Ciclo-vía, donde se necesita con urgencia

En los últimos años, el uso de la bicicleta, como medio de transporte y como forma de mantención y/o mejoramiento de la condición física de las personas, ha tenido un notable desarrollo. La bicicleta dejó de ser exclusivamente la compañera de los niños junto con la pelota de fútbol en los barrios de nuestra ciudad de los años idos, y ha comenzado a trascender como medio de transporte de parte de la juventud y de adultos que ven en ella, el necesario equilibrio con nuestros hábitos sedentarios y de sobre-alimentación patagónica.

Atrás quedaron la antigua Casa de la Bicicleta del Sr. Mullins, o el taller del Sr. Foretich en calle Valdivia (hoy J. Menéndez) o del Sr. Ule en la calle Maipú con el antiguo pasaje España. Hoy han aparecido las notables tiendas-talleres de Bike, que nada tienen que envidiarle a las automotoras o a los comercios más empingorotados de la ciudad y región. Hay indudablemente una nueva forma de vida.

Recuerdo que los primeros metros de ciclo-vía construidos expresamente en Punta Arenas, los desarrollamos (trabajé durante 15 años en el Serviu, hasta que me gané la beca Piñera el 2010), desde la intersección de la calle Enrique Abello con el primer tramo de apertura de la Avenida Eduardo Frei. Sí, en la esquina opuesta al hoy mall de Punta Arenas, en dirección norte hasta el mismísimo humedal Tres Puentes. Luego fueron incorporándose otras ciclo-vías, como parte inherente a las pavimentaciones, como la Avenida Los Flamencos o la Martínez de Aldunate, y luego se comenzó, ya en estos últimos años, la incorporación de ciclo-vías en las principales avenidas parques de nuestra ciudad, como la Avenida Independencia, Salvador Allende, Avenida Bulnes y España en algunos tramos. Por cierto, hay otras, que están a punto de constituir una red o tejido ciclo-vial, que podrá permitirles circular a los ciclistas, con buenos índices de seguridad, en una ciudad altamente motorizada.

Pero, esto que ocurre al interior de la ciudad, no tiene un relato similar hacia el exterior de ésta, como es lo que ocurre en la salida sur de la ciudad, desde el Parque María Behety, hasta el sector de Leñadura y con ello a la Ruta 9 Sur, popularmente conocido como el camino a Fuerte Bulnes.

Desde la ciudad y por dicho sector, que además presenta una modesta franja de pavimento, además de presentarse en precario estado, se hace patente el considerar, una ciclo-vía o ciclo-banda que asegure un tránsito adecuado de los ciclistas-deportistas, que hoy día, son cientos, y que ven en la ruta o camino sur, los mayores atributos paisajísticos de salida a sus prácticas regulares o esporádicas, dependiendo del nivel ciclista y de la adhesión y hábito a esta forma de vida.

El aumento de camiones de alto tonelaje que están trasladando “cerros desde el sector sur hacia el Industrial sector norte” (camiones que trasladan en inmensa cantidad el material estabilizado desde las recién estrenadas canteras en el sector sur) más el aumento de automovilistas que tienen como UNICA salida hacia el sur de la comuna, la calle-camino 21 de Mayo-Ruta 9 Sur, ameritan considerar como una obra relevante, la materialización de una ciclo-vía, que segregue, la circulación de vehículos motorizados, con las bicicletas y sus ciclistas, de manera de dar mayores niveles de seguridad, junto con focalizar adecuadamente el uso de los recursos públicos.

El Ministerio de Obras Públicas, que ha debido rehacer a su costa (es decir de todos los chilenos) extensas longitudes de caminos mal ejecutados a poco andar de su entrega y operación, debiera comenzar a considerar dentro de sus externalidades positivas, incluir (lo que quedaría como una inversión marginal) en sus obras y reposiciones y conservaciones globales, la incorporación de ciclo-vías o ciclo-bandas , reconociendo en la bicicleta, un medio tan válido y genuino como el automóvil o el camión o cualquier medio automotor.

En el tramo urbano hoy, de esta destrozada vía 21 de Mayo-Río de los Ciervos-Leñadura, debiera ser el Ministerio de la Vivienda y Urbanismo, junto con la Municipalidad de Punta Arenas, los encargados de diagnosticar, proyectar y gestionar, lo que debiese ser, una ciclo-vía sur, que dé respuesta a la inmensa y creciente cantidad de ciclistas de todo tipo que han llegado para quedarse.