Umag fue “tomada” por los alumnos luego que rectoría no accediera a demandas de la Federación de Estudiantes

Luego de que por mayoría los estudiantes de la Universidad de Magallanes votaran la opción “a favor” durante una asamblea realizada en la tarde de este jueves, anoche los alumnos se “tomaron” la casa de estudios regional luego de que la rectoría no acogiera la principal demanda de la Federación de Estudiantes: la remoción del vicerrector de Administración y Finanzas, Freddy Cabezas, frente a la crisis estructural y financiera que enfrenta la universidad. “No podemos ser cómplices”, advierte la Feum, señalando que “nos vemos en la obligación de manifestarnos y forzar los cambios que se necesitan”.

Durante la votación, 360 asistentes se inclinaron a favor de la “toma”, otros 156 se pronunciaron el rechazo y otros 8 se abstuvieron. En la Umag cursan estudios unos 4 mil alumnos.

Anoche los manifestantes bloquearon los principales accesos con sillas, lo que generó la presencia de Carabineros, sin que se reportaran incidentes.

Respuesta de la Umag

La rectoría de la Universidad de Magallanes, encabezada por José Maripani, emitió una carta en respuesta a la misiva recibida este miércoles 3 de diciembre de la Mesa Ejecutiva de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Magallanes (Feum). La carta solicitaba formalmente la remoción o renuncia de Freddy Cabezas, vicerrector de Administración y Finanzas, en el marco de la reciente crisis de seguridad que incluyó vandalización y la detección de una amenaza en dependencias universitarias.

La rectoría no accedió a la solicitud de remoción inmediata, pero reconoció la “preocupación legítima del estudiantado por la seguridad y el bienestar de toda la comunidad universitaria”.

En relación con la solicitud de remoción, el rector Maripani se comprometió a “investigar con rigor cada uno de los puntos planteados en su carta”.

La universidad enfatizó que cualquier análisis de las decisiones adoptadas o de eventuales responsabilidades deberá considerar no sólo la normativa vigente y los informes técnicos de las unidades pertinentes, sino también las comunicaciones sostenidas con organismos externos, como Carabineros.

El rector Maripani señaló que la evaluación de la gestión debe ser “más amplia que la mirada parcial, aunque legítima, que pueda tener un estamento en particular”. Las autoridades universitarias y vicerrectorías están apoyadas por equipos profesionales y por información detallada que permite ponderar la seguridad del personal, la continuidad del servicio educativo y la estabilidad financiera de la institución.

Control de la amenaza

En contraste con la calificada como “negligente respuesta” dada frente al atentado contra el mural de Silvio Francisco Bettancourt registrado el pasado sábado 29 de noviembre en el edificio de Humanidades, la Umag destacó la “respuesta diligente frente a los hechos”.

“Apenas se detectaron indicios de intervención en el mural y la presencia de elementos extraños en el edificio de Humanidades, los guardias realizaron rondas adicionales, revisaron cámaras, resguardaron evidencia (como un teléfono celular encontrado) y, al confirmar la posible presencia de personas ajenas en el recinto, dieron aviso oportuno a Carabineros e informaron al jefe de Seguridad de la Universidad”, detallaron en su carta a los estudiantes.

Posteriormente, “durante la mañana, ampliaron la revisión en las dependencias y lograron ubicar a tres personas al interior de una sala, informando de la situación a las autoridades correspondientes y aportando todos los antecedentes a Carabineros. Gracias a este proceder, en pocas horas fue posible individualizar a los presuntos responsables del hecho vandálico y activar la intervención de OS-9 y Labocar”.

A su vez, explicaron que en base a las amenazas escritas en una pizarra, en una sala utilizada por centros de estudiantes en el edificio de Humanidades, “correspondería a una situación distinta a la vandalización del mural”, según aseguró el rector Maripani. “Esto tras conocerse la existencia de una autodenuncia presentada por un estudiante de la Universidad ante la Fiscalía Universitaria y Carabineros, lo que permitió esclarecer su origen y eventual vinculación con los hechos investigados”.

Además agregaron que Carabineros se apersonó en el campus durante los días sábado y domingo, inspeccionó las dependencias, revisó los registros de cámaras “sin identificar la existencia de un riesgo inminente para la integridad de la comunidad universitaria ni una amenaza que justificara la suspensión de actividades académicas y administrativas”.