Meteorología escolar
Profesor Alfredo Soto Ortega
Gaia/Antártica/Umag
Estoy convencido y por mi naturaleza de educador al aire libre que mucha información por diversos medios comunicacionales, referidas a lo que ocurre con el clima en el mundo, en nuestro país como así también en nuestra región, específicamente en la vía de la comunicación de la ciencia, que es la que convoca estos temas relacionados con el clima, a través de la divulgación en actividades que implica la participación de nuestra población, son sumamente importantes y producen altos índices de retroalimentación para los mismos científicos que se preocupan de indagar los fenómenos climáticos. Pero me parece que estamos en deuda con la consolidación de los temas en el currículo escolar, sobre todo lo que tiene que ver con las ciencias de la tierra, especialmente en no sólo acceder a los componentes de estadísticas y datos duros o sólo la teoría, es importante abordar temas tecnológicos y de observación que sorprendan a nuestra población escolar, para permitirles una mejora en la comprensión y entendimiento de los complejos procesos que estamos viviendo al respecto del cambio climático.
Teniendo en cuenta esta inquietud, es que en conjunto con el Liceo Polivalente María Behety y la gentil apertura de la Cormupa, estamos implementando un programa específicamente dirigido a los alumnos de la especialidad de acuicultura de dicho establecimiento, que tengan la oportunidad de ejercitar desde el conocimiento y en la práctica los procesos meteorológicos que día a día nos abordan en nuestra propia ciudad como así también, aprender a proyectar y conocer lo más recomendable para definir pronósticos. En estas primeras instancias que se pondrán en ejercicio este año, será señal valedera y muy por el estilo de ser pioneros escolares, para alcanzar la comprensión necesaria y llevar a un proyecto más ambicioso para otras unidades educativas de nuestra región.
El estudio de estos fenómenos de índole meteorológicas se enmarcan perfectamente en la necesidad de que nuestra población escolar sepa y desarrolle lo que quizás en las etapas prehistóricas y nuestras poblaciones nativas manejaban acertadamente para ir desarrollando sus actividades cotidianas, basadas en sus migraciones locales en busca de su sustento y cuidado ante los embates naturales de inviernos rigurosos y veranos muchas veces secos y ventosos. Esas facultades las hemos perdido y sólo nos quedan lo que nos decían nuestros abuelos. El principal motivo u objetivo pedagógico es fundamentalmente el desarrollo de una condición perdida y que debemos recuperar, me estoy refiriendo a la capacidad de la observación, “Educar la observación” utilizar el cúmulo de esta información, para entender y analizar los mecanismos que rigen el funcionamiento del medio natural y físico, el registro de estos datos de carácter meteorológico será importante por permitir el desarrollo de la observación por parte de los niños y jóvenes.
Para efectos prácticos es necesario tener claridad de cómo entregar una línea metodológica tales como insertar una fase de sensibilización y fundamentación con todo lo que implican las ciencias atmosféricas a través de la Meteorología. De la mano de una donación proveniente desde Europa, específicamente del Colegio THAU de la ciudad de Barcelona, en nuestro programa consolidado del Sello Antártico Educacional, obtenido el 2020, pero que se continúan realizando actividades a pesar de las limitaciones traídas por la pandemia, entre ellas el desarrollo del proyecto “Cruz del Sur” que nos permitirá implementar a más de una escuela rural con estaciones meteorológicas básicas que nos permitan tanto a profesores como alumnos a convertirse en “Guardianes del Clima Austral”. Existe un gran entusiasmo por parte de quienes lideramos este proyecto y esperamos que las autoridades educacionales, investigadores y científicos también vean en este programa una oportunidad real, auténtica e innovadora de permitir que nuestros niños y jóvenes alcen sus miradas hacia el cielo austral y comprendan los fenómenos que la conforman en cuanto a las precipitaciones, temperaturas, vientos, humedad y radiación ultravioleta.