Retiran 293 kilos de basura residual e industrial de Areas Marinas Protegidas

La iniciativa fue ejecutada por WCS Chile a través del Fondo de Protección Ambiental de Conservación Marina del Ministerio del Medio Ambiente.

Los magallánicos nos enorgullecemos por nuestros paisajes, por los mares australes, bosques, montañas, glaciares, pero al mirar más detalladamente en los parajes, hay mucho de qué avergonzarse y lo peor, es que no se toman medidas para evitarlo. La Fundación WCS Chile realizó, desde el 19 de abril, una expedición hacia Areas Marinas Protegidas para recolectar residuos marinos de origen humano, a través del Protección Ambiental de Conservación Marina del Ministerio del Medio Ambiente.

El saldo fue sorprendente: 293 kilos de basura fue recolectada en el recorrido que abarcó el seno Almirantazgo y el Parque Marino Francisco Coloane. Y eso es solamente lo que pudo recoger el equipo de seis personas en la embarcación Maripaz II, dado que el volumen de desperdicios es mucho mayor.

El profesional del área de Recursos Naturales y Biodiversidad de la seremi de Medio Ambiente, Juan Francisco Pizarro, fue uno de los que participó en esta expedición, que si bien ya había sido realizada anteriormente por WCS, fundamentalmente en bahía Jackson, en esta oportunidad, formó parte de este proyecto del ministerio, que se inició a fines de 2019.

En el caso del Parque Francisco Coloane, tras determinar los puntos de limpieza, se hizo una primera exploración en enero de 2020, donde se pudo establecer la magnitud del problema. “Y en abril de este año fuimos derechamente a limpiar todo el sector y desde ahí pasamos enseguida a Almirantazgo, que ya estaban identificados los lugares. Sacamos 293 kilos, que fue lo que pudimos recolectar en base a las capacidades que teníamos las cinco personas por un día de trabajo, ya que no podíamos llevar más personas, por el tema de los aforos. Sin embargo, el volumen de basura existente es mucho más. Encontramos una playa donde creo que fácilmente debe haber unas tres o cuatro toneladas, desde residuos peligrosos como tambores con aceite hasta envases domésticos”.

Residuos peligrosos

De acuerdo a ello puede establecerse que no solamente la acción del viento magallánico es la que desperdiga toda la basura que se tira en la ciudad (como sus mascarillas de uso diario) sino que además, concretamente, hay personas que van hasta ese lugar en embarcaciones, a tirar residuos peligrosos. “Lamentablemente, los lugares donde más residuos se están observando están muy asociados a las caletas de pescadores asociadas a los canales y ahí hay un tema de cómo abordar esta problemática con ellos para evitar que siga ocurriendo, principalmente, porque no sacamos nada con estar yendo permanentemente a limpiar si la gente sigue botando basura. Es la misma lógica de la limpieza de playas, todos los años las realizamos y siempre sacamos seis toneladas, entonces no baja y eso no va a ocurrir hasta que la gente deje de tirar residuos”, desarrolló Pizarro.

Pero la distancia hacia estos sectores también conspiran para un operativo exhaustivo. “Son zonas de muy difícil acceso, de uno o dos días de navegación si tienes buenas condiciones y el volumen de residuos también es difícil, porque una lancha como la que fuimos no da para traer todo, hay que llevar barcaza y echar todo a bateas para dejar una playa limpia”.

En este recorrido pudieron encontrar residuos antiguos, como carnadas de pescas en bolsas cuya fecha databa de mediados de la década del ’90 así como desperdicios más recientes, que juntos van creando montañas de basura que reemplazan, incluso a las playas.

Por razones obvias, todo esto daña al medio ambiente y mucho menos determinar a los responsables, “en el caso de Almirantazgo, el efecto es más directo, porque el lugar más contaminado, bahía Jackson, es donde están las colonias de elefantes marinos, que interactúa mucho con estos residuos. También vimos tambores y bidones con aceite en el sector del lote Albatros, donde hay una colonia de albatros de ceja negra. Y en el caso del parque Francisco Coloane, están las redes de pesca que se enredan con las macroalgas y si van a la deriva, van a afectar a especies como lobos marinos, pingüinos, ballenas, entre otros. Uno puede presumir la actividad económica que genera el residuo, pero el autor puntual es imposible, tendrías que estar ahí en el momento. Lo más preocupante es que hay lotes peligrosos como tambores de hasta 300 litros con aceite quemado, propio de los cambios de motor de las embarcaciones, baterías de motor y eso está cayendo a los mismos lugares donde después los pescadores van a buscar los recursos que incluyen en la pesca”. En palabras simples, si usted disfruta de comer erizos y centollas, por ejemplo, si les siente un gusto medio grasoso, ya sabe por qué es. Y ni pensar en aquellos que se exportan. No sería muy beneficioso en términos económicos (para quienes piensan exclusivamente en ello) vender al exterior productos contaminados.

De esta forma, esperan realizar este tipo de campañas al menos una vez al año, aunque para Juan Francisco Pizarro, todo este despliegue es inútil mientras no exista una política de gestión de residuos, no solamente enfocados en estas Areas Marinas Protegidas, sino que a nivel de región. En ese sentido, indica que un gran problema fue la instalación de puntos limpios, que terminaron en microbasurales, al no haber una gestión de manejo.