El 11 de abril de Maquiavelo
Quien desee el éxito constante, se dijo así mismo Maquiavelo, antes de partir a hacer su campaña en Magallanes, debe cambiar su conducta con los tiempos. Y bien sabe todo Maquiavelo achumangado o nacido en Magallanes que la ciudadanía está cada vez más crítica con las promesas electorales. Es que aun cuando la ambición de todo Maquiavelo regional fue y ha sido la de dedicarse a gobernar, hoy en día la fortuna no les sonríe a los políticos, ya sea porque aquellos con quienes estipula pactos después cambian de idea o porque las alianzas son muy volátiles.
Maquiavelo entiende que todo príncipe debe tener virtud y fortuna para subir al poder: virtud al tomar buenas decisiones y fortuna al tratar de conquistar un territorio y encontrarse con una situación (que no fue provocada por él mismo) que lo ayuda o beneficie conquistar el poder. Con eso sueñan y lidian los Maquiavelo que van de candidatos al Gore, como candidatos a alcalde, concejales, constituyentes y gobernadores, mientras el magallánico trabajador ve en estos personajes acciones o actitudes de astucia, engaño y doblez que emplean a fin de lograr un propósito específico sin importar los medios empleados para alcanzarlo. El objetivo de la acción política es la obtención y conservación del poder. Y para conquistar el poder hay que tener hoy en día en cuenta la opinión popular. Pero Maquiavelo avecindado en la región intuye que un político poderoso, respaldado por el apoyo del pueblo, no puede estar seguro todo el tiempo; las conspiraciones y la traición vienen con el territorio. Para estos Maquiavelo, depender únicamente del amor de quienes te apoyan es una receta para el desastre. De aquí al 11 de abril, aunque desconfíen del pueblo, los diversos Maquiavelo, nos jurarán igual amor eterno. Sin nuestros votos no son nada. Luego buscarán la forma de perpetuarse en el poder.
Como nadie puede saber hoy en día quién ganará las elecciones, ni menos saber con cuántos votos ganarán, los Maquiavelo ven el 11 de abril también como una oportunidad para sondear cuánto respaldo tienen o no en el electorado. Perder un escaño popular ese día no es ninguna tragedia, pues bien saben que la pérdida de un cargo popular puede abrir caminos hacia las elecciones posteriores de diputados y senadores.
Al menos, así se interpreta el desgano de algunos candidatos, la falta de debate público, el silencio ante desafíos inevitables en Magallanes.
Nicolás Maquiavelo sabe que después del 11 de abril la ruta política de la región quedará trazada por muchos años. Por eso el gran desafío al que nos enfrentamos como región en estos 30 días antes de las elecciones del 11 de abril es saber y poder distinguir entre los Maquiavelo y nuevos políticos con principios claros y reconocibles, con programas de gobierno que impulsen el desarrollo de la región, con las personas como centro y fin de sus políticas.
“Los hombres, en general, juzgan más con los ojos que con las manos”, pregonan aquellos que ya han ostentado cargos de gobierno en nuestra región. “Todos pueden ver, pero pocos tocar. Todos ven lo que pareces ser, pero pocos saben lo que eres “, recitan alcaldes, concejales y ex intendentes experimentados en gobernar. Por suerte nuestra, su elección o no todavía depende de cómo votará usted y yo el próximo 11 de abril.