Colonia de pingüinos Papúa regresa en primavera a la Base Antártica O’Higgins
Una longitud de 75 a 80 centímetros y un peso entre 4 a 8,5 kilos, siendo característicos por su cabeza, la histórica colonia de pingüinos papúa regresa al islote Isabel Riquelme, en la Base Antártica Bernardo O’Higgins del Ejército de Chile. El retorno se produce tras aproximadamente tres meses y coincidentes con el inicio de la primavera.
Según los registros compartidos en redes sociales por los miembros de la dotación XX de la histórica base, durante la jornada del 22 de septiembre llegaron los primeros pingüinos para posteriormente arribar en gran número, hecho que fue registrado manteniendo los protocolos establecidos por convenios internacionales en el territorio antártico, según dio cuenta un comunicado.
Desde los primeros estudios para el levantamiento de la mencionada base en el territorio chileno antártico, hay registros históricos, incluyendo la inauguración de la Base Antártica Bernardo O’Higgins con la presencia del entonces Presidente Gabriel González Videla y el general Ramón Cañas Montalva, donde se contó con esta colonia de pingüinos como espectadores de tan importante acontecimiento.
Para ello se han tomado diferentes medidas a través de los casi 75 años de la Base del Ejército para no afectar la biodiversidad, siendo el arribo de esta colonia de pingüinos papúa uno de los mejores ejemplos de lo exitoso de este trabajo permanente.
El comandante de la Base, teniente coronel Eugenio Moya, señaló que “durante la mañana del miércoles fueron avistados los primeros ejemplares de pingüino papúa arribando al islote, acontecimiento que fue registrado y pudimos observar como coincidente con el inicio de la primavera una columna de pingüinos regresaba a su tradicional aposento tras aproximadamente tres meses de su partida”.
Los pingüinos papúa tienen una longitud de entre 75 a 80 centímetros, alcanzando pesos entre 4 a 8,5 kilos, siendo característicos por su cabeza, cuello, parte posterior negra y anterior negra. Sin embargo son reconocidos por sus manchas blancas sobre cada ojo que se unen sobre la cabeza, teniendo una “orejera”, estando presentes en nuestro país en el territorio chileno antártico, isla Navarino y cabo de Hornos.
La dotación de la Base O´Higgins mantiene en cumplimiento los protocolos internacionales establecidos para la observación de fauna antártica, lo cual se cumple rigurosamente tanto para especies endémicas como nómades, resguardando la biodiversidad mientras se realizan tareas de soberanía efectiva en uno de los rincones más apartados de nuestro territorio nacional.