Una “simple discusión” gatilló mortal puñalada en Archipiélago de Chiloé

Lo que había comenzado como un carrete al interior de un automóvil, un viaje a buscar cervezas y compartir entre conocidos, concluyó la madrugada del viernes con una pelea en la población Archipiélago de Chiloé, donde Manuel Rodríguez Rodríguez propinó una mortal puñalada que terminó con la vida de Bryan Venegas Vargas. Este sábado se realizó la formalización de Rodríguez, quien fue enviado a prisión preventiva tras el relato detallado del hecho de sangre.

Los hechos fueron reconstruidos en detalle por la fiscal Katerina Aranis, quien indicó que durante la madrugada del viernes 26 de diciembre el imputado, la víctima, la pareja de esta y otras dos personas -testigos en la causa- se reunieron para consumir bebidas alcohólicas al interior de un vehículo.

La tensión comenzó cuando Rodríguez le pidió de forma agresiva a la pareja de la víctima si podía conducir él. Esto dio inicio a una discusión entre Rodríguez y la víctima, Bryan Venegas Vargas, quien lo increpó, lo que enardeció los ánimos y llevó a que el imputado lo amenazara directamente: “¿Quieres que te pegue un escopetazo?”.

La disputa se trasladó luego fuera del automóvil, en la intersección de las calles Patagona y Castro. Tras un breve intercambio de golpes, Rodríguez extrajo un cuchillo desde entre sus ropas y le propinó una certera estocada en el tórax a la víctima. Bryan Venegas logró subir nuevamente al vehículo, pero se desplomó poco después en su interior. Fue trasladado de urgencia por su pareja al Hospital Clínico de Magallanes, donde falleció a causa de sus heridas.

De esta forma, como relató la fiscal, el motivo de la pelea y de la herida mortal fue una “simple discusión”.

“Legítima defensa”

En su turno, la defensa, representada por la abogada María Isabel Godoy, planteó que el imputado prestó colaboración en la aclaración de los hechos. Asimismo, destacó que Rodríguez entregó una declaración voluntaria, reconociendo la autoría del ataque, pero bajo una narrativa de “legítima defensa”. Según su versión, la víctima lo habría desafiado a pelear tras molestarse por un ofrecimiento de Rodríguez para conducir el vehículo, argumentando que la conductora se encontraba en estado de ebriedad. El imputado aseguró que, al descender del automóvil, notó que Venegas “tenía algo en las manos” y que solo reaccionó con la puñalada cuando intentaron golpearlo.

Sin embargo, la Fiscalía presentó antecedentes que contradicen la supuesta falta de intención homicida. Entre ellos, destacaron mensajes de WhatsApp enviados por Rodríguez a la pareja de la víctima tras el ataque, a las 3.38 de la madrugada, en los que escribió: “Si no muere con eso y denuncia, yo mismo lo mato, así que que ni denuncie”.

Dos delitos

Además del homicidio, Rodríguez fue formalizado por un segundo delito cometido en flagrancia, consistente en un desacato en contexto de violencia intrafamiliar. Esto, debido a que fue detenido por la Policía de Investigaciones en el domicilio de su exconviviente, lugar al que tenía prohibido acercarse por orden judicial desde agosto de 2025.

La magistrada Luque desestimó los argumentos de la defensa sobre una eventual legítima defensa, señalando que la agresión en una zona vital como el tórax, sumada a los mensajes enviados posteriormente, daban cuenta de la existencia de dolo. Asimismo, se consideró que su libertad representa un peligro para la seguridad de la sociedad, dado que registra condenas previas por robo con intimidación y porte de arma cortopunzante.

El tribunal fijó un plazo de 60 días para la investigación, periodo durante el cual el imputado permanecerá recluido en el centro penitenciario de la ciudad.