Aplausómetro
Los actos masivos, especialmente las ceremonias de entrega de viviendas, funcionan perfectamente como un verdadero “aplausómetro” para las autoridades, cuando estas son nombradas o identificadas a viva voz por el maestro de ceremonias.
Hidalgamente, hay que ser justos y reconocer que, una vez más, las preferencias fueron más que notorias a favor del alcalde Claudio Radonich durante la ceremonia del miércoles en la que 442 familias recibieron como regalo de Navidad su casa propia. Muy atrás, con apenas tibios aplausos, quedó el gobernador, y de ahí para abajo, poco y nada.
Sin duda, la ovación y el cariño popular tientan al hombre del Palacio Montes a postularse a otro cargo de representación popular. Quién sabe si ahora sí se anima a dar el salto al Parlamento. Por cariño y afecto, al menos, el abogado no se queda atrás.




