“La Ola”: Feminismo sin barreras

Por Guillermo Muñoz Mieres,

periodista

Chile, 2025

Director: Sebastián Lelio

Protagonistas: Daniela López, Avril Aurora, Amparo Noguera

En Netflix

Esta película no tiene nada que ver con aquella cinta alemana estrenada el año 2008 con el mismo título y que narraba el caso de un profesor que realiza un experimento pedagógico con sus alumnos para demostrar si el nazismo podía repetirse en los tiempos actuales.

Al contrario, es una película chilena producida por Netflix, que estuvo algunas semanas en las salas de cine, y su título hace referencia al movimiento feminista que se toma las universidades durante el año 2018 con denuncias y “funas” contra profesores y estudiantes por acoso y abuso sexual.

Lo llamativo es que el tema se aborda desde el musical, un género difícil de llevar adelante para cualquier cineasta, porque requiere, además de tener una historia y las ganas por contarla, agregar piezas musicales, coreografías y controlar un nivel de producción que se arriesga a no recibir el reconocimiento de un público que evade en ocasiones este tipo de películas con un argumento básico: “Aburren cuando comienzan las canciones”.

Pero otro detalle llamativo a considerar es que está dirigida por Sebastián Lelio, un realizador que ya inscribió su nombre en la historia del cine chileno tras obtener el segundo premio Oscar para Chile por “Una mujer fantástica” (2017), además de contar en la actualidad con una filmografía de nivel nacional e internacional donde sus personajes principales son mujeres que deben enfrentar un entorno algo más que hostil, sea en Chile o el resto del mundo. Los ejemplos son varios, actrices de renombre incluidas: desde “Gloria” (2013), con Paulina García en su versión chilena y después Julianne Moore en su versión hollywoodense (Gloria Bell, 2018), sobre una mujer que se resiste a envejecer; “Desobediencia” (2017) con Rachel McAdams y Rachel Weisz, sobre dos mujeres que reencuentran su identidad sexual; o “El prodigio” (2022), con Florence Pugh como una enfermera que debe enfrentar el dogma religioso de una comunidad rural en Irlanda.

Y “La Ola” puede ser considerada la obra con la que Lelio retoma a Chile, donde el escenario principal son los pasillos universitarios, con estudiantes de las carreras de Música y Teatro que han decidido rebelarse contra una institucionalidad a la cual consideran patriarcal y cómplice de todo lo que acontece. Y de esa multitud surge el protagonismo de Julia Espinoza, una estudiante que solidariza con la causa feminista, pero que mantiene cierta duda y temor de revelar que ha sufrido el acoso y abuso de Max, ayudante de una exigente profesora que enseña el secreto del canto como la derrota que la voz le proporciona al viento.

Para esto, Lelio despliega largos travellings de una cámara que sigue a Julia desde las salas a los pasillos y, desde allí, al patio de la facultad, con coreografías de gran nivel, discursos y cánticos que aluden a los acusados, pero también donde tienen espacio para defenderse y sembrar el manto de una duda.

“La Ola” avanza entre la intimidad de Julia y las asambleas universitarias, con un relato que adquiere cierto tono onírico y diálogos que se expresan con cierta ambigüedad, donde si bien está en primera línea la seriedad del tema, también puede existir espacio para la ironía.

Sin embargo, a pesar de este recurso narrativo, la película no esconde esa amargura que, de vez en cuando, expone e identifica al cine chileno, donde apenas se permite un chiste, menos en doble sentido, y un relato que sutilmente roza con el terror.

Si bien son escasos los precedentes, “La Ola” es la mejor película musical chilena realizada hasta el momento. Puede atrapar de principio a fin sin problema, pero aunque suene superficial, dentro de tantas coreografías y cantos, carece de una o más composiciones musicales que la hagan memorable. No es un tema menor. Algunas películas musicales lo han logrado.

Y si bien tener un hit no hace una buena película musical, por este detalle “La Ola” puede terminar como lo que llega finalmente a las costas de Magallanes cuando se anuncia que viene un tsunami.