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Política Nacional de Zonas Extremas, una buena noticia para Magallanes

Por Axel González Domingo 16 de Noviembre del 2025

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La política de desarrollo de zonas extremas (PDZE, por sus siglas) constituye, sin lugar a dudas, el hito más importante de los últimos 20 años para el desarrollo económico, social y productivo de la región de Magallanes y de la Antártica Chilena, no solo por la magnitud de los recursos involucrados, sino también por el alcance territorial que la propia cartera de proyectos establece para toda la década 2025–2035.

¿Pero cuál es realmente el beneficio que la aprobación del PDZE tiene para nuestra región?

Para responder esta cuestión, es importante señalar en primer lugar que nuestra región, por su condición de isla geográfica y lejanía del centro del país, ha estado siempre en una situación de rezago respecto del resto del territorio nacional, especialmente en lo que se refiere al costo de construir infraestructura pública. Es así que, por nuestra baja densidad poblacional y aún bajo nivel de participación en la economía nacional (aportamos entre el 1 y 2% del PIB), rentabilizar grandes obras bajo los parámetros de evaluación tradicionales que impone la orgánica estatal se vuelve una tarea casi imposible para Magallanes.

En función de lo anterior, el destino de Magallanes en lo que respecta a la construcción de grandes obras de infraestructura pública habilitante, teniendo las mismas exigencias que regiones con muchos más habitantes y desarrollo productivo, estaba destinado a un eterno letargo y postergación. Ante esta realidad, la presidenta Bachelet, en su segundo periodo de gobierno, impulsó la idea de generar planes especiales que disminuyeran la creciente brecha de infraestructura pública entre las zonas extremas y el resto del país. Esta primera versión del PDZE, en la década 2014–2024, significó, sin lugar a dudas, un salto cuantitativo y cualitativo para el desarrollo de Magallanes, financiando obras por más de $500 mil millones de pesos y materializando iniciativas emblemáticas como el CADI UMAG, con 6.500 metros cuadrados edificados; la pavimentación total de la ruta Porvenir–Manantiales, con 120 km de pavimento de alto estándar; la conexión de Magallanes con la fibra óptica al resto del país mediante el tendido de un cable submarino de 3.953 kilómetros; o la construcción del muelle multipropósitos de Puerto Williams.

Teniendo a la vista los enormes beneficios de poder disminuir las brechas de las zonas extremas, y en su condición de originario de una de estas zonas, el Presidente Boric avanzó un peldaño más, impulsando la “política nacional de zonas extremas”, lo cual permite pasar de una evaluación financiera anual de la cartera de iniciativas en zonas extremas a la posibilidad de establecer planes de infraestructura de largo aliento, con financiamiento identificado y comprometido por cada uno de los ministerios que aportan con obras en el PDZE.

Lo anterior, si bien pudiera parecer un simple acto administrativo, en la práctica constituye uno de los actos de descentralización más importantes de la historia de Magallanes, toda vez que reconoce nuestra condición de aislamiento y establece una política que, en estricto rigor, “bombea” recursos desde el nivel central del país directamente hacia nuestra región. De igual forma, fortalece nuestra soberanía nacional al poder llevar infraestructura a zonas remotas del país, como, por ejemplo, la localidad más austral del continente: Puerto Toro.

Pero, como nobleza obliga, es innegable que los frutos que está viviendo nuestra región producto del PDZE no hubieran sido posibles sin el liderazgo del Gobernador Flies, quien logró, por ejemplo en el PDZE I, que Magallanes fuera la única región de todas las consideradas en este plan que financiara proyectos y que, por el éxito de esta primera versión, durante la campaña presidencial del actual presidente Boric, solicitara expresamente transformar este plan en una política permanente de Estado.

Si bien se han levantado algunas voces minoritarias que, con una clara intencionalidad de opacar la buena noticia que constituye el PDZE para Magallanes, cuestionan el plan por temas de participación o financiamiento, esto solo deja en evidencia la miopía que muchas veces afecta la visión por el atrincheramiento político coyuntural. La verdad, dicha sea de paso, es que el día viernes 14 de noviembre de 2025, con la aprobación final del PDZE por más de 2,4 billones de pesos programados en 10 años, no solo marca el comienzo de una de las políticas de mayor alcance en la historia moderna de Magallanes, sino que también deja en claro que las políticas construidas con la ciudadanía y escuchando a todas y cada una de las comunas de nuestra región constituyen una fórmula exitosa de descentralización y progreso.

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