Acusado les hizo creer a sus víctimas que era proveedor atendiéndolos en el mismo hospital

Cinco días está planificado que dure el juicio oral que comenzó ayer en la tarde en contra del contador Juan Guillermo Soto Mancilla, acusado de cometer una millonaria estafa en contra de tres personas.

Al comienzo intervino el fiscal Oliver Rammsy, quien en siete minutos expuso los argumentos por los cuales el Tribunal Oral debiera dictar veredicto condenatorio en contra de Soto. Este le ofreció a sus víctimas convertirlos en proveedores de insumos del Hospital Clínico de Magallanes, un negocio que a todas luces era muy rentable.

El abogado querellante, Fernando Pichún, ahondó en que sus clientes fueron víctimas de un delito contra el patrimonio y la buena fe. “Engaño y dolo fue el ardid”.

Añadió que esto incluyó llevar a las víctimas al mismo centro asistencial, “donde los atendió en una oficina para hacerles creer el engaño. Una actitud
reiterada en el tiempo. Una puesta en escena para aparentar que el negocio existía”. Agregó que en este caso se dan los 4 requisitos del engaño, con un perjuicio millonario que se reiteró en el tiempo.

Por su parte, el abogado defensor del acusado, Guillermo Ibacache, desestimó los cargos señalando que “esto es simplemente un incumplimiento civil”, y pidió distinguir entre esto y una estafa.

También declaró Juan Soto Mancilla, reafirmando su inocencia y señaló que lo que ofreció a los denunciantes fue siempre un buen negocio.

Pese a que el fiscal mencionó un escrito de la dirección del Hospital Clínico, donde se desmienten cualquier vínculo con esta persona. Y que todo se canaliza a través de ChileCompra.

Víctimas

Hoy podría declarar en el juicio oral al menos una de las tres víctimas. En total, fueron perjudicados en 184 millones de pesos.

A una de las víctimas Juan Soto Mancilla le propuso hacerla partícipe de un negocio que le reportaría buenas utilidades: “invertir en la compra y suministro de insumos médicos para el Hospital Clínico de Magallanes a través del sistema ChileCompra”.
Le señaló tener los contactos necesarios para llevar a buen puerto el negocio porque él, además, estaba registrado en el sistema y conocía el negocio ya que antes había hecho negocios similares con el hospital.
La víctima creyó en él y le hizo entrega de $84.000.000 en dinero efectivo. Lo mismo sucedió con las otras dos personas que lo denunciaron y se querellaron en contra del “contador”.

La Fiscalía solicita una pena de 5 años de presidio para el acusado. Mientras que el querellante presentó acusación particular y en ella solicita una pena de 10 años de cárcel.