Necrológicas
  • – Paola Alejandra Urrutia Provoste
  • – Leonidas Gómez Gómez
  • – Mariette del Carmen Cruzat Varas
  • – Carmen Gloria Sabarots Díaz

Mauricio Sandoval Romero y Ricardo Sandoval Urquiza

Por Carlos Contreras Martes 18 de Noviembre del 2025

Compartir esta noticia
105
Visitas

Con casi dos días de diferencia dejaron el mundo sensible dos enormes personas que tuve el privilegio de conocer y transitar con ellos en diferentes etapas y circunstancias de la vida que me permiten compartir con cariño, respeto y admiración algunas palabras acerca de su calidad humana y la huella que dejan en aquellos que nos quedamos.

A Mauricio Sandoval Romero lo conocí hace más de 23 años en circunstancias en que él presidía el Colegio de Abogados de Magallanes y a mí me correspondía, como funcionario de gobierno difundir la reforma procesal penal y su instalación a contar del 16 de diciembre del año 2002. Sin pretender, en caso alguno formar parte de la institucionalidad pública, siempre manifestó una vocación hacia lo público entendiendo que ello constituye un complemento necesario para afrontar los problemas que aquejan a la sociedad y, especialmente a las personas más desposeídas, teniendo plena claridad de aquello es importante en uno y en otro ámbito. Como abogado ha dejado un enorme ejemplo de constancia, dedicación, perseverancia y entereza
a los abogados más antiguos se n
os entregaba como parte de nuestra formación el decálogo del abogado de Eduardo J. Couture que establece las obligaciones del letrado en los siguientes términos: estudia, piensa, trabaja, lucha, se leal, tolera, ten paciencia, ten fe, olvida y ama tu profesión y, sin lugar a dudas, Mauricio es de los pocos abogados que pueden ser ejemplo de cada uno de estos mandatos y se agradece su ejemplo que de algún modo va a trascender, no sólo en sus contemporáneos, si no que en colegas más jóvenes que tendrán una preciosa carga que soportar. Como ser humano dedicó mucho tiempo a su comunidad de diversas formas y en distintas acciones y organizaciones que no voy a revelar, pues una de sus características, además de la discreción, era su humildad, especialmente cuando se trataba de la caridad y aunque no las mencione por respeto a su memoria, muchos saben a que me refiero. Como amigo sin perjuicio de muchas características comunes a la amistad, se agradece su honestidad brutal, su franqueza y su juicio claro y certero.

A Ricardo Sandoval Urquiza lo conocí en la misma época con escasos meses de distancia y desde un primer momento me deslumbró su sabiduría desde el silencio, cuestión poco usual en la sociedad, pues cualquier persona vocifera acerca de lo que sabe para obtener reconocimiento, pero en el caso de Ricardo su sabiduría nacía de un silencio activo, conociendo su entorno para después emitir una opinión con voz calma, reflexiva y precisa que generalmente otorgaba certezas que sin su intervención nunca habríamos tenido, se trata de la sabiduría de los años y de la experiencia que ha sido enriquecida con un profundo amor por la humanidad que se denomina filantropía en su más puro y claro concepto. En lo humano su calidad de marido, padre y abuelo presentó niveles superlativos, realmente excepcionales con una capacidad para estar atento a cada requerimiento de su familia en forma eficiente, amorosa y preferencial; un ejemplo a seguir, sin duda alguna. En lo cotidiano derrochó la simpleza para afrontar las situaciones más complejas, fue el primero entre sus iguales dejando la huella de aquel que vino a este mundo a contribuir para nuestra felicidad, alegría, progreso y desarrollo
humano.

Dos personas espléndidas, dos hombres que no sólo compartieron el apellido, sino que también una calidad humana excepcional, no obstante ser distintos. Por supuesto que dejan un vacío, pero también dejan una impronta que sólo algunos podrán reconocer y mantener
con eso basta.        

Pin It on Pinterest

Pin It on Pinterest