A falta del alcalde

Basta para ver un par de sesiones del Concejo Municipal para conocer las “mañas” de los ediles y las cosas que agradan, irritan o exasperan al alcalde Claudio Radonich. En la más reciente sesión, el jefe municipal estuvo ausente, luego que decidiera tomarse algunos días de asueto para dejar respirar su agitada agenda. En medio de esto, se produjeron tres situaciones en sesión que habrían irritado al extremo a la autoridad: al darse cuenta de un proyecto, el informe que manejaban los concejales no coincidía en cifras con el que tenía la dirección del respectivo servicio; la diferencia era de $4 millones. Lo segundo fue la ausencia de uno de los jefes de servicio, quien fue “reemplazado” por otro funcionario para dar cuenta de un problema que urgía ser abordado en el encuentro. La tercera situación, la falta de un antecedente que llevó a que la votación de un proyecto se postergara. Algunos dirían, entonces, que lo mejor que pudo haber pasado es la ausencia del alcalde; otros, que Radonich, jugó su mejor partido.