Karina Fernández descarta corrupción y apunta a “errores administrativos acumulados”
Más de un año lleva la municipalidad de Primavera intentando subsanar las observaciones formuladas por la Contraloría a los estados financieros correspondientes al período 2020-2024. El organismo fiscalizador decidió abstenerse de emitir una opinión sobre dichos estados, al no contar con evidencia suficiente y adecuada que permita determinar la razonabilidad y confiabilidad de la información contable del municipio.
La alcaldesa de Primavera, Karina Fernández (Renovación Nacional), reconoció que la resolución de Contraloría fue una sorpresa para la actual administración.
En conversación con El Magallanes, explicó que la abstención se origina en una auditoría financiera realizada en 2021, durante la administración anterior, proceso en el cual el municipio no entregó la totalidad de los antecedentes requeridos. “Eso impidió que Contraloría pudiera determinar los ajustes necesarios para aprobar los estados financieros, y por eso hoy se abstiene de emitir opinión sobre todo el período 2020-2024”, señaló.
Fernández detalló que el informe da cuenta de debilidades administrativas relevantes, particularmente en materias de control interno, procedimientos financieros y gestión de activos. Si bien aún no se han cuantificado los montos eventualmente comprometidos, la alcaldesa indicó que el documento está siendo revisado en detalle por el equipo municipal.
Asegura que la actual administración ha avanzado en la implementación de medidas correctivas para responder a las observaciones. Entre ellas, la implementación de manuales de control interno y de adquisiciones, la regularización del uso de boletas de garantía y capacitaciones al personal de Administración y Finanzas, especialmente en el área de activos fijos, donde se detectaron mayores falencias.
Respecto a la naturaleza de las irregularidades, la jefa comunal descartó indicios de corrupción y apuntó a errores administrativos acumulados. “El informe de auditoría se conoció en su momento, pero no se le dio la importancia necesaria. Hubo un plan de acción parcial, pero muchas observaciones quedaron sin respuesta, lo que finalmente derivó en esta situación”, afirmó.
Fernández añadió que la limitada dotación municipal ha dificultado la corrección oportuna de las observaciones. “Somos una municipalidad rural, con una planta muy pequeña y con pocos profesionales con responsabilidad administrativa. Aun así, debemos cumplir las mismas exigencias que municipios grandes”, explicó.
La alcaldesa indicó que el plan de acción continuará durante 2026, con nuevas medidas, capacitaciones y responsabilidades asignadas a las distintas direcciones municipales. “Es un trabajo que queda por delante, pero es necesario para ordenar la casa y cumplir con la normativa”, concluyó.




