Demoledor triunfo del Apruebo a una nueva Constitución con más del 78%
A las 21,07 horas de anoche, el Servicio Electoral, Servel, dio a conocer el primer cómputo del plebiscito, dando cuenta de una tendencia irreversible a favor del Apruebo y la Convención Constitucional en este plebiscito 2020.
Los posteriores informes sólo confirmaron que la historia estaba escrita. Así, con 36.945 mesas escrutadas correspondientes a un 82,25%, los datos arrojaban un 78,17% para el Apruebo y un 21,83% para el Rechazo. En la consulta sobre el tipo de órgano que debiera redactar la Nueva Constitución, la Convención Mixta Constitucional sumaba un 20,76% y la Convención Constitucional un 79,24%, con el 72,65% de las mesas escrutadas.
Hace un año, más de un millón 200 mil chilenos salieron en masa a marchar a las calles clamando cambios en pleno estallido social. Un año después la movilización nuevamente fue masiva, esta vez hacia las urnas porque la participación también se encaminaba a un resultado histórico en esta consulta, y desde temprano se pronosticaba que fuera la más alta desde que se instauró el voto voluntario en 2012.
Convención constitucional
La convención constitucional, con 155 miembros elegidos por voto popular, donde habrá paridad de género y que contará con representación de los pueblos originarios, redactará una nueva Carta Magna a partir de mayo del próximo año.
Ese fue el veredicto del Plebiscito Nacional 2020 llevado a cabo ayer que se selló ampliamente a favor del Apruebo.
Antes de las 21 horas, apenas 50 minutos después del inicio del conteo de votos y antes de la entrega del primer boletín oficial, el senador Juan Antonio Coloma (Udi), miembro del comando del Rechazo, reconocía el triunfo de la postura contraria.
“Son resultados bien contundentes, todavía estamos en porcentajes bajos, pero la tendencia está clarísima. La democracia es así y creo que lo que cabe es seguir el proceso”, dijo el gremialista. En 2022, cuando esta convención culmine la redacción de esa Constitución, un nuevo Plebiscito confirmará la entrada en vigencia del texto.
El paso dado ayer por los chilenos no tiene parangón en la historia nacional. Por primera vez un órgano con miembros elegidos en las urnas se encargará de confeccionar el principal documento legal de la República.
El paso para llegar a este momento se comenzó a gestar el 12 de noviembre, días después del estallido social, cuando en una de las jornadas de mayor violencia, el Presidente Sebastián Piñera mandató a las fuerzas políticas a llegar a un acuerdo el cual se alcanzó tres días después tras arduas negociaciones.
Si bien parte de Chile Vamos, como la Udi, fue más renuente a firmar ese acuerdo, finalmente se sumó. Por otro lado, sectores de izquierda como el PC y parte del FA, se marginaron del trascendental evento.
Aunque hay expertos que señalan que la participación en un Plebiscito no es necesariamente comparable con otro proceso electoral -como las municipales o presidenciales-, el contexto de la pandemia y la tendencia de los últimos hacen destacable la concurrencia a las urnas registrado ayer.
Con cerca del 12% de las mesas escrutadas, las regiones donde el Apruebo se imponía con mayor margen eran Coquimbo con 85,99%; Atacama, 85,71%, Antofagasta, 83,64%; O’Higgins, 82,66% y Magallanes, 81,28%.
¿Qué viene ahora?
Es así que tras la elección el 11 de abril de los convencionales, en mayo éstos deberán comenzar la labor para la cual la ciudadanía los mandató.
Antes de comenzar la redacción de la Carta Magna, el Presidente Sebastián Piñera deberá determinar dónde se dedicarán a su labor. Las alternativas que barajan son la sede del Congreso Nacional en Santiago o el Palacio Pereira, también en la capital. Una vez resuelto eso, sus miembros deberán elaborar un reglamento. En él se deberán estipular su modo de trabajo, por ejemplo las jornadas que destinarán para las sesiones de Sala y las comisiones.
Pasando nueve meses de la instalación, es decir en febrero de 2022, se cumplirá el periodo para que redacten la Carta Fundamental. Sin embargo, si los convencionales así lo estiman, la reforma que permitió este proceso, los autoriza a prorrogarlo por tres meses más.
Finalmente, cuando se termine de elaborar el proyecto de nueva Constitución, se realizará un nuevo Plebiscito “de salida”, en el que nuevamente los chilenos tendrán que acercarse a las urnas -esta vez con voto obligatorio- y decidir si Aprueban o Rechazan el texto.
Emol/El Mostrador