La experiencia de AmaNacer, centro de terapias integrales y su proyección internacional
– Paulina Porcio Andrade lidera este emprendimiento en Patagonia, desde donde se han proyectado al mundo.
AmaNacer es el centro de terapias integrales que lidera Paulina Porcio Andrade, un proyecto que le ha permitido participar de la Cumbre Internacional de Mujeres Medicina, instancia donde expuso parte de su trabajo. Este es el segundo congreso en que participa, ya que anteriormente la habían invitado a ser parte del Primer Congreso de Sexualidad Sagrada.
Paulina Porcio explica que el año pasado fue para ella un gran desafío, ya que la invitaron al Primer Congreso de Sexualidad Sagrada, donde participó junto a 50 exponentes de todas partes del mundo. “Eran mujeres de una gran sabiduría, así que me fue un gran desafío y pensaba en qué voy a hacer desde la Patagonia. Pero fue justo eso lo que le llamó la atención a la gente, es decir, como una mujer de la Patagonia, del frío, puede activar la sexualidad en la mujer. Mi clase fue espléndida y sexólogas de México y España me comenzaron a recomendar, comencé a tener más moviendo en las redes sociales y ahora somos un grupo de 50 mujeres que bailamos”, comentó.
Este año la invitaron a la Cumbre Internacional de Mujeres Medicina. “Ahora fui con la convicción de que ser terapeuta de la Patagonia tiene más peso, por el frío, porque somos seres que están luchando contra la oscuridad, contra la depresión, con la mala alimentación y poder ser terapeuta para despertar el fuego es un tremendo desafío y por eso es que estoy más confiada”, comentó.
Terapias Integrales
AmaNacer es un espacio físico ubicado en Avenida Colón Nº511 B, que ayuda a reconectar a través de terapias holística que abordan las dimensiones mente, cuerpo, emociones y espiritualidad. En este contexto, se realizan talleres de autocuidado y armonización para equipos de trabajo. “Realizamos meditaciones para equipos de trabajo en la naturaleza los llevamos a la reserva Magallanes y los hacemos conectar con baños de bosque, de manera que las personas que no pueden hacerse el tiempo para hacerse terapia, tengan la posibilidad de conectar desde otro plano con esto que es la sanación”, explica Paulina.
Quienes quieran contactarse con ella pueden hacerlo a través de instagram AmaNacer, donde están detallado los servicios que entregan, que son las clases de movimiento conciente, las clases de afro roots, talleres para equipos de trabajo y terapia para el alma.
“Las terapias para el alma son un momento de reconexión con tu poder interior, de una conversación consciente; después pasamos a la camilla, hacemos lectura de los centros de energías (Chacras) y evaluación del aura a través de instrumentos como cuencos tibetanos y el tambor, los cuencos de cuarzo, la pirámide de cristal de cuarzo. Luego la gente se lleva su botellita de flores de bach que es el ansiolítico natural. Luego se recomienda el ejercicio y por lo general se conectan a las clases”, dice Paulina, quien agrega que además se realiza luminoterapia para activar neurotransmisores a través de un foco de luz.
“Tengo un grupo de mujeres de Magallanes que son alrededor de 20 que trabajan dos veces en la semana, también tengo una clase online de danza afroterapia los días lunes, en donde se reúnen alrededor de 50 mujeres, pero son de todas partes del mundo. Se trata de una clase de movimientos del tambor y de la conexión con la tierra, con la sexualidad sagrada de las mujeres, con el fuego interno, con despertar este movimiento activo como una terapia”, señaló.
El impacto de la pandemia
En pandemia se quedó sin trabajo literalmente, porque el espacio AmaNacer estaba vacío y su trabajo era completamente presencial. Con la pandemia tuvo que cerrar y preguntarles a sus seguidoras si estaban dispuestas a continuar de manera online. Al principio, grababa las clases y se las enviaba, luego comencé a hacerla en vivo, pero buscaron todas las soluciones. “Esto me permitió abrirme al mundo y zafar de algo con que lo me sentí paralizada, pagando un arriendo que no estaba ocupando”, indica.
En pandemia comenzaron a postular a distintos proyectos y se adjudicaron un fondo concursable del Servicio Nacional de la Mujer y Equidad de Género (Sernameg). “Postularon 400 emprendedores y ganamos 40. Ahí tuvimos la posibilidad de materializar todo lo que tenemos acá, compramos los cuencos de cuarzos para hacer sonoterapia de relajación, compramos focos y los micrófonos profesionales para hacer las clases, adquirimos las flores de bach y fuimos creciendo hasta ser una empresa reconocida internacionalmente”, concluyó.