Fallas sistémicas y negligencia: las causas detrás de la muerte de cinco turistas por hipotermia en el paso John Gardner

• Investigaciones apuntan a la ausencia de guardaparques, falta de información climática precisa y presión del sistema de concesiones como factores que contribuyeron a la muerte de cinco turistas en el circuito Macizo Paine.

Lucas Ulloa Intveen
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La tragedia ocurrida en el Parque Nacional Torres del Paine el lunes 17 de noviembre, que cobró la vida de cinco turistas extranjeros en el circuito Macizo Paine, expone graves negligencias, fallas administrativas y problemas sistémicos en la operación del parque. Este jueves, la Fiscalía de Magallanes confirmó que la causa de muerte de los cinco turistas fue hipotermia. La investigación que lleva a cabo el Ministerio Público busca determinar formalmente las causas y establecer responsabilidades por la tragedia.

Los hechos se desencadenaron en el paso John Gardner. Los turistas, que formaban parte de un grupo de aproximadamente 69 personas, partieron desde el campamento Los Perros a las 6 de la mañana del lunes. Cuatro horas después, hacia las 10 de la mañana, las condiciones climáticas cambiaron “con una velocidad aterradora”, según relataron los propios sobrevivientes. El tiempo se volvió extremo, con nieve y vientos muy fuertes, y algunos turistas quedaron atrapados, sufriendo caídas casi mortales.

Principales causas

La investigación del Ministerio Público no descarta ninguna hipótesis, incluyendo un eventual “incumplimiento de algún deber de cuidado”, sostuvo el fiscal regional, Cristián Crisosto. Por su parte, sobrevivientes y guías experimentados señalan un “sistema de fallas” entre las autoridades.

El factor más crítico, según los turistas y confirmado por guías, fue la falta de personal capacitado en montaña y la ausencia de guardaparques en las porterías de los senderos más peligrosos del Parque Nacional Torres del Paine. El director de Conaf Magallanes, Mauricio Ruiz, reconoció que el lunes de la tragedia, los guardaparques presentes en el parque se encontraban “llegando y en trayecto hacia su lugar de trabajo”, debido al cambio de turno y a las elecciones del día anterior.

El Sindicato de Conaf defendió a los funcionarios, señalando que la falta de personal en terreno responde a recortes presupuestarios históricos, instruidos por el Ministerio de Hacienda y la Dirección de Presupuestos.

Otra arista la plantearon guías de turismo, quienes criticaron el sistema de concesiones que “obliga a avanzar a los turistas”, priorizando el lucro sobre la seguridad. Si un visitante se retrasa por mal clima, pierde su cupo y debe pagar nuevamente, lo que presiona a continuar la ruta pese a las condiciones adversas.

Desde el Sindicato de Conaf, complementaron esta crítica, acusando a la industria turística de presionar históricamente para evitar cierres de senderos, ya que estos implican que los 2.000 visitantes diarios deban permanecer más tiempo, impidiendo que otros ingresen.

Por su parte, la concesionaria Vértice S.A. defendió su operación, asegurando que su política es flexible y que la permanencia de pasajeros por mal clima en sus campings o refugios no genera costo adicional.

Falta de advertencias

Los sobrevivientes denunciaron que no hubo advertencias claras sobre la severidad del clima. Por el contrario, se les informó que el paso estaba “abierto y era seguro para seguir”.

Conaf sostiene que las condiciones climáticas se advierten diariamente y que la empresa concesionaria las muestra en pantallas, apelando a la responsabilidad individual de los visitantes. Sin embargo, Conaf es la institución responsable de informar sobre el estado de los senderos y de autorizar o suspender caminatas.

El director de Conaf explicó que la alerta entregada por el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred) pronosticaba vientos fuertes (hasta 90 km/h) y chubascos débiles, por lo que no ameritaba un cierre del parque ni de senderos. Cabe mencionar que el pronóstico no describía tormenta blanca ni condiciones excepcionales, sino condiciones habituales en la Región de Magallanes.

Controversias en
la evacuación

La respuesta a la emergencia fue criticada por los sobrevivientes, quienes reportaron que durante la tarde del 17 de noviembre estuvieron “completamente solos”. La primera búsqueda fue autogestionada, ya que no hubo un operativo oficial ese día.

Vértice afirmó que el regreso y la evacuación fueron coordinados con autoridades y que pusieron a disposición vehículos y sistemas de comunicación. Sin embargo, Christian Aldridge relató que la primera indicación fue regresar “por nuestros medios, por el mismo lugar donde entramos”, y que la evacuación aérea sólo se logró gracias a la “intensa presión externa” ejercida mediante redes sociales, gobiernos, embajadas y medios de comunicación.

Aunque algunos fueron evacuados por vía aérea, Aldridge lamentó que no todos los afectados recibieron la misma asistencia; algunos tuvieron que caminar y pagar campings, comida y transporte.

La operación de evacuación de los cuerpos, catalogada como de alta complejidad, se inició el miércoles tras una ventana meteorológica y fue coordinada por Carabineros, Ejército, Conaf y la Fuerza Aérea (FACH). La emergencia se dio por terminada el viernes posterior, una vez evacuados vía terrestre los últimos turistas en tránsito.

Este viernes también comenzaron a ingresar las primeras denuncias al Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) por parte de turistas extranjeros. Gitty Wagner contó que “Torres del Paine ha estado en mi lista de deseos por años y es devastador ver que un sendero en un parque nacional oficial pueda terminar en una tragedia a raíz de fallas organizacionales”. Criticó además “la forma en que Las Torres ha reaccionado a los incidentes”, denunciando que no han entregado información suficiente para planificar sus viajes. “Tenemos experiencia en excursiones por glaciares, pero sin información precisa del clima y estado de los senderos, no podemos aventurarnos responsablemente”.

Futuras medidas

La Fiscalía de Magallanes continúa tomando declaraciones de personal de Conaf, de Vértice y de turistas sobrevivientes. El director regional de Conaf está citado a declarar, al igual que guardaparques ausentes y operadores turísticos.

Tanto Conaf como el delegado presidencial han señalado que se requiere una revisión exhaustiva de procedimientos, administración, capacidades y recursos para enfrentar futuras situaciones. Conaf se comprometió a mejorar la coordinación con la empresa y a tomar medidas de resguardo total en situaciones críticas, aunque las medidas administrativas específicas aún están en evaluación. El circuito Macizo Paine permanece cerrado hasta nuevo aviso mientras se trabajan garantías y nuevas medidas de seguridad.

A diferencia del Paine, el Chaltén cerró 

“Las responsabilidades son compartidas”, afirma a El Mercurio el montañista Pablo Besser, quien regresaba de una expedición por Campos de Hielo Sur, en zona con alerta. Él y un compañero salieron de Chile por el paso Marconi bajo lluvia, viento y nieve. “En El Chaltén lo sabían y cerraron el parque y las carreteras, porque se volcaron autos. Cerraron un día. Hacen prevención”, comenta. Besser destaca que, aunque en El Chaltén se hacen excursiones de un día, debieron cerrar. Señala que los excursionistas deben ir preparados, con equipo y tecnología, y propone medidas como cerrar pasos ante alertas, “una bandera roja como en la playa”. Critica también a empresas que obligan a continuar pese a las condiciones, arriesgando a los turistas por reservas costosas. Sobre Conaf, afirma que aunque regula concesiones, su presencia en los senderos es limitada: “Es más fácil encontrar un puma que un guardaparque”.