Por “violencia innecesaria” será investigado oficial de Ejército que no podrá salir de casa en las noches
Por cuatro meses se extenderá la investigación que la Fiscalía de Punta Arenas inició ayer en contra del teniente de Ejército, Jurgen Lamig Prieto, por ejercer “violencia innecesaria”, delito contemplado en el Código Militar.
El oficial compareció vía remota desde el Regimiento Pudeto, acompañado de la abogada de la Defensoría Penal Pública, Verónica Reyes Cea, recinto donde pernoctó a partir del jueves, después de ampliarse el plazo solicitado por la Fiscalía, hasta las 11,30 horas de este sábado.
En la audiencia de ese día la abogada Reyes pidió declarar ilegal la detención de su cliente, argumentando una legítima defensa. La Fiscalía se opuso replicando que existió un “exceso” en el actuar del militar, al disparar siete veces su arma de servicio. El juez rechazó la petición de la defensa por estimar que el uso del armamento no fue racional.
Formalización
Ayer la fiscal Wendoline Acuña formalizó al teniente, dando a conocer los antecedentes por los cuales es investigado.
Estos dicen relación con la participación del imputado en el incidente que se produjo el miércoles en la noche, a las 22,30 horas, cuando realizaban controles de cumplimiento del toque de queda.
La patrulla liderada por Lamig fue advertida de que en una de las canchas del sector calle El Ovejero, sector norponiente, había personas jugando fútbol.
Fueron a verificar, pasaron por el lugar, intentando disuadir a la gente con la presencia militar. Posteriormente volvieron. Ya no había nadie jugando gente, pero sí un auto de color azul estacionado a un costado de la plaza, con cuatro ocupantes en su interior.
El teniente bajó de la camioneta y conminó a los ocupantes a retirarse, utilizando la expresión: “Si no se van, los rajo”.
Fue en esos instantes que aparece en escena un vehículo Hyundai, de color verde, que se aproxima al oficial. Aun cuando le hace señas para que se detenga continúa la marcha y es ahí cuando desenfunda la pistola de 9 milímetros, que tenía ajustada a su pierna derecha, y dispara en siete ocasiones.
Violencia innecesaria
La fiscal Acuña recordó que las instrucciones al personal militar son controlar el toque de queda, sin practicar detenciones. “Fue en este contexto que el señor Lamig Prieto concurrió con su patrulla por calle García Martí, a un lugar donde existe una plaza de juegos infantiles y una cancha, descendiendo del móvil fiscal para controlar un automóvil Mazda Demio que se encontraba detenido en una de las calles que rodean la plaza, esto es Junius Bird”.
En segundos se acercó a colaborar otro integrante de la patrulla militar. Fue ahí que llegó el Hyundai, conducido por Víctor Raipane, que no se detuvo ante la presencia de los militares y el teniente tuvo que hacerse a un lado para no ser atropellado.
“En paralelo, sin motivo racional y forzoso procedió a ejercer actos de violencia innecesaria, consistentes en desenfundar y usar su arma de servicio, de calibre 9 milímetros, efectuando siete disparos, los que impactaron de frente, parabrisas, lado del copiloto, en el capó, vidrio puerta trasera y en la parte posterior del auto, provocando que el último proyectil golpeara en el respaldo del asiento del conductor, hiriéndolo de gravedad”, expresó la fiscal.
La abogada Verónica Reyes rechazó el arresto domiciliario nocturno y mantuvo los argumentos de que su cliente actuó de la forma que lo hizo en virtud de la legítima defensa. Porque temió ser atropellado, al igual como ha sucedido con otros uniformados en el país. En el Maule una persona sufrió la amputación de sus piernas y en Puerto Montt otro falleció.