Cónsul honoraria de Francia en Magallanes llama a preservar la memoria del 11 de noviembre: “Nunca les olvidaremos”

En una ceremonia realizada en el Cementerio Municipal de Punta Arenas, la cónsul honoraria de Francia en Magallanes, Claire Bourguignon, encabezó la conmemoración del 11 de noviembre, fecha que recuerda la firma del armisticio de 1918 que puso fin a la Primera Guerra Mundial. La actividad reunió a integrantes de la Asociación Cultural Franco-Magallánica, descendientes de franceses en la región, integrantes de la Pompe France (Bomba Francia) y representantes de la comunidad local.

Bourguignon destacó que esta fecha no sólo es significativa para Francia, sino también para muchas familias magallánicas cuyos antepasados -padres, abuelos e incluso bisabuelos- regresaron a Europa para luchar por su país. “Es un día de memoria para todos quienes tienen una historia ligada a esa generación que defendió la libertad”, señaló.

La cónsul recordó que el armisticio se firmó a las 11 horas del 11 de noviembre de 1918, en un vagón del Estado Mayor francés en el bosque de Compiègne, marcando el fin de más de cuatro años de combates. “La Gran Guerra fue una guerra de una violencia extrema: trincheras inhumanas, frío, ratas, lodo, hambre y millones de muertos y heridos”, dijo. Solo Francia perdió alrededor de 1,4 millones de soldados y tuvo más de tres millones de heridos, muchos de ellos desfigurados.

En medio del horror, subrayó Bourguignon, surgió un símbolo de esperanza: le bleuet, el aciano, una pequeña flor azul que crecía en los campos de batalla. Su color coincidía con los uniformes de los jóvenes soldados franceses, conocidos como ‘les bleuets’, mientras que los veteranos eran llamados ‘les poilus’ (los peludos, porque no tenían ni el tiempo ni los medios para afeitarse en la batalla). Con el tiempo, la flor se transformó en el emblema del 11 de noviembre, asociado a la memoria, la solidaridad y la paz.

“¿Qué son las celebraciones del 11 de noviembre si no un grito universal de ‘nunca más’?”, expresó Bourguignon, quien llamó a transmitir a las nuevas generaciones el sacrificio de quienes lucharon por la libertad. Citó a Victor Hugo: “Le souvenir, c’est la présence invisible / Los recuerdos son la presencia invisible”.

La ceremonia concluyó con un minuto de silencio solicitado por la cónsul, quien reafirmó: “Nunca les olvidaremos”.