Necrológicas

“Un ramito de violetas” (cada nueve de noviembre) Recordando a Cecilia de España

Por Marino Muñoz Aguero Domingo 8 de Noviembre del 2020

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A mediados de la década de 1980 Zalo Reyes (“El gorrión de Conchalí”) popularizaba aquello de “Era feliz en su matrimonio, aunque su marido era el mismo demonio…”. La canción, en resumen, da cuenta del extraño romanticismo de un hombre que no se atreve a demostrar los sentimientos a su esposa y lo hace a través de cartas anónimas y un ramito de violetas que le mandaba cada nueve de noviembre (“…como siempre sin tarjeta…”). Las conclusiones que se pueden sacar a partir de la letra van desde la timidez del esposo, hasta la posibilidad que sea un maltratador consumado. La grabación de Zalo Reyes fue la más difundida en Chile, a pesar de las muchas (y muy buenas) versiones que tuvo el tema, entre ellas, la del cantante de flamenco “Manzanita” y la original, que prácticamente pasó inadvertida.

La autora del hit es Evangelina Sobredo Galanes (“Cecilia de España”) cantante y compositora que tuvo una corta pero maciza carrera y este fue su mayor impacto en su país, compuesto a partir de un cuento que escribió en su adolescencia. Aclaramos que eso de “Cecilia de España” es algo que se difundió acá, para distinguirla de “nuestra” Cecilia (la de Tomé, “La Incomparable”).

A la intérprete hispana, más que por “Un ramito de violetas”, se la recuerda por “Dama, dama” de 1972, aquella desafiante canción que fue un éxito en Chile en 1975: “Puntual, cumplidora del tercer mandamiento, algún desliz inconexo, buena madre y esposa, de educación religiosa…”. Es la versión con la cual pudo sortear la censura franquista, pues la letra original rezaba: “Puntual, cumplidora del tercer mandamiento, algún desliz en el sexto…” y en el sexto, precisamente (“No cometerás actos impuros”). Era la historia de la “Dama, dama, de alta cuna de baja cama, señora de su señor, amante de un vividor”, un reto a la hipocresía, pero al mismo tiempo un texto liberador desde el punto de vista femenino.

Hija de un militar y diplomático español, Evangelina nació en 1948 en Madrid y creció entre Gran Bretaña, Jordania, Argelia, Portugal y Estados Unidos. Aprendió a hablar español e inglés casi al mismo tiempo y luego de cursar algunos años la carrera de derecho en su país natal, decide dedicarse a la música. Con un estilo que amalgama rock, blues y folk, en 1972 lanza su primer álbum “Cecilia”, donde viene “Dama, dama” y cuya carátula la muestra con un gigantesco guante de box en su mano derecha; es el símbolo de la fuerza de sus canciones y una alusión a la canción “The Boxer” del dúo estadounidense Simon and Garfunkel. En 1973 aparece “Cecilia 2” y en 1975 “Un ramito de violetas”, que incluye “Mi querida España”. También en 1975 representó a su país en el Festival de la OTI, donde obtuvo el segundo lugar con “Amor de medianoche”, una composición de Juan Carlos Calderón a la que le cambió la letra para adaptarla a su estilo. La canción formó parte del álbum recopilatorio homónimo y que fue -a la postre- su última producción discográfica.

Fue amiga de Julio Iglesias para quien compuso “Dicen”, “Un adiós a media voz”, “Quiero”, “A veces tú, a veces yo” y “Desde que tú te has ido”, popularizado por éste en 1974 y posteriormente por el grupo Mocedades en 1981: ”Desde que tú te has idos, desde que te has marchado, mis manos tienen frío por no tener tus manos…”.

Más que una intérprete, Cecilia fue una poeta que le cantó a la vida, al feminismo, a la ecología y a la esperanza de un mundo más justo en épocas difíciles. Logró imponerse en el mercado musical español, en un momento que predominaban los varones cultores del estilo romántico, de la talla de Raphael, Julio Iglesias, Nino Bravo, Camilo Sesto o Juan Bau.

Cecilia murió en un accidente automovilístico en 1976; ese día le dijo adiós a la música en su querida España: “Mi querida España/ Esta España viva/ Esta España muerta/ De tu santa siesta/ Ahora te despiertan/ Versos de poetas”.

Mañana, como “cada nueve de noviembre” brindaremos por la gran Cecilia de España, quien -“como siempre sin tarjeta”- nos hará llegar su canción más popular: la escucharemos en su honor.

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