Plaza Muñoz Gamero fue cercada para iniciar los trabajos de remodelación que se extenderán por un año
Aunque hace 17 años se realizó la última gran remodelación, en el último tiempo era notorio el deterioro en la Plaza de Armas Benjamín Muñoz Gamero, acentuado por las protestas sociales de 2019. Lo más feo era el suelo, que presentaba erosiones en sus cuatro costados y en el centro, donde está el monumento a Hernando de Magallanes.
En el municipio eran concientes de la necesidad de remodelar el principal espacio público de la ciudad, por lo que se llevará adelante un proceso de un año, tendiente a darle un rostro renovado a la plaza, más moderno, pero siempre manteniendo la belleza tradicional, que la hace tan atractiva para los visitantes. Lo primero ya fue notorio desde ayer, con el cierre de la zona central de la plaza, para iniciar los trabajos, que se extenderán por un año.
El director de Obras Municipales, Alex Saldivia, explicó que este proyecto es un FNDR por $950 millones, “y dentro de ese año la idea es poder ir trabajando en cuatro solares, para no cerrar la plaza completamente. En ese sentido, el trabajo más importante será el mejoramiento del centro mismo, donde está el monumento y la circunferencia perimetral, que cambiará su materialidad: hoy es de hormigón y va a cambiar a piedra pulida, como la que se ve en las calles antiguas y que se instalará como pavimento, con colores. Y además, va a tomar condiciones de accesibilidad universal que hoy no tiene. Por otro lado, habrá un mejoramiento completo de la iluminación, que incluye a los árboles (desde abajo), de manera de tener un paisaje distinto y también cambios en el mobiliario, como bancas, mejoramiento de la pileta frente al Hotel Cabo de Hornos y basureros”, detalló.
También el proyecto involucra modificar los bolardos de hormigón, que más de un dolor de cabeza han causado a los automovilistas, y que serán reemplazados por bolardos de fierro fundido, “que tienen más relación con la plaza fundacional de la ciudad”. Respecto del asta monumental, involucra un recubrimiento con piedra y ya no quedará con hormigón blanco como era habitual. Finalmente, los árboles y el kiosco, no sufrirán cambios.