Necrológicas

– Viviana Flores Méndez

– Luis Enrique Alvarez Valdés

Anna Nicole Smith, la conejita “Playboy” que soñó con ser la nueva Marilyn Monroe y terminó en tragedia

Lunes 29 de Noviembre del 2021

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Anna Nicole Smith nació el 28 de noviembre de 1967 en Mexia, una pequeña ciudad con pocos habitantes en el estado de Texas, Estados Unidos. Sin embargo, sus sueños, en contraste con el lugar en el que nació, eran enormes.

Quería ser famosa. Tanto, como otra de las rubias más reconocidas en la historia, y su ídolo personal, Marilyn Monroe: “Sobre mis sueños… siempre quise ser modelo, quería ser actriz, quería estar en películas”, narró durante una entrevista en 1994, después de que saltó a la fama por posar desnuda para la revista Playboy y de protagonizar su portada.

Y lo logró. Vicky, su nombre real, se convirtió en uno de los sex symbol más icónicos de los 90 y en una controvertida celebridad de principios del 2000.

Su vida estuvo llena de controversias: se casó con un magnate de 89 años que murió un año después de que contrajeron matrimonio, peleó por la herencia de su marido hasta el final de sus días, murió antes de cumplir 40 e, incluso después de su muerte, hubo una disputa por la paternidad de su hija entre cuatro sujetos.

Así fue la vida de esta famosa modelo que pasó de trabajar en un restaurante de pollo frito y ser stripper a una mujer que lo tuvo todo, pero lo perdió: se declaró en quiebra y falleció a causa de un cóctel de medicamentos.

Vicky renunció a sus estudios luego de que fuera expulsada de la preparatoria, según contaría después, porque un alumno la agredió. Aunque la escuela nunca había sido su fuerte, constantemente tenía problemas para aprender y sus profesores se habían mostrado poco accesibles con ella. Así que se dedicó a trabajar.

Laboró en distintos lugares, entre ellos Jim’s Krispy Fried Chicken, un restaurante de pollo frito, en donde conoció a quien sería su primer esposo y con quien procreó a su primer hijo, Daniel, a los 19 años. No obstante, la relación estuvo llena de violencia, razón por la que decidió dejarlo y cambiarse de ciudad.

Consiguió empleo en el club para caballeros Gigi’s Cabaret en Houston. Ahí, durante una jornada de trabajo conoció al magnate Howard Marshall, un empresario de la industria petrolera, quien estaba atravesando el duelo de su esposa recién fallecida y supuestamente se enamoró de Anna al instante. Ambos mantuvieron un noviazgo desde entonces.

A la par, la aspirante a modelo y actriz intentó trabajar en distintas agencias de Houston, sin embargo, estas la rechazaron, presuntamente por el peso extra que acumulaba, debido a su reciente maternidad. En ese entonces, según narró, uno de sus amigos le acercó un anuncio de una revista: Playboy estaba buscando conejitas.

Aunque no era su idea llegar a la fama de esa manera, Anna audicionó para la revista. La respuesta fue inmediata y en 1992 viajó a Los Ángeles para posar en la publicación de contenido erótico. No sólo hizo una sesión, sino que se convirtió en la portada. El éxito fue tanto que un año después se convirtió en la Playmate del año.

Comenzó a modelar para otras importantes marcas como Guess y H&M en los siguientes años, finalmente había triunfado y sus voluptuosas curvas acaparaban los espectaculares del país que a la par mostraba a modelos como Kate Moss. Las curvas femeninas al estilo Monroe estaban de vuelta y eran internacionales. La propia Anna Nicole llegó a confesar su deseo de encarnar a la “nueva Marilyn Monroe”, sin saber que su vida también terminaría de manera trágica.

El magnate Smith
y Marshall: la boda

En 1994, mientras Anna participó en algunos proyectos fílmicos, como El gran salto o ¿Y dónde está el policía? 33 1/3, también tomó una decisión que le cambiaría la vida: contrajo matrimonio con el magnate que conoció durante su trabajo como stripper y que habría intentado conquistarla desde entonces, J. Howard Marshall.

Era 1º de agosto de 1994 y, según una crónica hecha por la revista People, a la novia asistió a la ceremonia con un precioso vestido blanco sumamente escotado y el novio fue enfundado en un traje blanco en una silla de ruedas. Así se juraron amor por la eternidad… o el tiempo que les quedara juntos.

Sobre las razones por las que se enamoró de un tipo 63 años mayor que ella, la propia Anna explicó durante una entrevista:

“Vi a un hombre muy enfermo, alguien que estaba físicamente enfermo. No sentía atracción física en lo absoluto (…) pero lo amaba muchísimo, no tenía un cuerpo ardiente, era sólo que lo amaba mucho más por lo que hizo por mí y por mi hijo, nunca nadie me había amado así ni hizo cosas por mí, ni me había respetado así. Realmente me amaba y yo lo amaba por eso”, dijo durante un encuentro con Larry King.

El magnate tenía una fortuna valuada en USD 500 millones y ella habría recibido ya algunos regalos millonarios, en los que destacan tres casas y múltiples joyas. La pareja también grababa videos de su vida juntos, pero la felicidad no les duró demasiado y en 1995, Marshall murió.

Su muerte desató una de las peleas legales más feroces y se extendió por más de una década. Incluso llegó a la Suprema Corte de los Estados Unidos de América.

La interminable
batalla legal

Tras la muerte del magnate, su hijo, quien al momento tenía 61 años de edad, fue designado como el heredero universal, según lo estipulado el testamento. Sin embargo, la modelo comenzó una batalla legal alegando que su marido le había dejado la mitad de todos sus bienes en un acuerdo entre ellos, aunque eso nunca se reflejó en el documento.

El hijo de Marshall no sólo no quiso dividir la herencia, sino que no dejó a la esposa de su padre atender al funeral del empresario. Para él, y para muchas personas más, ella era sólo una “cazafortunas”. La querella tomó distintos rumbos, pero durante todos los años que duró, la modelo nunca consiguió lo que buscaba.

Sin embargo, los juicios y su personalidad alimentaron las ganas que tenía el público de saber de ella y a inicios del 2000, Anna tomó la decisión de emprender un proyecto televisivo con el canal E! Entretainment: un reality show que se tituló The Anna Nicole Show.

El reality fue todo un éxito y tenía como protagonistas a Anna, a su hijo Daniel y al abogado, mejor amigo y también amante, aunque eso se sabría mucho después, Howard K. Stern. No obstante, los capítulos parecían retratar un estilo de vida un tanto compulsivo y fuera de control y fue cancelada después de dos años.

Con los años, Anna emprendió campañas altruistas y recuperó su figura y se volvió la cara de Trimpspa. También inició una relación sentimental con el fotógrafo Larry Birkhead, quien durante un encuentro con la ABC narró estos años en la vida de la modelo.

Sin embargo, el golpe más duro de su vida vino después: la muerte de su hijo Daniel a tan sólo unos días de que dió a luz a su hija, Hannah Rose. Lo encontraron muerto en el mismo hospital en donde ella se alivió, incluso en la misma habitación en donde ella descansaba.

La impresión de Anna fue tanta que, según se ha reportado, cayó en una fuerte depresión y cinco meses después, ella misma perdió la vida.

La muerte de
Anna y la batalla
por la paternidad

Finalmente, a los 39 años, la controvertida Anna Nicole Smith falleció el 8 de febrero de 2007 mientras estaba hospedada en el hotel Hard Rock Cafe en Florida. Su última aparición pública ocurrió durante una pelea a la que asistió.

Durante buena parte de su carrera, la modelo tomaba barbitúricos. Mismos que supuestamente se tomaban de acuerdo a la receta médica que se le había prescripto para combatir el dolor que tenía por los implantes de seno y en la espalda. De acuerdo con el reporte toxicológico de su muerte, habían nueve medicamentos distintos en su sistema.

También hubo hidrato de cloral, sustancia que también se pudo encontrar en el organismo de Monroe cuando falleció y que era recetada de manera poco recurrente para combatir el insomnio. La razón de su muerte fue determinada como una sobredosis accidental.

Tras su muerte se suscitaron dos peleas legales importantes; la primera, en la que se decidiría si el cuerpo de la modelo regresaría a Texas, como su madre lo quería, o si descansaría en las Bahamas, junto a su hijo. Después de un juicio, un juez decidió que su cuerpo descansaría al lado de Daniel, quien era el gran amor de su vida según quienes la conocieron.

La segunda, la pelea por la paternidad de Hannah, quien después del fallecimiento de su hermano mayor adquirió el nombre de Danielynn. Se la disputaban Howard K. Stern, quien admitió durante una entrevista con Larry King que su “cliente” y él habían mantenido una relación amorosa y quien había registrado a la niña con sus apellidos, y Larry Birkead, el ex novio de la modelo.

Con el tiempo, también surgieron otros dos posibles padres que supuestamente habían tenido relaciones con ella en el tiempo, sin embargo, estos no parecieron estar interesados en algo más que sus cinco minutos de fama y la oportunidad de heredar lo que todavía podría disputarse: parte de la fortuna de Marshall, pues su hijo, el heredero universal, falleció también en el 2006.

Finalmente, una prueba de ADN resolvió la controversia: la hija que Anna había tenido y que estuvo con ella solamente durante los primeros cinco meses de su vida, era hija del fotógrafo, con quien vive en la actualidad en las afueras del estado de Kentuchy, Estados Unidos.

Irónicamente, la hija de Anna no recibió ni un centavo de la herencia que su madre tanto peleó en la corte. Sin embargo, ahora tiene una familia llena de amor, como a la modelo, quizá, le hubiera gustado darle.

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