Pescadores artesanales han reducido sus extracciones en cerca de un 30% desde 2017
De acuerdo a la información entregada por el Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca), la más reciente temporada de extracción de recursos por parte de los pescadores artesanales ha sido marcada por importantes bajas en la mayoría de los recursos.
Según las cifras, la extracción del erizo en 2017 fue de 11.857 toneladas, en 2018 fueron 12.445, en 2019 las cifra alcanza 13.835 y en 2020 alcanzó su peak de alzas con 17.692. La realidad de la temporada actual señala que en toneladas, el erizo extraído alcanza las 9.976 toneladas. Por su parte, el ostión del sur, pasando de 1.076 toneladas en 2017, este año llegó a su peor cifra con 178 toneladas.
La luga roja es otro importante recurso que ha disminuido drásticamente año a año, con 8.900 toneladas en 2017, 6.161 en 2018, 5.229 en 2019, 4.523 en 2020 y en la última temporada decayó a 2.443 toneladas en el año. Se podría concluir que durante la reciente temporada se extrajo un 30% de lo que se obtuvo en 2017.
Factores de incidencia
Para Fernando Carmona, presidente de Armadores de Lanchas Pesqueras de Punta Arenas, existen dos factores importantes que han determinado una baja importante año tras año de gran parte de los recursos que sustentan el rubro de los pescadores artesanales.
“Por un lado, los recursos ya no están saliendo tan cerca como antes. Por ejemplo, para obtener principalmente la luga y el erizo había que navegar entre 8 a 10 horas, y hoy en día hay que navegar entre 30 a 40 horas. Entonces el clima es más complejo en estas zonas, y ocurre que los pescadores tienen que aislarse muchas veces durante 15 días para traer carga, porque tienen que esperar a que las condiciones climáticas mejoren”, describió Carmona.
El dirigente de los pescadores artesanales asegura que la responsabilidad de este impacto que se ha generado en el rubro recae en gran parte en que ha habido un aumento exponencial en el parque de embarcaciones con naves ilegales, especialmente dedicados a la extracción de la centolla. En 2017, la extracción de centolla alcanzó las 3.697 toneladas, en 2018 llegó a 3.323, 2019 a 3.211, 2020 a 2.870 y en la última temporada a 3.866 toneladas.
“No todo es tan malo porque hoy en día la centolla está siendo el mayor sustento de los pescadores artesanales, pero el problema es que hay muchos pesqueros en la centolla y el recurso no está dando para tanto. Otro problema es que ni Sernapesca ni la Armada cumplen con la fiscalización apropiada, pienso que particularmente porque no tienen ni las herramientas ni los recursos para ejecutar estas operaciones”, agregó el dirigente Carmona.
Repercusión económica
¿Cómo esta realidad ha afectado el bolsillo de los pescadores artesanales?
De acuerdo a lo señalado por el dirigente de los pescadores artesanales, Fernando Carmona, una embarcación solía entregar hace no mucho tiempo entre 1.500 a 2.000 kilos de manera semanal, y ahora esa situación ha cambiado: con suerte entregan 400 kilos.
“Con estas cifras podemos ver que el recurso ha ido decayendo. Las embarcaciones chicas son las más perjudicadas porque las grandes naves, que cuentan con mayor cantidad de recursos tienen 2.000 trampas, mientras que las chicas tienen 200. Además, estas embarcaciones pequeñas no pueden ir a mar abierto cuando el clima está malo. A esa gente le ha afectado harto el bolsillo, las grandes tienen más capacidad y hay mucha gente que le va muy bien”, comentó el dirigente.
Precios a la baja
Además, Fernando Carmona enfatiza en que “los precios de muchos recursos han estado bajísimos en comparación a otros años, principalmente porque no hay regulación y las empresas pagan lo que quieren, entonces creo que se han aprovechado del recurso. El día de mañana cuando no existan recursos que extraer, ellos se van a ir y los que estamos en el rubro de la pesca artesanal vamos a ser quienes nos quedemos con el problema”.