Cinco personas ocupaban la casona siniestrada en terrenos de ex hospital
– El fuego no dejó nada de la denominada “casita rosada”, llevándose lo poco que tenían estas personas.
Acción de terceros, pero no intencional habría sido la causa del incendio que afectó la madrugada del pasado jueves la abandonada casona en terrenos del ex Hospital Regional en Punta Arenas.
Lo anterior queda en evidencia luego que se conociera que 5 personas no sólo pernoctaban a diario en el lugar, sino también habían hecho de la construcción un hogar del que incluso se habían preocupado de estar reparando y habilitando. El dantesco incendio que redujo a escombros la construcción se llevó todo lo material que tenían, perdiendo entre esto vestuario y alimentación.
Ilegal o no, “okupas” o cualquier otra denominación que se quiera dar, la realidad es que estas personas, que llamaban cariñosamente al lugar “la casita rosada”, se instalaron en el lugar ante la indiferencia de quienes sólo de tarde en tarde han manifestado algún grado de preocupación no sólo por el siniestrado inmueble sino también por toda esta “masa” de cemento que ocupa el cuadrante entre calles Angamos, Zenteno, Condell y pasaje Ancud.
Son 11 años los que el lugar permanece abandonado y que con el paso del tiempo se ha ido deteriorando al punto que hoy es un peligroso foco en materia sanitaria y de seguridad.
Lo anterior ha sido razón suficiente para que hace 8 años los vecinos del barrio Pat dijeran que “esto no da para más”, expresión que volvieron a repetir el jueves. Pese a lo reiterativo y a los hechos en que fundamentan su opinión, todo sigue tal cual.
Una luz de solución
El hoy gobernador regional Jorge Flies fue uno de los impulsores del proyecto de centro cívico que se buscaba emplazar en los terrenos del ex hospital. La iniciativa se truncó con el cambio de gobierno y hoy la propia autoridad trabaja en reimpulsarlo.
“Primero lamentar profundamente lo ocurrido con el incendio. Efectivamente, tuvimos un proyecto que en su momento avanzó y que dejamos en condiciones de continuar, pero no fue considerado y, finalmente, quedó en nada”.
Y aunque el refrán sentencia que “segunda partes nunca fueron buenas”, en este caso el segundo aire del proyecto ya está en marcha. Los costos superarían los $33 mil millones y, de acuerdo con lo señalado por Flies, se está analizando un mecanismo distinto de financiamiento a lo que fue el original que apuntaba a recursos del FNDR. “Estamos conversando con el Fondo de Infraestructura que quiere tener a la región como piloto en el uso de estos fondos de inversión pública y que viabiliza de manera muy adecuada el poner la infraestructura al servicio de la gente, de los emprendedores y del sector productivo”.
Respecto del caso puntual de la casona siniestrada, el gobernador señala que hace un tiempo se tomó el compromiso con el médico Matías Vieira para desarrollar un proyecto de rescate histórico patrimonial sobre la salud en Magallanes y que, justamente tenía a esa construcción como escenario principal. “La idea estuvo por mucho tiempo, pero no había proyecto y sabíamos que uno de los riesgos reales era la ocupación de esta casa. En estos dos últimos meses no hubo coincidencia y por eso no se avanzó. Hoy vamos ver qué alternativa tenemos, porque aunque siendo irrecuperable, Matías (Vieira) tiene mucha historia atesorada, documentos, fotografías y equipamiento digno de rescatar y compartir con la comunidad. El compromiso de tener un espacio para contar la historia de la salud sigue en pie, debió haber sido con esta casa, pero coincidió con lo que nadie hubiera querido”.