Fumando espero
“Fumar es un placer, genial, sensual”, decía un conocido tango cantado por el mismísimo Carlos Gardel.
Pero hay momentos y momentos para disfrutar dicho placer, y no precisamente frente a un juez, por más que hoy las audiencias sean virtuales.
Así ocurrió esta semana con una mujer que ingresó en calidad de víctima a una audiencia por violencia intrafamiliar y, en medio del “Zoom”, se le vio sentadita en el comedor de la casa emanando bocanadas de humo provenientes de un pitillo.
Esto enfureció al juez que dirigía la audiencia señalando a la mujer que, si bien tenía derecho a comparecer, ésta debía darse en un marco de respeto, “y en tal sentido resulta intolerable que en la presente audiencia la víctima proceda a fumar frente a este tribunal, razón por la cual no siendo tolerable para este tribunal dicho comportamiento, procede a desconectar a la víctima de esta audiencia”.
Fue así que
desapareció de pantalla y la audiencia prosiguió sin ella, como si se hubiese esfumado.