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¿Están realmente protegidos los humedales chilenos?

Lunes 21 de Marzo del 2022

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Por María Jose Palma Carrillo

Magister en ciencias mención Manejo y Conservación de
Recursos Naturales Subantárticos Curso de Conservación
de Ambientes Australes, Universidad de Magallanes

Los humedales son ecosistemas intermedios entre el medio acuático y terrestre. Abarcan desde marismas y playas de agua salada, hasta pantanos y turberas de agua dulce. Mantienen una gran diversidad de flora y fauna, interacciones ecológicas y servicios ecosistémicos (protección sobre eventos naturales, mitigación del cambio climático, suministro de agua dulce, control y regulación del clima, entre otros). No obstante, en Chile se han visto constantemente degradados, especialmente por proyectos de construcción de viviendas, caminos u otras edificaciones.

Hasta el 2017, sólo un 2% de los humedales chilenos estaban protegidos al encontrarse dentro de algún área protegida (parques y reservas nacionales, santuarios de la naturaleza, y otros). Actualmente, el Plan Nacional de Protección de Humedales 2018-2022 presentado por el Ministerio del Medio Ambiente (MMA) el 2018, tiene como objetivo la creación de nuevas categorías y áreas protegidas para el resguardo de humedales en zonas prioritarias para la conservación. Por otra parte, la Ley de Humedales Urbanos N° 21.202 aprobada en enero del 2020, extiende su protección a humedales dentro de radios urbanos. Sin embargo, aún queda mucho camino que recorrer para lograr un resguardo satisfactorio, eficaz y completo.

La protección legal de los humedales chilenos, aunque en aumento, sigue siendo insuficiente para contrarrestar las amenazas. La gran cantidad de humedales víctimas de las inmobiliarias u otros proyectos hacen necesarias medidas drásticas para mantener estos preciados ecosistemas, principalmente en áreas urbanas. Además, se deberían proteger todos los humedales, tanto en áreas urbanas como silvestres de forma completa, prohibiendo construcciones y proyectos de cualquier tipo que afecten sus componentes esenciales.

El Plan Nacional de Protección de Humedales 2018-2002 aumentará el número de humedales periurbanos y rurales protegidos, sin embargo, es un proceso lento y difícil de concretar, especialmente en lugares remotos y de difícil acceso. Los recursos destinados normalmente son escasos y se necesitan planes de manejo, monitoreo, fiscalización e involucrar a la comunidad para lograr una conservación sólida y efectiva.

La región de Magallanes cuenta con el 80% de la superficie total de humedales del país, de los cuales el 59,1% de superficie se encuentran dentro de áreas protegidas. Sin embargo, las mayores amenazas se encuentran dentro del sector urbano, que en la región corresponden a 158.344 ha distribuidas en 26 humedales. En los inicios de la Ley N° 21.202, de los 33 humedales clasificados a nivel Nacional, sólo 2 son de la región de Magallanes (Humedal Tres Puentes y Parque María Behety). Para declarar un humedal urbano, el MMA puede hacerlo por oficio del Ministerio o a petición municipal, por lo que, si no hay iniciativa, quedan expuestos y sin resguardo.

Este problema se solucionó recientemente, cuando vecinos de Lo Barnechea denunciaron la realización de obras cerca del humedal Los Trapenses. Gracias a esto, en noviembre 2021 la Contraloría General de la República (CGR) estableció a través del dictamen Nº E157665/2021 que proyectos que afecten humedales deben someterse al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) aunque no estén declarados como humedales urbanos. Este caso muestra cómo vacíos legislativos pueden dar cabida a malas prácticas ambientales y que las regulaciones legales son reactivas, en vez de ser proactivas, estableciéndose sólo después que la gente se manifiesta. Por otro lado, el SEIA decidirá si los proyectos pueden realizarse o no, según los criterios mínimos para la sustentabilidad. Por lo tanto, si una empresa tiene los suficientes recursos, podría mitigar los impactos o realizar compensaciones, degradando el humedal de todos modos.

Incluso urbanizaciones de menor escala pueden tener impactos negativos en el ambiente y ser altamente perjudiciales. Este es el caso del Humedal Tres Puentes en Punta Arenas, que se encuentra dividido por un camino y los problemas derivados de la fragmentación del hábitat y el tráfico de autos a gran velocidad, hacen que el humedal y su fauna se vean afectados. Muchos humedales se han perdido parcial o completamente debido a la urbanización y quedan expuestos a amenazas de contaminación por basura y desechos, desagües y perros que cazan la avifauna, especialmente los que se encuentran dentro o cerca de ciudades.

Para tener una protección real, se deberían tomar medidas drásticas y prohibir cualquier tipo de construcción sobre humedales dentro de la ley chilena, e iniciar de forma inmediata una restauración de los humedales ya afectados.

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