Contra el centralismo
Los tiempos políticos que estamos experimentando como país junto con el proceso constituyente, ratifican tendencias que se han visto ya en épocas de campañas anteriores, pero ahora con mayor intensidad y profundidad. Donde los candidatos simplemente no pueden oponerse a la descentralización o hacerse los lesos, como lo han hecho siempre, cuando gobiernan. Ahora al medir la temperatura ambiente, dados los resultados electorales, se nota un gran cambio, se acabó el alargue y ya no hay más tu tía, la descentralización avanza y sale hasta por los poros, no hay candidato presidencial que no lo ponga en la primera prioridad en sus paseos por los territorios.
Como lo expresara recientemente Egon Montecinos en un medio electrónico, se está “poniendo fin a un ciclo histórico con predominio del centralismo político y gubernamental sobre las regiones“. Esto incluso pese al efecto etário que llevó a los jóvenes a sumarse masivamente al plebiscito y a los menos jóvenes a restarse mayormente de la elección de constituyentes, producto entre otros, del ninguneo por parte del gobierno y la centroderecha, de este proceso electoral. Quedó claro que les salió el resultado por la culata o mejor dicho, como las carabinas.
La realidad y los hechos concretos que ocurren y evolucionan en torno al proceso constitucional y algunos de los actores involucrados, léase constituyentes, superan con creces a los opinólogos, quedando sus comentarios obsoletos al cabo de un par de días, si no de horas. Pareciera ser nuestra vinculación con el realismo mágico latinoamericano, que para algunos nos podría empujar a ser como Perú y despreciar o minusvalorar todo lo que ha hecho Chile en el pasado por muy desigual e inequitativo que a veces parezca.
Lo que sí está claro, es que si alguien está a la cabeza de los culpables, de lo que ha venido sucediendo en el país, estos son los partidos políticos, basta mirar las encuestas para saberlo. Y uno de los motivos como lo dice el recientemente elegido Gobernador Regional por Atacama, Miguel Vargas, quien no asistió a la invitación de la presidenta del Senado, a todos los constituyentes electos, “si hay instituciones centralizadas en el país son los partidos, que definen todo en Santiago y no siempre con las mejores decisiones. A veces se hacen primarias y no se respetan, algunos candidatos negocian en Santiago y entran por la ventana”. Así nadie puede, menos en regiones, con ésta dinámica de todo para los que centralmente mandan y fila con el resto, la gente se cabreó y dijo basta con la chacota. Se puede abusar y tratar indignamente a la gente por un tiempo, pero no abusarla todo el tiempo. Contra todos los pronósticos y por fuera de las coaliciones, Vargas se impuso con casi el 60% de los votos, porque su énfasis en la campaña fue que él “era una persona de Atacama, con identificación con la región”, destacando además el hecho de que, “era un contrasentido que una persona que era de afuera de la región pudiera liderar un proceso como este… insistiendo que hay que preferir lo local”. Palabras sencillas expresadas con coherencia y consecuencia, hicieron que la gente de Atacama lo hiciera su primer Gobernador Regional elegido, quedará marcado en la historia nortina.