“Yo voté Kast”: el testimonio de cinco magallánicos que le dieron el triunfo en una región históricamente de centroizquierda

Marcos Sepúlveda Loyola

Cansancio, miedo y la necesidad de estabilidad fueron los leitmotiv de Francisco Canepa para votar por José Antonio Kast. El joven tiene 18 años y fue la primera vez en que votó. Explica que la crisis de seguridad fue un factor decisivo a la hora de escoger su opción presidencial.

Fue uno de los cientos de adherentes del abanderado republicano que salió, con bandera chilena en mano, a celebrar el contundente triunfo de Kast en las urnas. En Magallanes, más de 62 mil personas votaron por él, en una región que históricamente ha sido de centroizquierda.

Francisco reconoce que hace cuatro años no se le pasaba por la mente darle su voto a José Antonio Kast. Las posturas en contra del aborto en tres causales, su oposición al matrimonio entre personas del mismo sexo y algunas ideas conservadoras en materia valórica no le hacían sentido. “Como se pronunció y dijo que no iba a cambiar esas cosas y que se iba a enfocar más en temas de seguridad y económicos, me gustó más la elección de Kast”, señaló.

Deja en claro que si un eventual gobierno de Kast regresa con su agenda valórica, dejaría de apoyarlo. “Sería una pena que lo hiciera, la verdad no es lo que yo busco”, reconoce.

Sueña con ser ingeniero comercial o industrial. Como muchos magallánicos, se irá a vivir a Santiago. “Quiero un ambiente más estable para poder estudiar y sacar el futuro adelante”, añadió en conversación con El Magallanes, mientras de fondo sonaban cánticos y bocinas de una celebración que se extendió por varias horas el domingo pasado.

Resolver el problema migratorio y de seguridad, según el joven Francisco, deberían ser los principales objetivos del futuro gobierno. “Espero que cumpla”, dice, sin adornos.

Maritza Aravena tiene 47 años y trabaja como promotora en Punta Arenas, para ella, hoy el principal problema del país es la seguridad. Incluso en una ciudad tradicionalmente tranquila como Punta Arenas, asegura que la realidad ha cambiado. “Antes uno no cerraba la reja de la casa, hoy en día sí”, comenta. El miedo, reconoce, también ha modificado sus rutinas: “Uno se va más temprano a la casa y anda con más cuidado”.

“Hoy en día hay más problemas de violencia, incluso en los colegios”, señala, una preocupación que observa de cerca como madre. En ese contexto, valora la forma en que Kast defiende sus posturas. Para ella, es alguien que “siempre ha manifestado sus ideas claras” y que las sostiene “con fuerza y convicción”.

Comenzó a escuchar a José Antonio Kast en 2017. “Desde ese momento le empecé a poner atención a las cosas que decía”, recuerda. Con el tiempo, esa atención se transformó en convicción. “Encontraba que tenía bastante razón, y por eso me convenció”, dice. Desde entonces, ha votado por él en cada proceso presidencial.

El perfil del votante 

Kast ganó en todas las comunas de la región. En Cabo de Hornos, Río Verde y Timaukel superó el 70% de los votos; mientras que en Natales y Porvenir tuvo su rendimiento porcentual más bajo con un 53%. En la capital regional sacó 49 mil votos. 

Estos números fueron ampliamente mayor a los obtenidos por partido Republicano en las últimas elecciones parlamentarias, en donde 18 mil 198 personas votaron por Alejandro Riquelme o Juan José Srdanovic. 

A nivel nacional, logró retener todos sus apoyos de la primera vuelta -un 23,9% del total de los sufragios- y, además, atrajo a más de la mitad de los votantes de Franco Parisi, quien quedó en tercer lugar con cerca del 20% de los apoyos.

Según un estudio de Panel Ciudadano–Universidad del Desarrollo, José Antonio Kast obtiene su mayor apoyo en el estrato C3, la clase media baja, dominada históricamente por la Concertación. Este grupo representa el 29% de los hogares del país, con un ingreso promedio de $871.842 y 2,8 integrantes por familia. El 76% de los jefes de hogar tiene educación media incompleta.

El ultraconservador habría sido el candidato favorito entre hombres y mujeres, con similares tasas de apoyos entre ambos grupos, según el último sondeo de Activa previo a la segunda vuelta.

Por edad, la panorámica es similar. Kast se habría impuesto en todos los grupos de edad: habría rondado el 40% de los apoyos (teniendo en cuenta a abstencionistas e indecisos) entre los menores de 30 años y un 50% entre los mayores de esa edad. Jara habría sido más competitiva entre los más jóvenes.

David Uribe: “Los gobiernos de izquierda no estuvieron a la altura de los problemas de Chile”

Hace más de diez años comenzó a seguir a José Antonio Kast. No fue una adhesión repentina ni impulsiva: para David, Kast ha sido una figura constante, alguien que -desde su punto de vista- advirtió problemas que hoy son parte del día a día del país. Con el tiempo, esa cercanía se transformó en militancia en el Partido Republicano.

David Uribe tiene 36 años, es soldador calificado y lleva más de quince años trabajando. Su vida transcurre entre largas jornadas laborales y el esfuerzo constante por llegar tranquilo a su casa, como muchos chilenos de clase trabajadora. No tiene hijos.

La motivación principal para votar por Kast tiene nombre y apellido: seguridad, educación y salud. “La gente se dio cuenta de que los gobiernos de izquierda no estuvieron a la altura de los problemas de Chile”, sostiene.

El estallido social y sus consecuencias también influyeron en su mirada. Aunque reconoce las demandas que existían, cree que las promesas de cambio no se cumplieron. “Reventaron Chile por 30 pesos, pero hoy tenemos más desempleo, más inseguridad y un sistema de salud quebrado”, dice.

Respecto al perfil del votante de José Antonio Kast, David rechaza la idea de que se trate solo de personas acomodadas. “No es gente de muchos recursos. Es gente trabajadora, obrera, que quiere llegar tranquila a su casa”, enfatiza.

En cuanto al pasado y a las figuras históricas como Pinochet o Allende, David cree que ya no son el eje central de la decisión electoral. Para él, esos debates no influyen tanto como los problemas concretos del presente. En cambio, sí reconoce que el factor anticomunista tuvo peso: siente que el Partido Comunista “divide al país y que la mayoría de los chilenos no quiere ese camino”.

Claudio Vidal: “La seguridad era lo que más importaba”

Claudio Vidal viene votando por José Antonio Kast desde 2017 en las elecciones presidenciales. Sin embargo, en esta ocasión vio una mayor adhesión entre los vecinos de su población, lo que se tradujo en la contundente victoria del pasado 14 de diciembre.

Tiene un taller de reparación automotriz y afirma que desde hace un buen tiempo ha experimentado una baja en los clientes. Señala que las dificultades para llegar a fin de mes, la falta de empleo y la seguridad fueron los puntos que inclinaron su voto. “La seguridad era lo que más importaba”, añadió.

Constanza Aguilante: “Va a sacar a los inmigrantes”

Conoció a José Antonio Kast a través de redes sociales y le sedujo su impronta en los debates. Constanza Aguilante, de 27 años, técnico en párvulos, es otra de las jóvenes que ese domingo salió a celebrar a la Plaza Muñoz Gamero, donde abundaron personas bajo los 40 años, un target que en anteriores concentraciones de la derecha era difícil de ver.

Constanza ya había votado en 2021 por Kast, pero esta vez sentía que la elección definía más cosas. “La idea es que tengamos un país libre de delincuencia, libre de robos, libre de todo”, respondió con convicción. “Va a sacar a los inmigrantes”, añadió. Está convencida de que con Kast las regiones van a vivir mejor.

Desde hace un año es mamá, actualmente se desempeña como dueña de casa y espera buscar trabajo el próximo año.