Diputada Amar y combustibles: “Es ilógico que se siga cobrando un impuesto después de casi 35 años”
Los cuentos de nunca son una manera de entretener a los niños, historias que se repiten una y otra vez… Este parece ser el caso de las bencinas que, nuevamente ayer, llevaron a modificar sus paletas de precios en las estaciones de servicio en algo que se ha convertido en un ceremonial durante las últimas 28 semanas.
El argumento entregado por la Enap, es como antes, igual que antes: “La proyección de precios se enmarca en la regla de precio paridad de importación, el Mecanismo de Estabilización de Precios de Combustibles (Mepco), el Fondo de Estabilización de Precios del Petróleo (Feep), y los mecanismos establecidos por la autoridad”, aclarando que la empresa petrolera no regula ni fija los precios en el mercado nacional, sino que funciona como comercializador mayorista de los hidrocarburos hacia las empresas distribuidoras”.
De esta manera, las gasolinas de 93 y 97 octanos se incrementaron ayer en $6,2 por litro (igual que el diésel), encaminándose a los $180 desde finales del año pasado.
Ante un alza que parece no detenerse, la diputada Sandra Amar junto a diputados independientes y Udi presentaron un proyecto -con suma urgencia- que apunta a la rebaja del impuesto específico de los combustibles, al menos durante el estado de excepción (también calamidad pública o similar).
Sobre el estado de la iniciativa, la parlamentaria magallánica dijo que “estamos a la espera de que se acelere la tramitación. Ojalá tengamos pronto buenas noticias, sobre todo en estos tiempos que continúa el alza constante y desmedida de los combustibles por ya 28 semanas, sobrepasando en algunas zonas del país los mil pesos por litro. Por eso pedimos carácter de urgencia”.
Sobre la mantención de un impuesto a que data de 1986, con carácter de transitorio y que buscaba recaudar recursos para el terremoto del ‘85, la diputada Amar sostuvo que “es ilógico que se siga cobrando después de casi 35 años. Su finalidad ya se cumplió y ahora la ciudadanía necesita de un pequeño respiro económico”.