¿Cuánto alimento requieren las ballenas jorobadas en el estrecho de Magallanes?
Dr. (c) Jorge Acevedo
Investigador Centro Regional Fundación Cequa
Ya no es un misterio que anualmente en el verano arriban cerca de 90 ballenas jorobadas al Area Marina y Costera Protegida Francisco Coloane, con la finalidad de darse un gran festín después del largo ayuno de casi siete meses. Así, llegar a las aguas del estrecho de Magallanes después de un viaje de más 7.000 km desde sus áreas de reproducción, debe ser una alegría inconmensurable para estos gigantes del mar, ya que significa no tan solo reponer las energías perdidas, sino que más importante, asegurar su sobrevivencia y éxito reproductivo. De esta manera, el estrecho de Magallanes se transforma en un gran supermercado de abastos, pero este debe contener suficiente alimento para satisfacer a estos hambrientos gigantes.
Sin duda que preguntarse ¿cuánto alimento necesita una ballena?, y desde allí, ¿cuánto alimento requiere esta subpoblación veraniega? debe ser grande, pero responder estas simples preguntas no es una materia fácil de realizar. Es así que, una aproximación que el laboratorio de Mastozoología Marina de Fundación Cequa ha estado trabajando en estos últimos años para responder estas preguntas, que desde el punto de vista de la ciencia tiene importantes implicancias ecológicas y pesqueras, ha sido a través del desarrollo de un modelo bioenergético dependiente de la velocidad de nado para estimar cuánta energía necesita una ballena para mantener sus actividades básicas durante un año completo, y a partir de ahí cuánto alimento necesita consumir para sobrevivir ese año completo. Pero, para este ejercicio debemos también conocer de qué presas se alimentan y que proporción constituye cada presa en la dieta, y cuál es la energía que cada presa aporta a la ballena.
Afortunadamente en el día de hoy, toda esta información ya se tiene. Conocemos que las ballenas jorobadas magallánicas se alimentan principalmente de langostinos de los canales, sardina fueguina y krill, y en qué proporciones relativas cada una. También se conoce cuál es la energía que aporta cada presa, y cuánta energía debe gastar una ballena jorobada en sus actividades anuales. Entonces, los resultados estimados son que una ballena joven macho de aproximadamente 19.9 toneladas y una hembra joven de 20.7 toneladas, debiesen consumir diariamente entre 943 kg y 1,202 kg de alimento respectivamente; mientras que un macho adulto con un peso promedio de 31 toneladas y de 38.3 toneladas para hembras debiesen consumir entre 1,099 y 1,409 kg de alimento diario, respectivamente. Hembras en gestación debiesen consumir diariamente alrededor de 1,313 kg y una hembra en lactancia cerca de 1,907 kg de alimento. Pero si esto lo extrapolamos a una población anual entre 78 y 96 ballenas, y recordando que estos gigantes permanecen, en promedio, un periodo de 120 días en el estrecho de Magallanes, consumirían un total entre 11,650 y 12,310 toneladas de alimento. Este total incluiría entre 3,525 y 5,599 toneladas de krill; 3,152 – 3,896 toneladas de sardina fueguina; y entre 2,737 – 4,889 toneladas de langostinos de los canales.
Estos estimados son importantes desde el punto de vista pesquero, particularmente para la pesquería de la sardina fueguina, que si bien en nuestra región aún no está abierta sí podría estarlo en un futuro cercano si se extiende esta actividad a nuestra región, ya que un decremento significativo de la abundancia de este pez como ha ocurrido en los últimos años en la Región de Los Lagos y Aysén, puede afectar negativamente a nuestra subpoblación de ballenas jorobadas magallánicas; y por tanto, se debe adoptar un manejo sustentable muy delicado que permita la sostenibilidad de la pesquería, pero que también permita la sobrevivencia de estos gigantes del mar.