Alcalde y delegado presidencial evalúan seguridad en Punta Arenas tras incidentes con armas blancas, accidentes y persecución de camión

La ciudad de Punta Arenas atraviesa un cierre de año marcado por una inusual ola de violencia y accidentes de tránsito que ha puesto en el centro del debate la eficacia de las políticas de seguridad en Magallanes. La última semana no sólo dejó daños materiales, sino una profunda sensación de vulnerabilidad tras incidentes de alta connotación social. Entre ellos, destaca la peligrosa persecución policial a un sujeto apodado el “Tomatín”, quien a bordo de un camión recorrió kilómetros evadiendo un control; una violenta riña con machetes en las inmediaciones de una discoteca céntrica; y el choque de un automóvil contra un poste de alumbrado en pleno centro durante la madrugada de Navidad. Estos sucesos han generado una fuerte reacción de las autoridades locales, quienes cuestionan la falta de recursos, el rol de la justicia y la “importación” de nuevas modalidades delictivas.

Análisis de la
convivencia urbana 

El alcalde Claudio Radonich calificó como crítico el balance de la última semana, vinculando el descontrol vial con el consumo de sustancias y la falta de supervisión familiar. Según el edil, “lo que hemos visto ha sido un aumento importante del tipo de accidentes de tránsito”, enfatizando que estos siniestros, marcados por el alcohol y las drogas, podrían evitarse si existiera un mayor compromiso del entorno cercano: “En la mayoría de estos casos las personas que lo generan viven con los papás o abuelos. Le pedimos a la familia el primer control para que esto no pase”, señaló, lamentando que en estos hechos “el inocente generalmente queda herido”.

La preocupación escaló ante la aparición de nuevas incivilidades, como el uso de bengalas y armas blancas en el sector céntrico. Radonich denunció una reciente “riña con un machete”, fenómeno que calificó como una “importación de delitos que no estamos acostumbrados; eso se ve en Centroamérica, nunca se había visto acá”. Bajo esta premisa, el jefe comunal cuestionó duramente la efectividad del sistema judicial tras la peligrosa persecución del camión manejado por el “Tomatín”, preguntándose: “¿Por qué está en la calle y no está en la cárcel? El sistema judicial permite que estos casos terminen finalmente en la vía pública sin ningún tipo de sanción, siendo un peligro real para la sociedad”.

Apoyo financiero y plan
operativo para cierre de año

Ante este escenario, el alcalde Radonich denunció una falta de apoyo financiero centralizado, afirmando que a la municipalidad “no se le ha entregado un peso literal para colaborar” y que el Ministerio de Seguridad Pública representa hoy “burocracia, pero no dinero ni presencia policial”. Asimismo, lamentó que la normativa impida al personal municipal contar con “elementos de protección” o facultades para “neutralizar a una persona con un arma”, limitando su acción frente a delitos flagrantes.

Por su parte, el delegado presidencial José Ruiz Pivcevic apeló al “autocuidado” y confirmó que se ajustarán los despliegues de Carabineros para asegurar un fin de año tranquilo. En contraste, Radonich cerró exigiendo que “del discurso pasemos a la acción” con un sistema judicial menos garantista, insistiendo en que los procedimientos “deben ser bastante más duros” para garantizar que quienes cometan delitos “terminen en la cárcel, donde deben estar los delincuentes”.