Necrológicas
  • – Héctor Jorge Castillo Ortiz

La Masonería en la región, en el centenario del templo del Club “Punta Arenas”

Lunes 22 de Diciembre del 2025

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En nuestra reseña de la semana pasada sobre Gabriela Mistral enunciamos en uno de sus párrafos, los orígenes de la Masonería en la región. Nos referimos someramente a la Logia “Estrella de Magallanes” N°25 y mencionamos de paso, al edificio de la Sociedad de Instrucción Popular (Sip) ubicado en Avenida Colón 956, en pleno centro de la ciudad.

Mucha gente ignora -y nos incluimos- acerca de cómo se fueron constituyendo las distintas logias que existen y funcionan en el austro, como asimismo, sobre quienes las conforman; la ignorancia, la superstición, los rumores propalados por sectores conservadores en todo el mundo han generado diversos mitos y leyendas sobre la Augusta Orden. 

De acuerdo con el libro, “De mediodía a medianoche en el estrecho de Magallanes” (2009) del doctor Alvaro Soto Bradasic, la palabra “masón” significa “albañil”, en alusión a los diferentes miembros que corporizaban a los constructores de catedrales europeas en la Edad Media. Eran obreros que guardaban celosamente los secretos de sus oficios. Esta primera etapa se le conoció como “Masonería operativa”, virtudes que fueron asimiladas posteriormente, por artistas, gobernantes, intelectuales y militares, que no siempre estuvieron ligados con el arte de la construcción, pero, que adoptaron elementos como la escuadra, el compás, la plomada, el mazo, el cincel y otros, para transformarlos en herramientas simbólicas, de modo que cada masón de manera individual, pudiera construir su propio “templo interior”, y así, entre todos se levantara el gran templo de una humanidad tolerante, igualitaria, solidaria y fraternal. Con este gran objetivo, propiciaron el nacimiento en Londres, de la Gran Logia de Inglaterra, hito fundacional que marca el comienzo de la llamada Masonería “especulativa” el 24 de junio de 1717.  

¿Cómo llegaron las ideas masónicas a la última capitanía del imperio español en América? La declaración de independencia de las trece colonias norteamericanas el 4 de julio de 1776 heredaba de Inglaterra un principio fundamental: la libertad de expresión. La revolución francesa con sus ideales de libertad, igualdad y fraternidad y en lo político, la separación de los tres poderes del Estado, Ejecutivo, Legislativo y Judicial, repercutieron hondamente entre quienes buscaban independizarse de España, sobre todo cuando en los tiempos del gobierno de José Miguel Carrera, llegó a Chile, la primera imprenta, comenzaron a circular varios libros de los enciclopedistas franceses y se editaron algunos periódicos, como, “Aurora de Chile”, “Monitor Araucano”, “Semanario Republicano” y otros. 

Una vez consolidada la independencia nacional con la incorporación de Chiloé en 1826, empezaron a conformarse algunas Logias en el naciente país, como “Filantropía Chilena”, el 15 de marzo de 1827 en Valparaíso; “Etoile du Pacifique” el 12 de noviembre de 1851; también “Bethesda”; “Aurora de Chile” en Concepción; “Orden y Libertad”, en Copiapó; “Unión Fraternal” y “Progreso” en Valparaíso.

Aunque la Gran Logia se fundó recién, el 24 de mayo de 1862, en Valparaíso, no debemos olvidar que los padres de la independencia de muchos países latinoamericanos incluyendo el de nuestro Chile, fueron reconocidos masones: Simón Bolívar, José de San Martín, José Miguel Carrera, Fray Camilo Henríquez, Bernardo O”Higgins. Fueron masones en su mayoría, los fundadores a mediados del siglo XIX, de la Sociedad de la Igualdad, y de la Sociedad de Instrucción Primaria en Santiago en 1850 y 1856, respectivamente; del Cuerpo de Bomberos Voluntarios en Valparaíso un 30 de junio de 1851 y de la primera asamblea que originó en Copiapó, al partido Radical de Chile, un 27 de diciembre de 1863. 

Además de O”Higgins, el también director supremo Ramón Freire Serrano, fue un reconocido francmasón. En este sentido, es bueno recordar a los lectores que varios masones han dirigido los destinos de la Patria, entre estos, el ciudadano argentino Manuel Blanco Encalada, quien ostenta el privilegio de ser el primer Presidente que tuvo la naciente República en 1826; como asimismo, Arturo Alessandri Palma, Carlos Ibáñez del Campo, -ambos con dos gobiernos cada uno-, Pedro Aguirre Cerda, Juan Antonio Ríos Morales, Gabriel González Videla, Salvador Allende Gossens, e incluso, el general Augusto Pinochet Ugarte, quien perteneció brevemente en su juventud, a la Logia “Victoria” N°15.

No es de extrañar entonces, que a fines del siglo XIX en el territorio de colonización de Magallanes, que comenzaba a despuntar luego del motín de los artilleros, con presencia principalmente, de colonias de extranjeros atraídos por el desarrollo de la industria ganadera y la serie de beneficios que otorgaba la libertad aduanera, un pequeño número de hombres de las más diversas tendencias políticas e ideológicas, librepensadores en su mayoría, hayan decidido reunirse en Punta Arenas en la casa almacén del comerciante inglés Louis Lionel Jacobs, en la actual esquina sur oriente de Roca con Lautaro Navarro, donde hoy se encuentra emplazado el edificio Victoria, para fundar la Logia “Estrella de Magallanes” N°25, reconocida por la Gran Logia de Chile por medio del decreto N°221 del 10 de mayo de 1896. 

Varios factores han impedido establecer con exactitud las actividades masónicas regulares efectuadas en el periodo, debido posiblemente, al incendio que destruyó el edificio de la Gran Logia en Valparaíso, a raíz del terremoto del 15 de agosto de 1906, con la pérdida invaluable de archivos y documentos oficiales. Soto Bradasic conjetura en su libro que, posiblemente, la tenacidad de algunos antiguos iniciados, entre ellos, Alberto Hierholz, Fortunato Ciscutti y Enrique Dumestre, hicieron posible que se instalara por intermedio del decreto N°114 dependiente del Gran Oriente Argentino, la Logia “Luz Austral”, el 1 de julio de aquel año 1906. 

Las dificultades en las comunicaciones con Buenos Aires llevaron a varios masones a solicitar a la Gran Logia de Chile, la reapertura de “Estrella de Magallanes” N°25, lo que se oficializó a través del decreto N°98 emitido por el Gran Maestro de la Gran Logia de Chile, Víctor Guillermo Ewing, quien otorgó la carta constitutiva, el 3 de mayo de 1909.

Sociedad de Instrucción Popular

Entre los principales fundadores de “Estrella de Magallanes” N°25 se hallaban, reconocidas personalidades de las colonias extranjeras que habitaban Punta Arenas, como Antoine Beaulier, Leopoldo Feller, Pablo Dietert, Roberto Ewing y Fortunato Ciscutti.

Una de las primeras medidas adoptadas por los maestros, fue acoger la formulación planteada por Guillermo Wells en el sentido de crear una escuela nocturna para adultos. De esta manera, nació la Sociedad de Instrucción Popular, un 5 de marzo de 1910. En el capítulo dedicado a este tema, Alvaro Soto recurrió al Libro borrador de actas de “Estrella de Magallanes”, recuperada por Washington Gómez Oyarzún, que, en la nota N°159 del 24 de marzo de 1910 informaba lo siguiente:

“Como consta por la planilla 67 de la tenida de aprendices del 15 de marzo de 1910, este taller ha podido poner en ejecución un propósito de hace dos años, de abrir una escuela para la educación del pueblo, escuela nocturna y gratuita, para que todos los obreros y empleados incluidos puedan participar”.

En los primeros directorios colaboraron, tanto elementos de la Orden, como asimismo, importantes vecinos de la comunidad puntarenense como Juan Bautista Contardi, Camilo Feliú y Rómulo Correa. El sólido edificio de la Sip fue diseñado y construido por el arquitecto de origen istriano, y por cierto masón, Carlos Hinckelmann, autor también de otras obras de importancia en Punta Arenas como el Club Yugoslavo, hoy Club Croata. 

Además de los maestros ajenos a la Orden, que prestaron importantes servicios a la Sip como los profesores de inglés apellidados Cooper y Walker, se encuentran también, los primeros maestros masones que sirvieron gratuitamente en el establecimiento, entre los cuales hay que recordar, a los alemanes, el ingeniero Juan Kahl que hacía clases de electricidad y mecánica; y el contador Juan Volmer, que enseñaba las asignaturas de alemán y francés; el empleado austriaco Humberto Pasinovich, el contador español Antonio Maeztú, que impartía clases de aritmética comercial; y el propio Hinckelmann, que realizaba cursos de dibujo y geometría. 

En la misma época en que Gabriela Mistral enseñaba a los obreros y  a las mujeres trabajadoras, dictaban conferencias Julio Munizaga Ossandón, Luis Swart, Alejandro González Rojas y un poco antes, Luis Emilio Recabarren y Antonio Colomés. En “De mediodía a medianoche en el estrecho de Magallanes”, Soto Bradasic recordaba además, la serie de artículos que el profesor Luis Godoy Gómez publicó en torno a la Sip especialmente, las referidas al año 1939 cuando en su condición de alumno de segundo año de humanidades del Liceo de Hombres, asistió a las clases de su profesor jefe, Claudio Bustos en la Escuela Nocturna.

La Sip acogió al alumnado del Liceo de Hombres entre 1933 a 1941 en tiempos del rectorado de Luis Alberto Barrera, cuando la institución fiscal fue desalojada del viejo edificio que ocupaba en Avenida Colón esquina Jorge Montt, porque en ese lugar se levantaría una moderna estructura de concreto para albergar a la Cruz Roja.

Las instalaciones de la Sip cobijaron también, a los planteles del Liceo de Niñas, del Instituto Superior de Comercio y, a la Escuela Industrial. En su momento, fue el espacio donde comenzaron o se reanudaron las clases y cursos de la Escuela Anexa del Liceo de Hombres y de la sede regional de la Universidad Técnica del Estado, antes que se inaugurara el moderno establecimiento de calle Angamos en abril de 1968. En sus aulas surgió, la Orquesta Sinfónica de Magallanes, feliz iniciativa del maestro masón Benjamín Dibasson Biurr, y la Sociedad Coral de Magallanes, resultado de la Primera Escuela de Temporada de Invierno realizada en el austro por académicos de la Universidad de Chile en 1951. 

La madre de todas las Logias

De la Logia “Estrella de Magallanes” N°25 han nacido todas las demás logias que existen en la región. Para empezar, varios ciudadanos de nacionalidad inglesa, decidieron incluir la praxis en la Masonería local del llamado Rito de York, a la usanza de la tradición inglesa y diferenciarse así, del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, la tradición iniciática mayoritaria en el país.

De esta manera, el 7 de mayo de 1937 se fundó la Logia “Strait of Magellan”, N°68 dependiente de la Gran Logia de Chile. En su primera oficialidad, destacaban los nombres de los queridos hermanos, ampliamente reconocidos en la comunidad de Punta Arenas de William Smithson, John Skyring y Juan Zanetti. Este año 2025 “Strait of Magellan” recibió la distinción de quedar bajo jurisdicción de la Gran Logia de Inglaterra con el N°10.069.

El aumento sostenido de integrantes en “Estrella de Magallanes” N°25, llevó a que un grupo de hermanos masones emprendieran la creación de una nueva Logia, el 12 de agosto de 1946, la que recibió el nombre de “Aurora Polar” N°87. Algunos de sus integrantes fundadores, fueron Oscar Castelblanco Agüero, Antonio Kairis Guillaume y Pablo Voullieme Bohr. Esta Logia puso especial énfasis en crear durante la veneratura de Doimo Ursic Mosic el Centro Femenino Paramasónico “Nevada 87-25-68”, un 28 de noviembre de 1963 con una primera directiva integrada por Flor Vergara, Ester Jaime, Consuelo Díaz, María Ester de la Maza, Olga Velásquez, Regina Lillo, Lidia Vidal y Lidia de Vicuña.

Después de arduos trabajos organizativos llevados a efecto entre otros, por Mario Manterola Olivos, Juan Fernández Veas, Carlos Gafo Alvarez, Augusto Essmann Burgos, Eduardo Yousuff Avendaño, Elías Pavlovic Pavlov, el 13 de octubre de 1956, fue creado en Puerto Natales el triángulo “Esperanza” N°6. La incorporación de miembros de “Estrella de Magallanes” N°25 y de hermanos venidos de otras zonas del país, unido a los trabajos desplegados en casi una década, indujo a la Gran Logia de Chile a fundar una Logia con el nombre de “Payne” N°116, el 1 de febrero de 1964.

Responsable de la actividad masónica en Ultima Esperanza, “Payne” creó también, un Centro Femenino Paramasónico a fines de 1972 con una directiva conformada por Eliana Soto, Erna González, Carmen Marchant, Eva Lagos, Elisa Aguilar, Zita Henríquez, Hilda Lillo e Hilda González. Los centros femeninos han desplegado una silenciosa labor social en Magallanes, otorgando numerosas becas estudiantiles que ha permitido financiar las carreras universitarias de varias decenas de profesionales.

En 1994 después de varios problemas internos, un grupo de veintisiete destacados masones decidió fundar una nueva Logia, la que fue reconocida recién, el 4 de diciembre de 2000 con el nombre de “Cabo de Hornos” N°184. Entre sus fundadores, se recuerda a reconocidos hombres de servicio público, como Juan Poblete Silva, Eladio Agüero Pletikosic y Neftalí Carabantes Burr. Finalmente, el 9 de noviembre de 2016 surge “Hain” N°233, la última Logia constituida en el denominado “Valle de Punta Arenas”.

Un templo centenario

Una de las preguntas que nos hacemos frecuentemente es dónde sesionan y celebran sus talleres y tenidas las distintas logias de la ciudad.

A medida que fue aumentando el número de logias, creció el interés de éstas en abandonar la casona de Chiloé 954 donde tiene su domicilio “Estrella de Magallanes” N°25, para ocupar los distintos salones de la Sip.

No fue fácil encontrar casa propia. Como sabemos, los primeros masones se reunían en la habitación de Lionel Jacobs; luego emigraron al hotel Comercio, el que se hallaba en Lautaro Navarro con Errázuriz. Posteriormente, se trasladaron a Chiloé 40, en la cuadra donde hoy se ubica el gimnasio del Liceo San José. En este lugar, se produjo la celebración y recibimiento brindada por “Estrella de Magallanes” N°25 en la tenida presidida por el maestro venerable Pedro Hrdalo, efectuada el 5 de septiembre de 1916, al querido hermano aprendiz Luis Alberto Pardo Villalón, luego de su heroico rescate de Ernest Shackleton y su tripulación, varados en la Antártida, noticia de repercusión mundial. Las actas encontradas y recuperadas en 2016 por el bibliotecario y archivero de esta logia, Washington Gómez Oyarzún, han demostrado que el Piloto Pardo no sólo asistió a la tenida, sino que además, se afilió a “Estrella de Magallanes” N°25. 

Después de habitar brevemente la propiedad ubicada en Independencia 747, y gracias a las gestiones de Armando Sanhueza Líbano, los masones congregados en esta logia madre, consiguieron ubicarse en la propiedad de calle Chiloé 954. Aquí fundaron el Club “Punta Arenas” un 22 de julio de 1921. A la adquisición del inmueble, se sumaron las voces que solicitaban erigir un templo en el recinto. Los trabajos comenzaron a ejecutarse en el verano de 1925, los que continuaron durante todo ese año. El 10 de julio se leyó una plancha de la Gran Logia de Chile que a través del decreto 46 declaraba a la casa ubicada en Chiloé 954 como “lugar masónico”.

El templo del Club Punta Arenas fue inaugurado el 28 de noviembre de 1925. Presidía a “Estrella de Magallanes” el venerable maestro Juan Fuentes Pumarino, siendo sus vigilantes, Armando Sanhueza y Juan Volmer; secretario, Marco Cisterna y orador Paulino Romero. Esa noche fueron iniciados los queridos hermanos aprendices, Alexis Descourvieres Mancilla y Henry Alexander Borger.

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