“Elvis” para todos los gustos (1ª parte)
Si intentamos una retrospectiva en materia de música popular del siglo XX, concluimos que las décadas de 1950 y 1960 fueron determinantes en el rumbo futuro del arte de los sonidos. En esos años, un solista estadounidense (Elvis Presley) y un conjunto británico (The Beatles) lideraron indiscutiblemente ese cambio de rumbo. Con ellos surgía masivamente el rock; a partir de ellos y hasta nuestros días, el rock está presente en la música popular, dejando en claro que eso no significa que hayan sido los fundadores o inventores del estilo. No lo fueron, pero lo masificaron.
En esta oportunidad nos referiremos a Elvis Presley y a una de las manifestaciones o efectos de su fama: la proliferación de distintos “Elvis” en diferentes puntos del globo, que también fueron famosos y brillaron con luz propia. Esta fiebre llegó hasta Chile y, si bien no tuvimos un “Rey del Rock”, tuvimos a Luis Dimas, “El Rey del Twist”.
Johnny Hallyday, “El Elvis Francés”
Jean-Philippe Léo Smet (1943-2017), conocido como Johnny Hallyday, fue quien llevó el rock and roll a Francia a principios de los años sesenta. Con un impresionante parecido a Elvis Presley, emuló su estilo desafiante y fue -esencialmente- un showman, un intérprete de voz privilegiada y gran sentido de la puesta en escena. Si bien fue medianamente conocido a nivel mundial, su éxito arrollador se circunscribió a las fronteras de Francia.
Entre 1965 y 1980 estuvo casado con la actriz y cantante Sylvie Vartan, el matrimonio históricamente más célebre del espectáculo francés. La fama de Vartan traspasó las fronteras de su país y -en nuestra opinión- su calidad artística estuvo siempre muy por encima de la de su marido.
De los éxitos de Hallyday recordamos Noir c’est noir, la versión que hiciera en la década de 1960 del arrollador Black Is Black de Los Bravos, el grupo español avecindado en Gran Bretaña. Eso sí, debemos resaltar que en 1977 Hallyday lanzó la primera grabación de J’ai oublié de vivre, la maravillosa canción que fuera registrada en 1978 por Julio Iglesias como Me olvidé de vivir. Hallyday nunca vino a Chile.
Dean Reed, “El Elvis Rojo”
Dean Cyril Reed (1938-1986), actor y cantante estadounidense, tenía la fisonomía del “gringo típico” y ningún parecido físico con Elvis Presley, como tampoco fue cultor del rock. Fue conocido como “El Elvis Rojo” por su pensamiento político de izquierda y por haber forjado su éxito, durante las décadas de 1970 y 1980, en los países de Europa Oriental.
En los años cincuenta intentó triunfar -sin lograrlo- en Hollywood. En la década siguiente se trasladó a Sudamérica, donde su canción Nuestro amor veraniego, grabada en 1959 en su país, logró un éxito sin precedentes. Vivió cuatro años en Argentina y, en 1962, ya había visitado Chile, llegando hasta nuestra querida Punta Arenas invitado por Radio La Voz del Sur. En 1966 fue deportado de Argentina y partió a Roma, donde filmó algunos spaghetti western.
Luego pasaría varias temporadas en Chile, desde donde expresaba su postura crítica hacia Estados Unidos, especialmente por su participación en la Guerra de Vietnam, aunque nunca renunció a su nacionalidad. Aquí forjaría amistad con Víctor Jara y adhirió a la campaña que llevó a la presidencia a Salvador Allende, a quien conoció y de lo cual existen registros fotográficos. Después del Golpe de Estado de 1973, se radicó en la entonces Alemania Oriental; murió en ese país en 1986.
Como dato adicional, señalemos que, en su mejor momento como cantante, grabó la versión inglesa de La novia, la popular canción de Antonio Prieto compuesta por su hermano Joaquín. Sí, aunque usted no lo crea: “Blanca y radiante va la novia, le sigue atrás un novio amante…” y así sucesivamente, pero en inglés.
En la imagen, de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo: Elvis Presley, Bobby Solo, Dean Reed y Johnny Hallyday.




