Hidrógeno verde más cerca de lo que pensé
Mg. Carlos Olave Solar
Investigador Centro Regional Fundación Cequa
En esta oportunidad quiero comenzar esta columna enviando un mensaje de ánimo y fuerza, pues siguen siendo momentos difíciles para todos a nivel nacional y particularmente regional. Estamos en un punto donde la vida parece un bucle permanente de tiempo como en esa singular película de los años ’90 “El día de la marmota”, donde su protagonista desde que se levanta todos los días son el mismo día. Solidarizar con todos aquellos que han perdido un ser querido y todos aquellos emprendedores que han visto caer sus sueños y esfuerzos y aquellos que aún luchan por mantenerlos, aunque estoy seguro que ya estamos más cerca de la otra orilla y que muy pronto tendremos buenas noticias para la humanidad.
Hace poco más de un año escribí una columna para este prestigioso medio sobre la importancia que podría tener el hidrógeno verde (H2) para nuestra región. Sólo para recordar el H2 se puede producir a través de la hidrolisis del agua que significa descomposición del agua a través de la electricidad y esto se puede realizar a través de la utilización de energías renovables, como eólica o solar, con este proceso la molécula de agua se transforma en moléculas de gases de oxígeno e hidrógeno, sin producir CO2. Para sorpresa el futuro próximo que mencioné en aquella oportunidad fue más rápido de lo esperado. Durante este último año fuimos invitados como centro regional de investigación a participar de la elaboración de la Estrategia de Nacional de H2 para el país en una serie de talleres que convocaron a distintas instituciones y representantes de la sociedad civil.
Para contextualizar, ¿por qué es tan importante este nuevo tipo de combustible? Como ya sabemos, nuestro país junto a casi todos los países del mundo se ha comprometido a disminuir la huella de carbono proyectando al 2050 la carbono-neutralidad y además a colaborar en la reducción de los gases de efecto invernadero. Esto provoca que debamos, no tan sólo reducir su uso, sino también se ha decidido iniciar una ruta energética que contribuya a disminuir estos gases en el planeta generados casi en un 70% por el uso de combustibles fósiles.
Es por lo anterior que el H2 se vuelve tan importante al ser un gas combustible proveniente de energías renovables y por no producir gases de efecto invernadero. Por otra parte Chile posee dos zonas con potenciales energéticos renovables relevantes; la energía solar en el norte y los vientos en el sur, lo que se utilizaría para producir a través de ellas la hidrolisis del agua con una capacidad potencial de hasta 70 veces la demanda energética del país según cifras del Ministerio de Energía.
Los planteamientos de la estrategia deducen que nuestro país tiene la capacidad de producir el H2 de una manera muy competitiva a nivel mundial, lo que podría posicionarnos como el principal productor y exportador de este gas, una meta bastante ambiciosa, pero hoy no tan descabellada. La estrategia señalada está planteada en 3 etapas y la primera con uno horizonte al 2025 propone activar la industria doméstica y desarrollar la exportación y desde el 2025 a 2030 en adelante escalar para conquistar mercados globales aportando también con esto a 5 de los objetivos de desarrollo sostenible de la Organización de Naciones Unidas.
Otras de las metas propuestas es posicionar a nuestro país como el líder productor y exportador global de H2 así como también el más barato (1.5 USD/Kg) y con la mayor inversión para estos fines al año 2025 en Latinoamérica, esto es parte de los que plantea la Estrategia Nacional que en este momento se encuentra en consulta pública en la página del Ministerio de Energía hasta el 24 de noviembre donde todos pueden participar (https://energia.gob.cl/h2).
¿Y en nuestra Región de Magallanes? Hace poco se anunció un proyecto piloto para producir hidrógeno verde, el cual estará listo a finales de 2021 una tremenda oportunidad para nuestra región de diversificar productos y generar empleos con una energía limpia que será una contribución no tan sólo para el país, también para nuestro planeta. Hoy, a 75 años del descubrimiento del petróleo en nuestra región, que brindó trabajo, desarrollo y sostuvo una importante parte de la economía durante mucho tiempo, ¿por qué no pensar que la producción de energía vuelva a tomar un papel relevante pero esta vez a nivel mundial?