Necrológicas

Ya no pueden ir de campamento pero siguen aprendiendo con alegría

Jueves 27 de Mayo del 2021

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Grupo de Guías y Scout Lautaro

Formado por seis unidades con niños y jóvenes de entre 7 y 21 años : Clan Newén, Avanzada Aukan, Tropa Antuco, Compañía Sayén, Manada Weñi Kuyen y Bandada Ayelén de Manu, han tenido que adaptarse a la virtualidad para mantenerse en contacto y continuar con sus actividades

Esta semana, el Clan Newén, perteneciente al Grupo de Guías y Scout Lautaro, dio a conocer una campaña para juntar equipos electrónicos como celulares, computadores, tablets, para ayudar a estudiantes que no cuentan con ellos para poder desarrollar sus estudios y clases virtuales. Una manera de poder mantenerse en activo, dado que por la pandemia, los grupos de scouts han tenido que readaptar todas sus actividades al formato virtual. Todo un perjuicio para ellos, especialmente porque se han visto impedidos de realizar campamentos o salidas a terreno. De hecho, la última actividad de este tipo fue el Jamboree en Picarquín, Región de O’Higgins a la que acudieron cuatro unidades.

Lejos de echarse a morir, han ideado actividades como la descrita, y otras que surgen en las reuniones virtuales, porque su objetivo es nunca desanimarse.

El Grupo de Guías y Scout Lautaro está compuesto por seis unidades: Manada y bandada niños y niñas de 7 a 11 años; tropa y compañía de 12 a 15 años; avanzada de 15 a 17 años; y Clan, de 17 a 21 años. En total, son 207 personas las que participan, contando con los dirigentes y guiadoras que trabajan en cada una de las unidades.

En el cuarto aniversario del Grupo de Guías y Scouts Lautaro, algunas de sus integrantes con sus regalos.

Fernanda Lepín integra el Clan Newén y destacó que “lo bueno es que el contacto no se ha perdido, hay personas que no podrían participar por estar en otras regiones, pero gracias a esto siguen participando con nosotros, también como unidad nos hemos conocido y unido más. En la unidad llegaron nuevos integrantes que se acomodaron bien y aún siguen con nosotros”, valoró. En cuanto a las actividades online, “han sido una distracción y una entretención sobre todo durante las cuarentenas. Por último, pudimos adaptar nuestro proyecto con lo que podíamos hacer por la pandemia, y descubrimos otras alternativas para realizar proyectos y las actividades. En un principio las actividades nos quitaban mucho tiempo y terminábamos cansados a veces, pero ya hemos ido adaptándonos mejor a este nuevo formato”, añadió Lepín, sobre todo porque han tenido que buscar un espacio en medio de sus actividades cotidianas. Lo único malo que encuentra es que “ya no tenemos tanto contacto con las otras unidades o personas que veíamos sábado a sábado, también muchas de las celebraciones o ceremonias que teníamos normalmente no se pudieron hacer o se hicieron de forma online, por lo que no es lo mismo. Aún así el grupo siempre nos da algún regalo o detalle en cada celebración. Además ha llegado menos gente nueva al grupo y se han retirado muchas más personas, porque no se acostumbraron a la modalidad o porque les gustaba scout por las aventuras y la emoción las actividades presenciales”.

Osvaldo Fernández pertenece a la Tropa Antuco, tienes 11 años y “lo bueno del trabajo scout en esta pandemia ha sido que se hacen juegos recreativos, se convive entre todos aunque sea online y que el equipo scout se a mantenido preocupado de hacernos detalles en las distintas celebraciones. Lo malo es que no podemos juntarnos, aunque sea alguna vez en algún campo para pasar el día por lo menos”, lamentó. De esta forma, están trabajando “en diversos tipos de juegos, haciendo juntas sábado por medio, y con diversas actividades para salir de la rutina diaria”.

A su vez, Martina Yaksic, de la Avanzada Aukan expuso que “para mí scout es lo que uno lleva consigo, mas no solo una actividad periódica; el ser scout te da muchos beneficios, pero principalmente te da una base para como ser ahora y en un futuro, quizás la forma online no es la mejor para formarse en el escultismo pero sigue siendo un camino que tomar a la hora de no podernos ver presencialmente, de por sí cada sábado es un encuentro hermoso y lleno de diversión, en donde aprendo siempre un poquito más de diversas cosas, ya sean tecnológicas, emocionales, entre otras. Y cada vez que nos juntamos (online) se me hace más pasajero y más gratificante el llevar la pandemia y como nos ha afectado, no importa lo que haya pasado durante la semana, junto a mi unidad todo eso se olvida y la mala onda o el estrés o lo malo que te haya hecho sentir queda atrás. No puedo decir que no extraño ir al campo o jugar o ensuciarme con barro y dormir en carpa, pero sí puedo decir que scout no se pierde aunque no nos podamos ver”.

En esta labor, quienes están a cargo de los grupos, han buscado diversas alternativas para mantener el entusiasmo de los chicos. El responsable del Grupo de Guías y Scout Lautaro, Francisco Mancilla, explicó: “Como adultos hemos tenido que aprender a adecuarnos a las circunstancias y adaptar nuestro trabajo voluntario al interés de los jóvenes, sus necesidades y las posibilidades que nos entrega la pandemia para mantenernos en contacto. Sin duda, ha sido un tiempo de mucho aprendizaje y donde hemos logrado continuar creando lazos con los niños, niñas y jóvenes del grupo compartiendo sábado a sábado a través de reuniones por zoom, organizando campamentos y juegos virtuales, tardes de conversación, pequeños presentes que hemos entregado por ‘delivery-scout’ y, donde nuestro principal foco ha estado en mantener el escultismo funcionando, y que los jóvenes sepan que, a pesar del distanciamiento físico, seguimos estando presentes para ellos y ellas y, por sobre todo que juntos podemos seguir construyendo grandes cosas. Esperamos vernos pronto y poder volver a la naturaleza, a compartir campamentos y a disfrutar caminatas junto a las unidades, así que entre todos hemos fomentado el autocuidado y hemos promovemos a diario la esperanza de que todo va a estar bien en un tiempo no muy lejano”, manifestó.

A este grupo pertenece Antonia Yaksic, de 10 años. “Soy Jaquim de la Bandada Ayelén de Manú, para mí estar virtualmente en scout es complicado ya que uno obviamente prefiere estar presencialmente, pero por las cosas que están pasando actualmente es difícil juntarnos. Este año se me ha hecho más fácil estar virtualmente que el año pasado, aunque estemos sábado por medio, igual hemos hecho diversas actividades que nos han divertido mucho. Hemos estado utilizando varias veces el diario del Sol, que es como una libreta donde escribimos nuestro día a día y hace unos días estuvimos de aniversario con el grupo e hicimos muchas actividades, a todos nos gustó mucho”.

Sebastian Ortiz, de 11 años, es lobato de la Manada Weñi Kuyen. “Para mí ser scout es explorar y cuidar la naturaleza, ser amable y ser siempre mejor. Lo malo de ser scout en pandemia es que no podemos reunirnos todos ni tener campamentos. Extraño mucho a mis amigos. Lo bueno es que nos podemos ver por Zoom y hacer actividades como antes. Mi juego favorito es la mesa pide”.

Finalmente, Tabata Ravena, de la Compañía Sayen, tiene 15 años y comenta que “las actividades son muy divertidas, porque nos dan un momento para compartir entre compañeras y compañeros, además que nos ayudan a distraernos de tantas clases y tareas que hacemos durante la semana, ya que cuando nos juntamos todos el ambiente se pone muy alegre. Lo que más me ha gustado es trabajar con plataformas digitales y lo mejor es que se puede hablar con compañeros ese día, mucho más de lo que hablamos en la semana. Mi inconveniente ha sido que mi Internet falla cada ciertos momentos y no me permite entrar al 100% de las actividades de día a día, se escucha cortado, se va la señal, pero me encanta conectarme en la semana, es lo que más espero. Lo primero que haría cuando volvamos a la presencialidad es verlos a todos, saludarlos y gritar lo más fuerte el grito de compañía, cantar junto a todos y hacer juegos, hacer actividades como antes”.

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