Cuchillo en mano irrumpieron en un almacén e intentaron asaltar a mujer de 73 años
Dos jóvenes, uno de 16 y otro con 18 años cumplidos recientemente, irrumpieron con un cuchillo tipo machete a un almacén de calle Primera Junta de Gobierno, población Nuevo Horizonte, al final del barrio 18 de Septiembre, e intimidaron a la dueña, una mujer de 73 años, exigiéndole la entrega de dinero.
La víctima reaccionó a tiempo y gritó pidiendo ayuda a un nieto que vive con ella, en una casa interior, el que salió y dio el aviso a uno de los hijos de la mujer.
Mientras llegaba Carabineros salieron en busca de los dos sujetos, resultando ser uno conocido del nieto, así que rápidamente los encontraron en el sector del puente ubicado en cercanías de la Escuela Padre Alberto Hurtado, en Eusebio Lillo.
El fiscal Manuel Soto formalizó a David Mella Vidal de 18 años; y al menor, iniciales D.F.A., de 16, por robo con intimidación, y pidió la prisión para el primero y la internación en la cárcel juvenil para el segundo.
El juez, luego de una extensa resolución, decidió acoger la prisión para Mella y dejar con arresto domiciliario nocturno al menor de edad.
Asalto
“Esto es un asalto, dame toda la plata”, dijeron a la mujer, y ella gritó “me están asaltando”, lo que fue escuchado por el nieto.
Como no alcanzaron a cumplir su cometido terminaron por llevarse una bebida de $1.300 que en la huida terminaron arrojando al suelo.
La búsqueda permitió, primero, la detención del adolescente y luego del mayor de edad.
Ambos registran antecedentes penales. En el caso de Mella, siendo menor de edad, fue detenido por robo en lugar no habitado y daños simples.
Víctima
La víctima, María Talma Calisto, habló ayer con La Prensa Austral y dio cuenta del episodio que vivió el miércoles en la noche, alrededor de las 22 horas.
“Francamente primero no me asusté porque pensé que se estaban haciendo los chistosos. Pero insistieron y me decían vinimos a asaltarla, queremos la plata”.
En su relato contó que al ver el cuchillo entendió que era verdad lo del robo, “así que decidí gritar para que escuchara mi nieto que vive al fondo de la casa”.
Ella es viuda y tiene el almacén hace una década, pero es la primera vez que le sucede algo así. Al final los hijos y nietos, cuatro en total, salieron a buscar a los autores y los encontraron.
“No voy a soltar el cuchillo y qué importa que vengan los carabineros decía uno”, comentó la mujer.