Los espacios urbanos con biodiversidad mejoran nuestro sistema inmune
Dr. (c) Claudio Moraga
Investigador Centro Regional Fundación Cequa
La pandemia nos ha dejado claro que los ambientes urbanos generalmente no se consideran como hábitat para biodiversidad. Es más, el diseño de nuestras ciudades, barrios, casas y edificios reserva escaso espacio para la biodiversidad, no se mantiene o derechamente no se considera. Sin embargo, existen estudios en diversas áreas del conocimiento que nos indican los beneficios de la presencia de biodiversidad, flora y fauna, para nosotros los seres humanos, ya sean económicos, culturales, espirituales o psicológicos. Pero beneficios de la biodiversidad para nuestra salud hasta hace poco sólo contaba con estudios observacionales.
Recientemente un estudio realizado en Finlandia y publicado en la revista “Science” ha descubierto que el sistema inmune ha mejorado en niños de guarderías expuestos a suelo de bosque y pastizal nativo versus aquellos no expuestos a biodiversidad.
Los científicos registraron aumentos en la diversidad de la microflora normal de la piel y en el sistema digestivo en aquellos niños cuya guardería fue intervenida experimentalmente, y estos cambios de microflora estuvieron correlacionados con aumentos en niveles de células inmunes.
Un par de preguntas pueden asomar: ¿Tenemos microflora? Sí, tenemos microflora en la piel y en nuestro sistema digestivo. ¿Es normal? Sí, es completamente normal. Pero, ¿cuál fue el experimento? Que los niños tuvieran contacto diario con suelo de bosque con diversas especies de plantas, bloques de turbera y pastizal nativo en el patio de la guardería. Esto comparado con aquellos niños que estuvieron en patios sin vegetación ni musgo.
Este estudio nos habla de los beneficios directos que tiene la biodiversidad sobre nosotros los seres humanos en algo tan importante como el sistema inmune, nuestra salud. También nos debe alertar considerando que nuestras construcciones tienden a reducir el espacio para biodiversidad en ambientes urbanos. De hecho, una de las situaciones que ha dejado en evidencia la información sobre la pandemia ha sido la alta densificación habitacional en sectores de Punta Arenas, lo que se traduce en menos espacio para biodiversidad y menos posibilidad de contacto con biodiversidad. Lo que a vista de este estudio en latitudes altas, como la Región de Magallanes y Antártica Chilena, podría repercutir en nuestra salud.
Es necesario, entonces, más allá de la contingencia, repensar los espacios urbanos para convivir con biodiversidad, considerar en el diseño desde ciudades a patios mantener biodiversidad. La ciencia nos dice que es saludable en mente y cuerpo.