igual a igual en el mercado global.
Licitar el stock
La primera licitación está proyectada para los primeros días de diciembre. Una vez abierta, los compradores tendrán un plazo máximo de cinco días para presentar sus ofertas según finura y categoría.
“Uno puede decir: por la finura 23 yo te pago 10 dólares, y otro puede decir que paga 8. Bueno, el que paga los 10 se lleva esa lana”, ejemplifica Otzen. “Los compradores quieren volumen. No están para comprar una estancia porque es poco, pero cuando tú juntas mucho, es mucho mejor para ellos”, explica.
La operación estará liderada por el director Juan Gysling y la socia Cecilia Vilicic, ambos con experiencia en un sistema similar implementado hace años una empresa lanera, que -según Otzen- funcionó exitosamente. “Este sistema ya se probó y funcionó. Estaríamos retomando la idea”, agregó.
El proceso se realizará utilizando las bodegas existentes en la región para el acopio de lana, Asogama no actuará como comprador, sino como articulador y organizador del proceso: “Nosotros juntamos la información: finura, categoría, volumen de cada ganadero… y luego le decimos a todas las empresas compradoras qué es lo que hay. Ellas hacen su oferta”.
Entre los interesados, además de las empresas instaladas en Magallanes, se consideran también compradores chinos con los que la asociación ya ha mantenido contacto.
Consultado sobre el impacto del sistema en los ingresos de los productores, Otzen fue claro: “Creemos que se va a reflejar en mejores precios, definitivamente”.
Lana magallánica en India
Tras más de dos años de gestiones con las autoridades agrarias, se logró conseguir la certificación sanitaria que permite la exportación a India. “El proceso duró mucho, pero lo importante es que ya está concluido y tenemos un certificado validado por India que podemos cumplir sin problema”, señaló Otzen.
El interés de India por el vellón regional se centra principalmente en el color blanco natural de la lana magallánica, un atributo que facilita el teñido y la elaboración de productos terminados de alta calidad. Esta característica ha captado la atención de compradores indios, quienes ya habían mostrado interés mediante videoconferencias coordinadas por ProChile.
Según Otzen, espera concretar las primeras exportaciones en el primer semestre de 2026. Aunque la producción regional no es suficiente para cubrir la demanda de mercados gigantes como China o India en su totalidad, Magallanes tiene la capacidad de suministrar volúmenes iniciales. “Estamos comenzando con un grupo reducido de empresas interesadas”, afirmó Otzen.




