“Diez años de tramitación ambiental es inviable” para proyectos de hidrógeno verde en Magallanes

• El presidente de la Asociación de Hidrógeno Chile advirtió que estos plazos hacen que los planes de inversión sean poco factibles de materializar frente a la competencia internacional.

Con un fuerte llamado a “cimentar el futuro”, teniendo en cuenta la realización de la actividad en un espacio de la Junta Nacional de Jardines Infantiles (Junji), se inauguró la tercera feria educativa de hidrógeno verde (H2V) en Magallanes. El evento, enmarcado en el Eje 1 (Gobernanza) del programa Transforma Hidrógeno Verde Magallanes, cofinanciado por Corfo y el Gobierno Regional, tuvo como principal objetivo comunicar y educar a la comunidad sobre la industria del hidrógeno, el desarrollo territorial y capital humano necesario, así como la situación actual.

Un elemento destacado por prácticamente todas las autoridades fue el emplazamiento de la feria en un recinto de la Junji, el Centro Integral Infantil de Juego y Movimiento (Ciijum), un lugar de expresión para niños en etapa preescolar. El lugar fue relevado por su efecto simbólico, ya que busca conectar el desarrollo industrial con el futuro de los niños de la región.

Los representantes del gobierno central y regional, como el ministro de Economía y Energía, Alvaro García, el gobernador regional Jorge Flies y el delegado presidencial José Ruiz Pivcevic, coincidieron en que el H2V no es sólo una oportunidad económica de gigantesca magnitud para Magallanes y Chile, sino una política de Estado que debe trascender los gobiernos.

“Energía de la colaboración”

El ministro García enfatizó que para aprovechar el potencial del viento magallánico, se requiere la “energía de la colaboración”. Comparando esta oportunidad con los ciclos históricos del salitre y el cobre, el secretario de Estado sostuvo que ahora es necesario construir una industria más rica y extensa, enfocada en el desarrollo de infraestructura, la capacitación de recursos humanos y el levantamiento de una industria de proveedores. En cuanto a gestión, destacó la aprobación de la Ley de Permisos Sectoriales y la inversión de Corfo, que ha direccionado más de 56 millones de dólares a proyectos, sumando 47 millones de dólares en inversión privada.

El gobernador Flies puso el foco en la responsabilidad generacional y la necesidad de “soñar en conjunto” para impactar positivamente el cambio climático. Subrayó la importancia de una gobernanza multinivel y afirmó que Magallanes se está preparando sin generar “expectativas de más, sino que prepararnos para cosas que conocemos”. Además, detalló la inversión pública, destacando el rol de la Empresa Portuaria Austral, que pasará de una inversión de 10 millones (dólares) en 30 años, a 130 millones en los próximos 5 años.

Kulka y H2V Chile

Desde la perspectiva de la industria, Marcos Kulka, presidente de la Asociación de Hidrógeno Chile, fundamentó el desarrollo de esta industria en la crisis climática. Explicó que podría ser la solución para descarbonizar sectores donde la electrificación es difícil o inviables, como la industria del acero, el cemento, el transporte marítimo y la aviación. En Magallanes, la aplicación clave es la producción de amoníaco para fertilizantes, crucial para la cadena alimentaria global. 

Kulka destacó que la industria ya no es una ilusión, con más de $110 mil millones de dólares en inversiones anunciadas a nivel mundial, y China siendo el actor más relevante con el 50% de la producción.

Respecto a la ventaja competitiva de Chile, Kulka afirmó que el bajo costo de la energía (viento en Magallanes, sol en Atacama) es fundamental, ya que la electricidad puede representar el 60% del costo de producción del H2. Gracias a esto, Chile podría llegar a captar un 15% del mercado mundial de combustibles sintéticos y amoníaco verde.

Sin embargo, identificó como el principal cuello de botella que frena el avance esperado algo bien sabido: los largos plazos de tramitación de los proyectos. Kulka explicó que, desde sus estudios de prefactibilidad, la tramitación promedio se extiende hasta 10 años. Advirtió que estos plazos hacen que los proyectos sean “inviables” frente a la competencia internacional, a pesar del amplio consenso político para resolver esta barrera.