Prisión para segunda persona formalizada por homicidio frustrado
La justicia acogió la solicitud de la Fiscalía y ordenó el ingreso a la cárcel de Punta Arenas de Mario Paolo Agüero Barría (23), formalizado este lunes por la brutal golpiza que casi cobra la vida de Oscar Fernández Vargas, a quien arrojaron a la calle desde un vehículo en movimiento, conducido por este imputado.
El pasado 1 de abril corrió la misma suerte Carlos Francisco Bahamóndez Raniele (24), quien registra un amplio prontuario policial. En esa ocasión se presentó voluntariamente en Carabineros, porque la Sip venía investigando el hecho de sangre y estaba tras sus pasos.
En esa ocasión el fiscal que lleva la causa, Oliver Rammsy, formalizó por homicidio frustrado y pidió la prisión.
Lo mismo hizo ahora con Mario Agüero, dueño del vehículo Mitsubishi Lancer de color azul, que conducía la mañana del 9 de marzo, cuando ocurrió esta agresión.
La víctima, Oscar Fernández, era uno de los ocupantes, al igual que Carlos Bahamóndez. Los tres estaban bebiendo hasta que en un momento, cerca de las 14 horas, se produjo una discusión.
Bahamóndez tomó un elemento contundente y agredió reiteradamente en la cabeza a Fernández.
En ese minuto Agüero puso en marcha el vehículo para que la víctima no se pudiera bajar y se desplazaron por diferentes calles de Punta Arenas.
“Durante el trayecto nunca dejó de golpear a la víctima quien a esas alturas había perdido el conocimiento”, indicó el fiscal.
En Angamos doblaron a la derecha y se metieron en calle Víctor Fernández Villa, sector donde lo arrojaron a la calle, golpeándose en la acera mientras los dos sujetos huían del lugar. Luego el Samu trasladó al herido al Servicio de Urgencia del Hospital Clínico donde quedó internado con múltiples lesiones graves, debiendo ser intervenido en varias ocasiones. Los médicos le salvaron la vida, pero quedará con secuelas.
En el informe se le diagnosticó una destrucción de mandíbula, perforación del cráneo, con pérdida de parte del hueso craneano.
Declaración de la víctima
En la carpeta investigativa está consignada la declaración que tiempo después pudo entregar a la Sip la víctima Oscar Fernández.
Ratificó que esa mañana lo pasaron a buscar dos amigos: “Carlitos” y el “Guatón”. Consumieron cervezas en el auto y permanecieron en las afueras de la casa de uno de ellos hasta las dos de la tarde.
Según su versión Carlitos tomó un hacha y le pegó en la cabeza. De ahí se desmayó, perdió el conocimiento y despertó en el hospital. “La mandíbula me la molieron a golpes y me tuvieron que poner platino”, indicó.
El vehículo lo vendieron a los pocos días. Según el fiscal para ocultar evidencias y encubrir el delito.