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  • Lorenzo Barrientos Vito

Ferri Yaghan no ha interrumpido el vínculo con Puerto Williams en tiempos de pandemia

Martes 6 de Octubre del 2020

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Cada vez que hay relevo de tripulación todos deben someterse a los exámenes. Igual ocurre con los pasajeros que al momento de embarcar en Tres Puentes en la tarde del jueves deben estar a las 16 horas para cumplir con el control del cordón sanitario y estar una hora después a bordo a la espera de la salida que ocurre pasadas las 18 horas.

Es cosa del recuerdo los tiempos que el ferri Yaghan llevaba un centenar de pasajeros desde Punta Arenas a Puerto Williams o viceversa, especialmente en la época de verano. La pandemia cambió todo y hoy apenas viajan 10 pasajeros más otra decena que se desembarca en una recalada intermedia en la ida en Caleta 2 de Mayo, en bahía Yendegaia.

Desde que se declaró la emergencia sanitaria en la Región de Magallanes se suspendieron los vuelos de Dap desde Punta Arenas a Puerto Williams y solamente la localidad de isla Navarino se ha mantenido conectada con el continente gracias al tráfico marítimo semanal del ferri Yaghan, un servicio que es subsidiado por el Estado a través del Ministerio de Transportes.

El capitán del Yaghan, Eduardo Leal Lavado, con 42 años de experiencia navegando en los canales y estrecho de Magallanes, admite que en estos tiempos de pandemia ha sido difícil navegar por el estrés que se produce a bordo ante el temor que puedan estar transportando a alguna persona que pueda ser asintomática de Covid-19 o que ellos incurran en algún error que pueda traer consecuencias sanitarias posteriormente.

“Lo que más uno ha escuchado de la gente es que tengamos que tenerlos alrededor de 40 horas a bordo del buque. Tabsa no le dijo adiós a Puerto Willims. Ha mantenido el servicio con restricciones y mejorando el sistema. El vínculo aéreo se cortó y nosotros no hemos parado”, recalca el capitán.

Dice que en otros tiempos llevaban en promedio 300 toneladas de carga y hoy el flujo está entre las 180 y 200 toneladas. Atribuye que la baja está dada quizás a que antes llevaban bastante materiales de las empresas constructoras que están ejecutando obras allá y que ahora están retenidas.

Actualmente la carga está concentrada especialmente en los habitantes con cosas para el comercio y otros que están llevando materiales de construcción.

El flujo de pasajeros igual bajó y ya no llevan los 280 ó 300 pasajeros que se da principalmente entre octubre y marzo. “Ahora hay una cláusula que no se lleve a más de 10 pasajeros hacia Puerto Williams. Normalmente zarpamos con 18 ó 21 pasajeros desde Punta Arenas porque nosotros igual pasamos a dejar personas a Caleta 2 de Mayo, en bahía Yendegaia, porque allá está trabajando el Cuerpo Militar del Trabajo que está realizando la construcción del camino”.

Butacas demarcadas

Dice que regularmente en esta recalada en el sur de isla Tierra del Fuego dejan 10 ó 12 pasajeros y de allí siguen a Puerto Williams con un máximo de 10 personas. A bordo los pasajeros deben mantener el distanciamiento social y para ello las butacas están demarcadas en cuáles pueden ocuparse y cuáles no se usan. Además, a la hora de comer deben hacerlo en grupos reducidos, incluyendo los 15 tripulantes a bordo.

Cada vez que hay relevo de tripulación todos deben someterse a los exámenes. Igual ocurre con los pasajeros que al momento de embarcar en Tres Puentes en la tarde del jueves deben estar a las 16 horas para cumplir con el control del cordón sanitario y estar una hora después a bordo a la espera de la salida que ocurre pasadas las 18 horas de cada jueves.

La llegada a Puerto Williams ocurre normalmente en la madrugada del sábado y durante la mañana se realizan las faenas de descarga, pero los pasajeros permanecen a bordo hasta que se presenta el personal del Minsal que cumple con la fiscalización que apruebe el desembarco en la comunidad de isla Navarino.

“Nosotros no desembarcamos en Puerto Williams. Estamos todo el tiempo a bordo. Tenemos un cuidado único porque si se enferma alguien de la tripulación nos complica todo”, señala el capitán Eduardo Leal.

Y cómo se imagina esa zona de bahía Yendegaia y Puerto Williams. “Será espectacular en 20 ó 30 años más. Hoy se ve el camino en Yendegaia e imagino llegando muchos buses y catamaranes saliendo rumbo a los ventisqueros. Y desde ahí será tan fácil cruzar el canal Beagle hasta Puerto Navarino y desde allí transitar 40 minutos para estar en Puerto Williams”.

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