Necrológicas

Acusan prácticas de esclavitud del régimen chino contra minorías étnicas

Miércoles 16 de Diciembre del 2020

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Nuevas pruebas basadas en documentos del régimen chino muestran que cientos de miles de trabajadores de minorías étnicas en Xinjiang se ven obligados a colectar algodón mediante un esquema coercitivo de transferencia de mano de obra y “alivio de la pobreza” impuesto por el Estado.

En su inmensa mayoría se trata de musulmanes que viven perseguidos en aquella región del norte de China, controlada con mano de hierro por Beijing. El gobierno central llama “reeducación” al proceso impuesto en aquella zona rural por el cual se obliga a emplearse a los uigures, un eufemismo para no hablar de las condiciones de esclavitud en la que se encuentran.

El estudio corresponde al Center for Global Policy y fue firmado por Adrian Zenz, uno de sus investigadores. “Este informe proporciona nueva evidencia de coerción específicamente relacionada con la recolección de algodón. Estos hallazgos tienen implicaciones mucho más amplias y afectan a todas las cadenas de suministro que involucran al algodón de Xinjiang como materia prima”, indica su autor. Xinjiang produce el 85% del algodón de China y el 20% del algodón del mundo. Medios de todo el mundo -como BBC y The Guardian, entre otros- han publicado parte del informe y expresado su preocupación por estas actividades.

La evidencia muestra que en 2018, sólo tres regiones uigures movilizaron al menos a 570.000 personas en operaciones de recolección de algodón a través del esquema de transferencia y capacitación laboral coercitiva del régimen, de acuerdo al informe.

“En 2019, alrededor del 70% de los campos de algodón de la región tuvieron que recolectarse a mano, especialmente el algodón de fibra larga de alta calidad que se cultiva predominantemente en las regiones uigur del sur de Xinjiang, donde las cuotas de recolección mecanizada son bajas. Las políticas estatales han aumentado considerablemente el número de recolectores de minorías étnicas locales, lo que ha reducido la dependencia de los trabajadores migrantes chinos han de fuera”, denuncia la investigación basada en documentos oficiales.

En septiembre pasado, Beijing defendió su llamado “programa de formación profesional “ en la Región Autónoma de Xinjiang, según fue publicado en el libro blanco, lo cual fue por la comunidad internacional como un “reconocimiento indirecto” de sus actividades ilícitas y atropellos a los derechos humanos en la región.