Necrológicas
  • – Manuel Humberto Paredes González

Universidad de Magallanes

Judikis desafía la rectoría: no justifica despidos y levanta candidatura en busca de diálogo y transparencia

Domingo 28 de Diciembre del 2025

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– El académico más votado por sus pares aborda la crisis financiera, el mal clima universitario y las diferencias de gestión con el actual rector.

“No puedo pensar una universidad pública y estatal sin una dirección de biblioteca”, declara al cuestionar una de las medidas adoptadas por la actual rectoría y que él, sencillamente, encuentra inconcebible.

Fue el académico más votado por sus pares, pero no fue elegido para integrar el Consejo Superior. 

De origen  lituano, el Dr. Juan Carlos Judikis Preller recuerda a su abuelo como “un carnicero de la época de los grandes frigoríficos”, con quien pasaba a tomar mate con leche todas las tardes tras salir del Instituto Don Bosco. “El era un caballero y un gran hombre”, declara con un orgullo que se expresa en su forma de hablar y su mirada. “Un día me preguntó: “¿Sabes por qué tenemos dos orejas y sólo una boca? Es para escuchar más que hablar”, recuerda que le dijo como parte de las enseñanzas que recibió de él y que ilustra lo que quiere poner a servicio de la Universidad de Magallanes: su capacidad de escuchar, de dialogar y de estructurar un trabajo colaborativo.

“¿Cuándo extraviamos la naturaleza de la universidad?” se titula una carta que ya en octubre pasado él dirigió a sus pares y a toda la comunidad universitaria para compartirles su intención de ser candidato a la rectoría para el período 2026-2030. Allí reafirma su compromiso con la libertad académica, el pluralismo y otros principios y valores como la libertad, la democracia, la justicia, la igualdad y la solidaridad.

Mal ambiente universitario: entre dolor y esperanza

Juan Carlos, al enviar su segunda carta a la comunidad universitaria anunciando su candidatura a la rectoría, describe un ambiente de dolor, desánimo y tensión. ¿Es eso lo que lo motiva principalmente?

“No necesariamente, también hay esperanza. Tras la decisión del rector Maripani de repostularse y mi exclusión del Consejo Superior, muchas personas me han solicitado asumir la responsabilidad de liderar la universidad. Es un desafío que me compromete a impulsar un cambio necesario. La universidad atraviesa un mal momento en términos de clima laboral, pero creo que con participación y diálogo podemos generar un ambiente distinto”.

– ¿Pero no cree que su candidatura puede percibirse como “peregrina” frente a un rector establecido que tiene muchas herramientas para generar adhesión?

– “Algunos podrían verlo así, pero yo no lo percibo de esa manera. Siento un respaldo importante dentro de la universidad y la comunidad magallánica. Es un desafío que asumo con la convicción de que podemos lograr un cambio necesario, distinto en enfoque y gestión. No se trata de confrontar por confrontar, sino de ofrecer alternativas claras y transparentes

”Le tengo mucho respeto a José Maripani. He trabajado casi gran parte de mi trayectoria universitaria junto a él, incluso hemos integrado juntos cuerpos colegiados. Tengo un respeto por su labor, pero tengo una visión distinta de cómo liderar la universidad”.

Diferencias de estilo con el rector Maripani

– ¿Cuáles serían las diferencias más notables entre usted y el rector Maripani?

– “Son formas distintas de entender la participación y la democracia universitaria. Por ejemplo, presidí la comisión generadora de nuevos estatutos y mi visión de participación triestamental activa es más amplia que la vigente. Fue un trabajo triestamental que, por supuesto, tuvo un resultado que no es hoy lo que tenemos como estatutos de la universidad. Se generaron cambios posteriores a la propuesta y creo que, desde allí, hay una mirada distinta de cómo se pueden hacer las cosas. Busco mayor involucramiento de estudiantes, académicos y funcionarios en las decisiones. Esto no significa desestimar la gestión actual, pero sí plantear una manera diferente de ejercer liderazgo, más cercana y colaborativa”.

– ¿Puede dar un ejemplo concreto de cómo se “amañaron” los estatutos?

– “La propuesta que lideré no incluía una prorectoría, porque considerábamos que otras unidades podían asumir esas funciones. Sin embargo, el estatuto vigente la incorporó, generando costos innecesarios en momentos de crisis financiera. Hay decisiones estructurales que podrían haberse abordado de manera más prudente, evaluando la capacidad real de la universidad y evitando gastos que hoy afectan la sostenibilidad”.

Crisis financiera: desafíos y oportunidades

– ¿Por qué asumir este desafío con una universidad en crisis financiera? Nadie en su sano juicio podría querer ser rector para administrar una universidad que está a punto de ser intervenida.

– “Me gusta enfrentar desafíos, pero, además, creo en la universidad y en su gente, en sus profesionales. La crisis no la resolverá un rector por sí solo; requiere compromiso de todos. La universidad ha avanzado, con aprobación del presupuesto 2026 y del plan de sostenibilidad, pero la crisis sigue vigente. Necesitamos compromiso y transparencia de todos los estamentos”.

– ¿Qué opina sobre los despidos y la selección de académicos? ¿Concuerda con que, en alguna forma, estas desvinculaciones o parte de ellas pueden ser justificadas?

 “No, yo nunca voy a justificar un despido por la situación que estamos viviendo. Yo hubiese tratado de buscar otras soluciones previas a los despidos. Debemos contar con instrumentos de evaluación claros y transparentes antes de desvincular a alguien. Las decisiones deben basarse en desempeño y evidencia, no en preferencias o cálculos electorales. Ahora se ha desvinculado a académicos que tienen alta expertis y que no sé cómo los vamos a encontrar nuevamente en la región. Hablo de Claudio Casiccia, Margarita Makuc, por ejemplo. La universidad necesita procesos confiables, objetivos y participativos para que los académicos y funcionarios puedan desarrollarse sin incertidumbre”.

– ¿Cómo se entiende que se desvincule a un académico con experiencia y, luego, se coloque un aviso en el diario pidiendo a un profesor para reemplazarlo?

– “La respuesta tendría que pedirse a quien tomó la decisión de desvincular y, luego, contratar el aviso. Yo no lo comprendo”.

– ¿Cómo se aprecia que una de las primeras desvinculadas haya sido una de las competidoras a la rectoría? Además, fue echada dos veces. 

– “No tengo explicación para eso ni lo puedo entender. Además, incluso, estratégicamente uno podría pensar que no es lo adecuado. Insisto en  que deben haber criterios claros. Todavía no entiendo lo de Margarita. Ella es de mi mismo departamento y, en su segunda desvinculación, me correspondió trabajar el último año con ella en capacitaciones, en reuniones y la vi como una persona activa”.

– ¿Situaciones como esta podrían justificar lo que están diciendo detractores de Maripani respecto de que estas desvinculaciones estarían siendo selectivas, algo así como “limpiar” el padrón electoral?

– “Hay colegas que han manifestado tal espíritu. Creo que si es así es un error porque, en el fondo, lo que genera es que la gente se oponga a este tipo de situaciones. Insisto: tenemos instrumentos para evaluar nuestro desempeño y deben utilizarse. Ahora lo ideal es que no tengamos que tener despidos…”.

 Pero, convendrá en que no todos los académicos de la Umag podrían estar haciendo bien su trabajo.

– “Cuando uno tiene un cargo, tiene las responsabilidades asociadas a él y una de ellas es supervisar, controlar, liderar y generar los cambios necesarios. Si soy un decano, un director de deparmanto y veo que un profesor no está cumpliendo su labor, es mi deber como jefe directo velar porque eso no vuelva a ocurrir. Si hay unidades en que eso está ocurriendo, los primeros que deberían dar un paso al costado o asumir la responsabilidad son ellos. Y, luego, está el liderazgo mayor, que en este caso es el rector y que debe tomar las medidas correctivas. Creo que no debiéramos esperar al momento de tener que desvincular a alguien. Hay pasos previos y que, a lo mejor, no se han dado. Alguien tiene que asumir la responsabilidad”. 

– Bueno, a lo mejor, lo está asumiendo Maripani en estos momentos.- 

“Pero, ¿con qué criterios? Ese es el tema”.

– ¿Cree que la actual administración ha gestionado bien los recursos en este contexto?

– “Ha habido avances, como la aprobación del presupuesto y el plan de sostenibilidad, pero todavía persisten problemas estructurales que generan gastos innecesarios. Mi enfoque sería optimizar la estructura, reducir costos administrativos y focalizar recursos en áreas prioritarias como investigación, docencia y bienestar estudiantil”.

– ¿Qué peso tiene la estructura administrativa en la crisis financiera?

– “La estructura actual es pesada y ha generado gasto. Se aprobó un plan de sostenibilidad, pero aún falta información y diálogo. La universidad necesita compromiso de todos para superar los desafíos financieros y generar confianza en sus decisiones estratégicas. Un liderazgo abierto y transparente es clave para esto”.

– Pero, ¿este plan de sostenibilidad aprobado por la Superintendencia de Educación no es suficiente?

– “El plan de sostenibilidad y modernización financiera para el año 2025-2026 no significa que salimos de la crisis en la que estamos. El plan tiene una indicación donde se establece claramente que, si no cumplimos con lo que se comprometió allí, nuevamente podemos tener los rigores de la Ley 20.800, que es la intervención o algún otro tipo de control. Y, por lo tanto, una cosa que me preocupa es que ese plan -me imagino- lo conocen los cuerpos superiores, pero la comunidad universitaria, en general, no. La situación es tan compleja que para poder salir de esto necesitamos el compromiso de todos. ¿Cómo me puedo comprometer a algo que no conozco?”. 

Elección al Consejo Superior y estatus académicos

– Usted fue el académico más votado, pero quedó fuera del Consejo Superior. ¿Qué pasó? – ¿De dónde sacaron eso de las dos ternas?

– “El Consejo Universitario define los integrantes y, en este caso, decidieron hacer dos ternas. Yo asumí la decisión aunque no estaba de acuerdo en la forma, pero respeté la legalidad. Esto evidencia la necesidad de mayor transparencia y claridad en los procesos internos. Que el académico más votado quede fuera del Consejo Superior es un síntoma de que debemos revisar procedimientos y fortalecer la participación efectiva de todos los estamentos”.

Polarización, mural de Bettancourt y toma

– El 2025 terminó con una toma tras el atentado contra el mural de Bettancourt. ¿Qué gravedad le asigna a esos hechos?

– “La máxima. Lamento que no se respeten diferencias de opinión. Estos incidentes reflejan la polarización que afecta a la sociedad y a la universidad. Mi objetivo es recuperar un espacio de diálogo y respeto, donde la universidad sea un ámbito plural y seguro. La toma y los actos de vandalismo no contribuyen al desarrollo académico ni al bienestar de la comunidad.

¿Cómo abordaría estos conflictos si asumiera la rectoría?

– “Mi enfoque sería fomentar la mediación y el diálogo, promoviendo la participación de todos los estamentos. La universidad no puede ser un campo de confrontación, sino un espacio donde se expresen opiniones diversas dentro de normas claras de respeto y convivencia”.

Solicitud de renuncia al rector Maripani

  Este año también las tres asociaciones gremiales le pidieron la renuncia del rector, algo inédito. ¿Por qué se llegó a esto?

– “Porque la universidad atraviesa momentos complejos, especialmente entre octubre y noviembre. Pero, no creo que pedir la renuncia sea la solución. Las autoridades deben terminar sus procesos democráticos y asumir responsabilidades por sus decisiones. Lo importante es aprender de los errores y fortalecer los mecanismos internos de control y participación”.

– ¿Qué aporta su candidatura en este contexto?

– “Busco condiciones de igualdad, acceso a información y transparencia en los procesos. La universidad necesita liderazgo que represente a todos los estamentos y que promueva participación, diálogo y soluciones conjuntas. Mi propuesta se centra en reconstruir la confianza, mejorar la gestión administrativa y crear un ambiente que motive a estudiantes, académicos y funcionarios a comprometerse con el desarrollo institucional”.

¿Cuál es su mensaje a la comunidad universitaria?

– “Que la universidad es de todos y que todos debemos participar en su construcción. Mi compromiso es impulsar un liderazgo inclusivo, transparente y responsable. Debemos trabajar juntos para superar la crisis financiera, mejorar el clima laboral y fortalecer la educación que ofrecemos a la sociedad magallánica. Esta candidatura no es un acto individual, sino un proyecto colectivo de cambio y recuperación de la confianza en nuestra institución”.

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