Tecnóloga médico alerta por aumento de casos de problemas a la visión por uso de tablets y celulares
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etenta menores de edad entre los 4 y 12 años, en su mayoría estudiantes de prekínder y octavo básico de la Escuela Padre Alberto Hurtado llegaron desde muy temprano este domingo hasta el edificio del Club de Leones de Punta Arenas, en calle Ignacio Carrera Pinto, para obtener sus primeras recetas de uso de lentes ópticos.
En el lugar, Verónica Zapata, presidenta león y José Luis García, quien ejerce el mismo cargo en el Club Rotary Austral, daban personalmente la bienvenida a quienes ingresaban a la nueva jornada de atenciones oftalmológicas, organizada en conjunto para brindar más apoyo y tranquilidad a las familias que no tenían otras opciones de rápida consulta para sus hijos e hijas tras dos años de clases virtuales en pandemia.
Temprano inicio de patologías
Una de las profesionales que apoyó la jornada fue Daniela Monserrat Muñoz Navia, tecnóloga médico con especialidad en oftalmología quien manifestó su inquietud ante el alza de casos de deficiencia en la calidad de visión, sobre todo en niños pequeños que no tenían diagnóstico de su problema.
“Lo vemos aquí y en nuestra consulta médica. Las pantallas y la luz artificial que ellas emiten generan diversos tipos de daños, y eso se agrava si estos menores ya tenían un diagnóstico de miopía de base o se comprueba su aumento. También hemos descubierto el inicio de esta patología en pacientes que se consideraban sanos”.
La profesional recomendó que “aunque hoy sea difícil quitarles a los hijos artefactos como el celular o la tablet, lo ideal es que, con la guía de adultos, vayan descansando su vista cada 20 minutos o bien se restrinja el horario de su uso. Esto es complejo si se piensa que las clases online son obligatorias por hasta cinco horas, pero el resto del día hay que estimular al menos la visión de lejos”.
Preparación para
el uso de lentes
Carlos Urbano, dueño del Centro Optico Digital que hará los cristales de cada lente, expresó que recetar el uso de esta prótesis genera ansiedad a una edad temprana debido a la intervención de profesionales que son extraños para los menores y, por otro lado, entre compañeros y compañeras de curso que miran de manera distinta a quienes usan gafas.
“Yo aconsejo a sus entornos familiares que los preparen, les conversen sobre ello o jueguen con, por ejemplo, lentes de sol. Así, la presión por usar la prótesis disminuirá y será menos complejo adaptarse a una nueva vida. Ya en la adolescencia se acostumbrarán y será un accesorio más del día a día”.
