Hospitalizado permanece jubilado que sufrió fractura expuesta por caída de muro cortafuego
Estaba sentado hablando por celular cuando sintió un ruido estremecedor. En segundos quedó literalmente “sepultado” bajo escombros. Eran trozos de concreto, tierra y mucho polvo, del muro cortafuego del vecino que cayeron sobre la techumbre de la vivienda del matrimonio Levineri-Fernández, en calle Suecia Nº01287, entre Benjamín Dibasson y Manantiales.
Esto sucedió el jueves, cerca del mediodía, cuando la ciudad de Punta Arenas era azotada por un fuerte temporal de viento, que llegó a registrar rachas con velocidad de 111 kilómetros por hora.
El dueño de casa, José Fernando Levineri, jubilado, hablaba por teléfono y su mujer, Ana Fernández, estaba en la cocina, preparando el almuerzo.
El hijo, Gerardo Levineri, relató que debido a este accidente su padre se encuentra internado en el Hospital Clínico, producto de una fractura expuesta. Antes de un mes será muy difícil que le den el alta.
“Ese día mis viejos estaban en su rutina diaria cuando cayó el muro de concreto sobre la casa. Los entendidos han dicho que los daños son cuantiosos, y estamos a la espera de lo que diga la aseguradora para ver qué vamos a hacer”.
Mi padre, es pensionado, y para reconstruir la casa es complicado. El vecino igual está esperando lo que resuelva el seguro, “y de ahí veremos los pasos a seguir”.
“Recuerdo que todo fue muy violento. Ese día mi padre me llama y me dice Gerardo tengo un tobillo quebrado. Así que salí rápido de la oficina y al llegar ya no estaba. El Samu lo había llevado al hospital, con una respuesta muy rápida por parte de ellos, así que no me quedó más que ver el desastre que había, y de ahí partir al hospital y llamar a mis hermanos”.
Reconoce que fue impresionante ver cómo quedó todo, la casa de siempre, visitada frecuentemente por los hijos y los nietos.
“Mi mamá ya está más tranquila”, destacó Gerardo, pero por ahora está en casa de los hijos.
Así será hasta que la propiedad vuelva a quedar en condiciones de ser habitada, porque actualmente muestra un tremendo forado en la techumbre, donde cuelga un trozo de cemento de grandes dimensiones y peso, testigo del viento huracanado que ese día logró derribar el muro cortafuego levantado junto con la construcción de dos pisos del vecino.