Pescadores reclaman por obras inconclusas en la caleta de Barranco Amarillo
El descubrimiento de conchales en el sector en que se desarrollaban las obras obligó a paralizar el proyecto, mientras los dirigentes ven con preocupación que no pueden desarrollar sus labores como se les había prometido.
El proyecto de ampliación de la caleta de pescadores de Barranco Amarillo se mantiene paralizado. Con un presupuesto calculado de $5 mil millones correspondientes a fondos sectoriales del Ministerio de Obras Públicas, se contemplaba la creación de galpones, estacionamientos, astillero, un edificio, áreas de varado y pavimentación, así como arreglos y mantenciones en la infraestructura ya existente. Pero solamente se realizó una parte y la suspensión de las obras no tiene relación con la pandemia.
Mientras los pescadores descargan su producción en el inicio de la temporada del erizo, el presidente de la caleta, Manuel Lemus explicó por qué el proyecto se encuentra suspendido. “Tenemos un retraso en la entrega de la ampliación, porque el conchal que se encontró, la parte arqueológica, nos tiene con una demora de cerca de dos años, y todavía no podemos usarlo. Ha dificultado harto el tema de la varadura de embarcaciones, porque mientras tanto las dejamos en otro sector, pero después habrá que retirarlas”, lamentó.
El dirigente desligó de responsabilidades a la empresa a cargo de los trabajos, “sino que el problema es la parte arqueológica que no ha hecho el levantamiento del sector. A través de los medios se puede hacer un poco de presión, porque es mucho tiempo que llevamos parados y toda la gente necesita hacer el varado de sus embarcaciones, para hacer sus reparaciones, mantenciones y nos dieron un espacio que no podemos ocupar. Todo esto lo tenemos prestado, pero cuando vuelvan y empiecen a trabajar vamos a tener que sacar todas esas embarcaciones y no tendremos dónde dejarlas; en el espacio que tenemos acá no entran todas. Ahí hay como sesenta embarcaciones y los conchales aparecieron atrás de los galpones”.
Al recorrer el sector, Lemus va mostrando todo lo que está pendiente. “Falta cerrar todo el muro perimetral”. Cuenta que hay cuatro zonas con conchales, “la parte arqueológica que nos tiene parados dos años. Por último, que manden un grupo de gente a sacar todo lo que encuentren y después que se siga trabajando, pero no van a parar una obra dos años por esto. Esas son las trabas. Ahí te das cuenta cómo funciona el gobierno. Deberían haber hecho un estudio antes, y ese es el problema que nos impide trabajar al 100%. Hay embarcaciones en desuso, los armadores las dejaron porque algunas tienen problemas con el banco, están embargadas; otros armadores han fallecido y las embarcaciones van quedando ahí, veremos si con un abogado podemos sacarlas a remate”, complementó.
Lemus acusa que en abril del año pasado debieron estar entregadas las obras, pero los trabajos se suspendieron en enero de este año.
No ha sido el único inconveniente que ha encontrado Lemus, ya que se suma al gran problema que tienen en este momento que “es reunir a la gente, porque los que nos prestaban servicios, ahora están en la salmonicultura. No hay personas para trabajar. Aquí puedes ver la cantidad de embarcaciones varadas en el terminal, sin gente para operar. Deben ser cerca de 6 mil, 7 mil personas las que trabajan acá y tenemos un déficit de trabajadores de un 40 por ciento”.