Papa Francisco aceptó la renuncia del obispo Bastres tras 15 años en el cargo
“Hoy se ha hecho público mi nombramiento como nuevo obispo de esa querida Diócesis de Punta Arenas, por ello les hago llegar mi afecto y saludo”, escribió Bernardo Bastres Florence el 4 de marzo de 2006.
Ayer, 15 años después, comunicó su renuncia al cargo, aduciendo “razones estrictamente personales”.
Aunque el fondo de la decisión lo conoce sólo él, en la declaración que leyó a la prensa dijo que entre las razones están “todos los acontecimientos que nos ha tocado vivir en estos años, y como ellos no sólo han golpeado a nuestra Iglesia, sino también me han afectado personalmente”.
Admitió haberse visto “sobrepasado y limitado para responder como merecen ser enfrentados y asumidos”.
Esta parte del mensaje podría vincularse al estallido social y las reacciones violentas de algunos para con el representante de la Iglesia Católica en Magallanes.
Sin dejar de mencionar uno de los capítulos más graves que encarnó el siempre polémico pastor, cuando en enero de 2013 justificó el exterminio de perros callejeros.
Cuando un hombre de 73 años de edad fue atacado por seis perros a la salida de una iglesia y Bastres lamentó que estos animales tengan más derechos que los seres humanos.
Mucho antes, el año 2008, fue crítico con la entonces Presidenta Bachelet, por “dictar normas sobre la vida humana, como la legalización de la llamada píldora del día después y otras políticas referidas al control de la natalidad, “pero no se deciden a tomar acciones por el problema que tenemos con el exceso de perros”.
“Nunc pro tunc”
Aunque la renuncia rondaba hace tiempo en su cabeza, y así lo hizo saber a las altas esferas eclesiales, recién ayer, 22 de diciembre, el Papa Francisco se la aceptó.
Pero vino acompañada de una modalidad muy especial, “Nunc pro tunc”, que “en palabras simples significa que mientras llega el nuevo obispo sigo al frente de la Diócesis, por ello agradezco la confianza que me ha brindado el Santo Padre”.
Una fuente eclesial tradujo esto como algo muy positivo para Bastres, porque significa que sigue contando con la confianza del Papa y descartaría que su salida esté vinculada a un hecho puntual, una denuncia en su contra, como sí ha sucedido con otros prelados.
Por algo subrayó que, “delante del Señor tengo mi conciencia muy tranquila y me siento muy liberado con la respuesta que me ha dado el Papa Francisco. Me siento con una profunda serenidad, paz y libertad interior”.
Una decisión que la venía reflexionando, evaluando y rezando ante Dios.
Siempre soñó con “ser un sacerdote que deseaba vivir su ministerio entre los jóvenes y la gente sencilla. Sin embargo el Señor me ha llevado por senderos inescrutables, entre estos el haber estado entre ustedes como obispo”.
Pidió perdón por las limitaciones que no le permitieron ser “aquel Pastor que merecía esta iglesia magallánica”.
La consagración de Bastres
como obispo fue en Punta ArenasEn el gimnasio del Instituto Don Bosco se realizó el sábado 22 de abril del año 2006 la consagración del obispo de la diócesis de Magallanes, Bernardo Bastres.
El prelado sucedió en el cargo a monseñor Tomás González Morales, quien estuvo al mando de la Iglesia Católica en la región durante 32 años.
Apenas supo del nombramiento, Bastres expresó su intención de ser consagrado como obispo en Punta Arenas, “como un signo concreto de querer hacer mía la tierra que me acoge en adopción”.
El colegio salesiano fue escenario de este acontecimiento litúrgico sin precedentes, porque la ordenación episcopal de Bastres quedó inscrita en la historia de la iglesia magallánica, por ser la primera ceremonia de esta naturaleza celebrada localmente.
Alrededor de dos mil personas llegaron a la ordenación, amenizada por un coro de los cuatro colegios salesianos de Punta Arenas, y que fue presidida por el entonces cardenal Francisco Javier Errázuriz Ossa, arzobispo de Santiago.
También estuvo el obispo de Rancagua y presidente de la Conferencia Episcopal de Chile de la época, el magallánico monseñor Alejandro Goic Karmelic.
Actualmente monseñor Bernardo Bastres Florence tiene 66 años. Nació en Santiago el 21 de febrero de 1955, y el 31 de julio de 1982 fue ordenado sacerdote por el cardenal Raúl Silva Henríquez, entonces arzobispo de Santiago.
Antes de ser nombrado obispo de Magallanes, fue Provincial Salesiano en Chile, cargo que ocupó por seis años.
Caso Harex:
“Lo he lamentado
desde el primer
día que llegué”Bernardo Bastres aspira a que el nombre de su sucesor se conozca pronto, aunque entiende que los tiempos de Roma son otros. Pueden pasar varios meses y mientras ello no suceda seguirá al frente de la diócesis local.
Habló de acontencimientos que lo sobrepasaron y situaciones con las cuales nunca debimos encontrarnos. “Nos tocó enfrentar algunos desafíos impensados y eso va minando la capacidad de cada uno de poder adecuarse a los tiempos que nos corresponde vivir”, confesó, al ahondar un poco más en su renuncia.
“Fui formado de otra manera y me ha costado adaptarme a ciertas circunstancias”.
En todo caso la decisión no es repentina, la viene hablando con la congregación de obispos desde el año 2017.
Sobre la desaparición del estudiante salesiano Ricardo Harex, dijo que “lo he lamentado desde el primer día que llegué. He colaborado en todo lo que me ha pedido la ministra, incluso fui interrogado, porque lo único que queremos es que se encuentre la verdad sobre esto”.
Admitió que es la pena más grande que tiene y que por lo mismo se disculpó con los padres por no haber estado más cercano a ellos, quienes han vivido un drama tremendo y merecen saber la verdad”.
Lo que le faltó
por hacerSobre lo que le faltó hacer, mencionó haber podido consolidar una mayor presencia de jóvenes en las comunidades cristianas y la ausencia de presencia en la vida de barrio, en las juntas de vecinos.
Sobre el futuro dijo que lo pensará después, “pero por ahora pienso seguir siendo un buen cura y hacer lo que tengo que hacer”
No pueden haber “dos gallos” en un mismo corral. Por eso que una vez nombrado el nuevo obispo dejará Magallanes, porque esta es una diócesis pequeña. Más allá de que está feliz del trato recibido en esta región.
Descartó que fuera determinante en su decisión los casos de abuso sexual en que se ha visto envuelta la Iglesia. “Los enfrentamos como debíamos hacerlo. No es determinante, hay otras cosas”, respondió.