La centroderecha anotó su peor resultado electoral a nivel de diputados desde el retorno a la democracia

 En los comicios del pasado domingo, la alianza integrada por Renovación Nacional, la Unión Demócrata Independiente y Evópoli obtuvo sólo 9 mil 515 votos, muy por detrás del oficialismo y de la lista de derecha Cambio por Chile, la cual alcanzó las 26 mil 494 preferencias.

Marcos Sepúlveda Loyola

“Nuestra expectativa es llegar a los 10.000 votos”, así señaló un confiado Ricardo Hernández, quien solo obtuvo 2 mil 387 preferencias. El hombre se tenía fe, ya que en las pasadas elecciones municipales y regionales su partido, Evópoli, había tenido una buena votación en la Provincia de Magallanes y la candidata a gobernadora regional, Daniela Arecheta, sacó cerca de 20 mil votos.

Al interior de Chile Vamos existía una confianza similar: competían con una lista con figuras conocidas por la sociedad; creían que el factor Claudio Radonich, quien obtuvo más de 50 mil votos en las pasadas contiendas por el Palacio Montes, iba a permear en los números finales; que los resultados de las últimas elecciones municipales, en donde Renovación Nacional creció a nivel de concejales y alcaldías en la región, o que la deriva del electorado hacia posiciones más de derecha iban a aportar a retener el cupo por el distrito 28.

Inclusive las encuestas corrían con viento a favor para Chile Vamos: un estudio realizado por la Facultad de Economía, Negocios y Gobierno de la Universidad San Sebastián señalaba que el tercer escaño por Magallanes se lo iba a quedar Chile Grande y Unido, conocido popularmente como Chile Vamos. Otro estudio, elaborado a pocos días de las elecciones generales por la consultora Imaginacción, propiedad del exministro concertacionista Enrique Correa, proyectaba que la región experimentaría “un leve giro hacia la derecha” en la elección parlamentaria y que el centroderechista Christian Matheson resultaría electo.

Nada más lejano de la realidad. Christian Matheson bajó de los 7 mil 500 votos obtenidos en 2021 a 2 mil 770 sufragios, siendo superado por la exdelegada piñerista Jennifer Rojas, quien obtuvo 3 mil 540 votos. De los 18 candidatos a diputados que se presentaron, doce sacaron mayor votación que el diputado en ejercicio.

A nivel nacional, la centroderecha pasó de 54 diputados a 34. A esto se suma el quinto lugar de Evelyn Matthei, quien en Magallanes obtuvo 11 mil 784 votos y, a nivel nacional, 1,6 millones de sufragios.

Fusionarse en un solo partido, sumarse a las huestes de José Antonio Kast y perseguir responsabilidades por el diseño de la campaña son algunas de las ideas que rondan a nivel nacional.

En conversación con El Magallanes, Jorge Balich Rogel, histórico dirigente de Renovación Nacional, responsabilizó a la falta de conducción regional y nacional, y planteó incluso la necesidad de “formar un conglomerado nuevo” que agrupe a la derecha tradicional hoy “huérfana”. También cuestionó la falta de apoyo interno entre liderazgos: “Radonich sacó 50 mil votos y la candidata de RN sólo 3 mil 500… ¿Hubo compromiso real?”, preguntó.

“La dirigencia que tenemos hoy en día no está dando los resultados que ameritan para trabajar con la ciudadanía”, cuestionó Balich, quien pidió ponerse manos a la obra, ya que en dos años más se vienen las elecciones municipales y regionales. “Es el momento de que se miren bien los dirigentes políticos en poder determinar el futuro de la derecha en Chile”, declaró.

Ricardo Hernández (Evópoli) calificó los resultados como una “derrota contundente” y afirmó que no lograron sintonizar con la ciudadanía. Para Hernández, la correlación entre la débil votación presidencial de Evelyn Matthei en Magallanes y el resultado parlamentario explica parte de la caída. “Yo me la jugué desde el día uno por Evelyn y no me arrepiento”, señaló, agregando que los partidos tradicionales ya no son indispensables para mantener presencia política: “Parisi lo demostró”.

Sobre el futuro orgánico de Evópoli, fue tajante: “El partido se diluye, así que no hay mucho que hacer”. Aunque no anticipó una renuncia formal, apuntó a la inminente desaparición legal de la colectividad en la región por no alcanzar el 5% necesario.

Para el presidente regional de la Udi, Arturo Storaker, los resultados no fueron los esperados y profundizaron “un sentimiento de desazón en nuestras bases”. “El análisis vendrá, pero hoy la prioridad es mirar hacia adelante y enfocarnos en la segunda vuelta presidencial”, añadió Storaker, quien anunició su apoyo a la candidatura de Kast.

La mirada crítica de Rodrigo Álvarez

“Chile Vamos se equivocó profundamente en su estrategia electoral”, señaló el exdiputado, convencional constituyente e histórica figura gremialista, Rodrigo Álvarez, quien fue uno de los primeros en descolgarse de la candidatura de Evelyn Matthei y decidió apoyar a José Antonio Kast. 

Según Álvarez, “hay problemas de posicionamiento ante la ciudadanía que vienen de años”. Agregó que la derecha tradicional arrastra un desgaste natural tras haber gobernado dos veces sin lograr “herederos políticos”, lo que erosiona su capacidad de competir frente a fuerzas más definidas ideológicamente como el Partido Republicano. “Es un resultado muy desastroso”, enfatizó.

Álvarez situó esta crisis dentro de un proceso mayor: el reordenamiento del sistema político chileno, donde partidos históricos pierden terreno mientras emergen fuerzas como Republicanos, libertarios y el PDG. “Estamos viviendo tiempos de turbulencia y variabilidad… No hemos logrado estabilidad de largo plazo”.

En 2009 quedaron fuera

No es primera vez que la centroderecha pierde su cupo por Magallanes. En 2009, Arturo Storaker (Udi) y Claudio Radonich (RN) no lograron retener el escaño dejado por Rodrigo Álvarez (Udi), frente a la maquinaria electoral de Miodrag Marinovic. En dicha ocasión, 13 mil 833 votos definieron la elección. Ocho años después retornaron a la Cámara Baja de la mano de Sandra Amar (Udi). En 2021, Christian Matheson revalidó el cupo.

La caída de la centroderecha en Magallanes a nivel parlamentario no es nueva: en 20 años pasaron de obtener más de 16 mil votos a menos de 10 mil. Pero si se compara a 30 años, la diferencia aumenta, ya que en las elecciones de 1989 sacaron más de 24 mil sufragios. La mejor votación del sector ocurrió en las diputacionales de 2001, donde superaron las 27 mil preferencias.